‘Cuando cae la noche’ de J. Daniel Zúñiga: retratos de los hombres solos

Tres hombres de la ciudad de Torreón viven su vejez en una agobiante soledad. José La Curra se refugia e la cantina y en papelerías donde recuerda cuando fue dibujante. Víctor tiene documentación importante sobre amenazas ambientales en su región, está seguro que su vida corre peligro. Braulio acaba de perder a su esposa; deambula por su casa como si fuera un fantasma, a veces lo visita su nieta y le da oxígeno mostrarle fotos de los viejos tiempos.

 

Estas tres soledades son las que retrata J. Daniel Zúñiga en su documental Cuando cae la noche, ópera prima que desde una fotografía fija y sobria, acompaña a sus personajes por el ocaso de sus vidas. Con una crítica implícita: estos tres hombres también son el residuo de una sociedad del mercado que los ha marginado cuando ya no los considera aptos para la vida productiva.

Cuando cae la noche forma parte de la Competencia oficial del 37° Festival Internacional de Cine en Guadalajara, participa en la sección de Premio Mezcal.

 

Platicamos con J. Danuel Zúñiga sobre este documenta, retrato de tres hombres que también son retrato de las preocupaciones del director. 

 

¿Por qué tu interés en retratar a estos tres hombres solitarios?

Yo hago mucha foto callejera. Al checar mi portafilio encontré un patrón muy marcado, así me di cuenta de que ese era el tema del que quería hablar. 

Hace poco, en un festival, un programador también me preguntó por qué estaba contando esto. Le conté que mi miedo más grande en la vida es acabar mi vida solo. Él me dijo: “¿Y por qué te preocupas por eso sí ahorita tienes 30 años?” Pero siempre llego a ese pensamiento y quería hablar de eso, sin hablar de mí. Entonces busqué a tres personas que me dieran las herramientas para hablar de este miedo a través de ellos. Así los encontré y me ayudaron a expresar este miedo, sin tener que hablarlo yo, porque ni siquiera lo he vivido. 

 

Señores de la tercera edad que viven solos debe de haber muchos, ¿cómo te decantaste por José La Curra, Víctor y Braulio? 

En Navidad fui a Torreón y estaba sondeando las zonas en las que quería filmar. Un día encontré a La Curra en una plaza, sentado en una banquita, en una plaza, a las 12 del día con el sol fuerte. Su cara me llamó la atención. Al día siguiente fui con la fotógrafa Marta Moreno y él seguía ahí. Me acerqué y empecé a platicar con él; me contó su vida, lo que vemos en el documental, cómo era su rutina, que a veces iba a la cantina y que no lo dejaban entrar a su casa porque andaba tomado .

La misma semana fuimos a la Plaza de Armas en Torreón, donde se junta gente de la tercera edad a bailar y cantar. Había un carro beige con dos señores adentro. Uno de ellos era Víctor, con su barba blanca, pensé que también lo quería entrevistar. Empezó a hablar de todo, tenía muchísimo que decir. Era de estas caras que cuentan una historia y eso estaba buscando, caras que ves y sabes que han pasado por muchas cosas.

Y con Braulio, él es mi tío, esposo de mi tía Chacha que falleció durante la producción. Él siempre ha estado con su familia pero tiene un alma solitaria. Su lenguaje corporal habla un poco de una soledad, yo lo había notado desde antes de que falleciera mi tía. 

Así los encontré.

 

Cuando empecé a ver el documental pensaba que buscabas hacer evidente la relación del documentalista con los personajes. Después noté que esta relación cambiaba: con La Curra eres muy cercano, con Víctor te vuelves vocero de cosas que a él le urgen decir, y Braulio me pareció indiferente, no le importa mucho que estuvieras ahí. ¿Buscabas esto o qué me puedes contar de las tres experiencias? 

Justo por eso es una edición episódica: cada uno tiene una temática, un estilo, al mezclar iba a brincar de un estilo a otro. 

La Curra es amigable, cálido, te adopta como un amigo; Víctor nos usó como una herramienta para expresarse y Braulio nos dio una apertura a su vida, nos dejó estar donde quisiéramos, hay un plano en el que él está durmiendo y es lo más cerca que estuvimos de él; creo que con él pudimos intimar más porque no le importaba que estuviéramos ahí, y eso me ayudó a expresar mejor esta soledad, esta tristeza, creo que con Braulio pudimos explorarlo más.  También los colores cambian muchísimo: con La Curra son vívidos, saturados. Con Víctor queda un poco eso y con Braulio se apaga, pero así fue como ellos nos dieron su vida, como querían ser filmados.

 

Por lo que me cuentas, Braulio se acercaría más a la película que querías hacer.

 Creo que sí. Se parece más a la exploración que teníamos en la carpeta cuando estábamos gestando el proyecto. Hablábamos mucho de planos fijos, nos inspirábamos en la foto fija porque nace de las fotos que hice antes, pero cuando llegas con Víctor y La Curra te das cuenta que no puedes hacer eso, como creador te tienes que adaptar a la vida de ellos, moldearte a lo que ellos te están dando. Pero creo que aun así lo enriqueció, le dio diversidad a cada capítulo.

 

 

En Cuando cae la noche también haces un retrato de Torreón. Están las calles, ciertas esquinas, el interior de las casas; ¿pensabas en la ciudad como un personaje o un factor que actuara activamente en tus historias?

Habíamos concebido a Torreón como un personaje más, un espejo de ellos tres. Yo quiero mucho a Torreón, me encanta su estética, de algún modo está estancado en los setentas, hay mucho abandono, una ciudad solitaria que creció en medio de la nada, eso siempre lo tuvimos en mente como reflejo de los personajes, que van más o menos en el mismo camino de la vida. 

Los personajes están en una etapa posterior a su etapa productiva, ya no le funcionan a la sociedad para nada, son como un estorbo y son alienados, entonces como que eso se refleja también con la ciudad.

 

Cuando cae la noche, Dir. J. Daniel Zúñiga

 

Cuando ves los créditos sabes que al menos dos de tus personajes no vieron la película terminada, y el tercero carga con la muerte de su esposa, pareciera que la muerte es otro tema subyacente. 

Como te decía, mi miedo es morir solo, y a la hora de filmar tenía eso en mente, que la muerte está cerca, y aunque nunca se menciona siempre se piensa en eso. 

Ellos bromeaban conmigo: a ver si llego, a ver si acabamos la película, porque a cierta edad ya es parte de la vida pensar en la muerte. Eso se refleja en la película, porque es inevitable no pensar en la muerte. 

La Curra y Víctor fallecieron en 2020 de Covid, cuando me enteré me pegó mucho. Me contaron que fallecieron en condiciones muy parecidas a como los filmé. Su vida siguió siendo igual a como las filmamos, y que se hayan ido a como los retratamos me resuena muchísimo con lo que pasó en la vida real. El epílogo, de sus espacios vacíos, que estaba hecho antes de que fallecieran es un espejo de sus vidas, la señal de que la muerte ya venía.

 

¿Crees que una película como Cuando cae la noche puede alertarnos o hacernos repensar en lo que significa ser un adulto mayor?

Desde que concebimos la película sabíamos que era una película difícil, que iba a tener este ritmo y que ibas a acabar con un estrujamiento del corazón. Creo que Cuando cae la noche te invita a reflexionar sobre la soledad, el remordimiento, sobre tus acciones, sobre tus seres queridos que están en esa etapa de vida y sobre tu propia vida. Creo que la soledad también se hizo un tema recurrente ahora con la pandemia, a algunos nos tocó estar solos mucho tiempo y llegó un momento en que empezamos a revalorar las cosas. 

Lo que yo intento es que gente de todas las edades piensen en sus acciones y en las cosas que los pueden estar llevando a la soledad, pero tampoco como un juicio: es reflexionar y que cada quien encuentre algo en sus vidas o en las vidas de sus gente cercana, que a lo mejor puedan acompañar a alguna persona, que no se sientan solos, que realmente estén con las personas, creo que es lo importante.

Cuando cae la noche (México, 2022). Dirección: J. Daniel Zúñiga. Guión: J. Daniel Zúñiga. Producción: J. Daniel Zúñiga, Centro de Capacitación Cinematográfica. Música: Bernardo Castro. Sonido: Ines Adriana, Carlos Cepeda. Fotografía: Marta Moreno. Edición: J. Daniel Zúñiga. Reparto: José Torres, Víctor Sergio Rodríguez, Braulio Lara.