8 historias mexicanas en la metamorfosis del 23° Festival de Cine Alemán

Uno de los acontecimientos cinematográficos más apreciados en la Ciudad de México está viviendo una intensa Metamorfosis: tras 23 años de realización, la Semana de Cine Alemán del Goethe Institut se convierte en el Festival de Cine Alemán (FCA). Y en su selección incluye ocho cortometrajes mexicanos, que competirán por el flamante Premio Kino. 

¿Cortometrajes mexicanos en un festival alemán?

 

“Se dice que para ser un festival tienes que entregar un premio”, explica Ana Zamboni, directora del FCA, “entonces decidimos entregar uno. Somos un festival de cine alemán y entregamos un premio al cine alemán; pero faltaba la parte del intercambio entre México y Alemania”. Ahí nació la idea del premio Kino al Mejor Cortometraje Mexicano, que será otorgado por la Embajada de Alemania en México. 

“Imcine nos proporcionó una selección de cortometrajes e hicimos una curaduría de ocho cortometrajes, que tuvieran algo que ver con los largometrajes alemanes en competencia: ya sea temática o estéticamente. Además, los consideramos para entrar en competencia”, detalla Zamboni.

Foto: Rosalba López Stevenson

Este premio Kino, además, alentará el intercambio creativo entre cineastas de México y Alemania. Pues quien obtenga el premio irá a Alemania en 2025, y participará en algún festival de cine, con todo pagado. “La idea es seguir promoviendo este intercambio cinematográfico, cultural y artístico entre México y Alemania.” 

Zamboni resalta la diversidad de los cortometrajes que participarán en el FCA: “Hay mucha variedad, presentamos documentales, de ficción y animados. Algo que destaca es el tema de la identidad. Lo interesante también es que, aun siendo variados, conectan con las historias alemanas”.

 

Los ocho documentales

La Baláhna, de la directora Xóchitl Enríquez Mendoza, habla de una ceremonia aún vigente en algunas comunidades del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, que consiste en revisar las sábanas de las mujeres recién desposadas, para asegurarse de su virginidad. Carolina se somete a esta tradición, para demostrar su valía como mujer a su enamorado. Sin embargo, su cuerpo la traiciona y no logra demostrar su castidad.

 

Coronas negras, de André Lô Sánchez, tiene como punto de partida los peinados de cuatro personas afrodescendientes en México, integrantes de familias senegalesas. Este documental busca reflexionar, por medio de los recuerdos que emanan de sus estilos pasados y presentes, lo que es vivir en su país con una «corona negra» y las consecuencias que conllevan para esta cultura.

 

En Los cuervos, cortometraje de animación realizado por Héctor Dávila, su protagonista tendrá que descubrir cómo acabar con un embrujo que un terrateniente ha lanzado contra de los lugareños. 

 

Diego Acevedo, en la animación Emme y sus días mutantes, cuenta la historia de una niña de doce años que sobrevive sola en un mundo postapocalíptico, donde la vegetación y los animales mutaron. Ante la amenaza de mutar también, busca con desesperación una forma de curarse. 

 

El tercer cortometraje de la selección, Humo, de Rita Basulto, es una adaptación del cuento homónimo de Antón Fortes y Joanna Concejo, en el que un niño intenta comprender cierta forma del infierno en el que ahora vive, pero no alcanza a describir este horror, y tiene que recurrir a los recuerdos de un pasado que no hace mucho sucedió.

 

Plataneros, del cineasta tabasqueño Juan Garrafa, es la historia de un padre y su hijo que comparten el gusto por el béisbol. Está narrado en maya yokot’an e incluye crónicas y análisis del “rey de los deportes”. 

 

Otra perspectiva de los pueblos originarios se presenta en Yo soy la Reyna, de Roberto Salvador; cortometraje que viaja a través de las palabras de la soprano mixe María Reyna, quien vivió una infancia marcada por la violencia intrafamiliar, el ultraconservadurismo de las comunidades indígenas del sur de México, y los deseos de salir a conocer un mundo “más allá de la montaña”.

 

Yo maté a Lucca, de Ana Moreno Hernández, presenta a Carmen Ramos, una joven mujer que por fin ha encontrado a su novia ideal: Lucía. Pero cuando recuerda el momento más doloroso de su infancia sufre un estruendoso ataque de ansiedad, por el que podría perder a Lucía, como ha ocurrido con todos sus intentos de relaciones pasadas.

 

El 23° Festival de Cine Alemán emprende su «metamorfosis». Que también, es una forma de honrar a Franz Kafka, en el centenario de su muerte. La metamorfosis de una fiesta del cine también rinde culto al autor que sigue inspirando a cineastas de todo el mundo. 

 

*Nota de María Fernanda Ortiz Zamora