‘...Esperanza’, de Mayra Veliz y las dolorosas historias de familia

¿En qué momento decidiste que la historia de tu abuela, Esperanza, te daba material para hacer un cortometraje?

Conocía muy poco la historia de mi abuela. Lo que sabía era por medio de mis papás y mis tíos. Se me hacía raro ver que ella no asistía a las reuniones familiares porque estaba en Estados Unidos, pero nunca me atreví a preguntar por qué.  Después supe que mi abuela estaba casada con otra persona y que por eso vivía en Estados Unidos. Hasta los 17 años me enteré que estaba divorciada de mi abuelo.

Cuando comenzó la pandemia estaba planeando otro cortometraje de ficción. La pandemia nos impidió hacer el rodaje y regresé a Guadalajara sin saber qué hacer.

Después salió la convocatoria de Polos Virtuales, ahí inscribes un proyecto para realizar un corto documental y ellos te capacitan para desarrollar la idea. Mi mamá me convenció de hablarle a mi abuelita para que me contara su historia.

No esperaba que mi abuela quisiera platicar conmigo sobre el tema, no era algo que se platicara en la familia, pero ella aceptó rápidamente. Sólo me pidió no salir en el corto y que yo siempre estuviera a su lado, porque le daba un poco de vergüenza. Así surgió ...Esperanza. 

¿Cómo fue la transición de ser la nieta que platica con la abuela, a ser la directora de cine que asume a Esperanza como protagonista de su cortometraje?

La primera entrevista la realizamos en una reunión familiar; nos fuimos a su cuarto para tener privacidad. Desde el inicio quise que ella se sintiera cómoda, sobre todo cuidé que no se sintiera invadida por mis preguntas. 

Conversamos mucho, esa primera plática me ayudó para acercarme a ella, conocer los detalles de su vida y para que ella se desahogara, incluso recuerdo que nos reímos bastante.

En la siguiente ocasión ya estaba preparada para filmar. Nos fuimos a un espacio aislado en su casa, con menos ruido y sin gente, para que nadie nos interrumpiera. En ese momento ya tenía muy claras las preguntas que quería realizarle y así salió la conversación.

Para ella fue un desahogo y un alivio poder contar lo que vivió sin pelos en la lengua. Hay situaciones muy dolorosas, que cuando me las contó sentí mucho coraje, pero nunca la quise interrumpir y dejé que la conversación fluyera. 

Aunque el testimonio de tu abuela es poderoso, el cortometraje también se apoya mucho en sus elementos visuales. ¿Cómo desarrollaste el concepto visual de ...Esperanza?

Me inspiré en la narrativa de Tempestad, de Tatiana Huezo. Mi intención era crear algo simbólico, que representara lo que mi abuelita me estaba narrando, porque desde un principio ella me dijo que no quería salir en la entrevista. Esta narrativa la empecé a idear desde Polos Virtuales, ya que nos pedían que lleváramos algunas referencias de cómo queríamos que se viera la fotografía y el estilo del documental.

Gracias a todo el desarrollo que hubo en la preproducción empecé a imaginarme ciertos escenarios que aparecen en el corto. Además de la influencia de Tatiana Huezo, también me inspiró muchísimo Andrea Martínez, una de mis maestras en Polos Virtuales, quien me enseñó muchas cosas. 

¿Formaste equipo con tus compañeros de Polos Virtuales para producir tu cortometraje?

No pudieron acompañarme porque quise hacer el cortometraje muy rápido. Se acabó Polos en septiembre y yo quería rodar enseguida. De hecho, metí el proyecto a varias convocatorias para que nos dieran algún apoyo, y aunque no nos dieron nada, decidí seguir adelante con la filmación.

Un amigo mío es fotógrafo y tenía una cámara de vídeo, él fue el primero que se unió al proyecto. Después, una amiga de la universidad nos ayudó con la producción en línea y mi hermana se convirtió en la productora del corto. Formamos un equipo de cinco personas muy cercanas a nosotras.

Mi papá también nos ayudó porque él es del rancho, nos llevó a lugares para hacer las mejores tomas y nos consiguió con sus amigos la camioneta que sale en el cortometraje. Para el hospedaje nos quedamos con una tía que vive en el rancho, y para filmar con mi abuelita me lancé en solitario. Se trató de una producción muy rápida.

Después Focine nos apoyó para la postproducción y eso nos ayudó a culminar el proyecto exitosamente.

Vas a presentar ...Esperanza en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, ¿qué expectativas tienes de este estreno?

Para mí y para mi equipo es una gran logro, sinceramente no esperábamos quedar seleccionadas porque somos novatas, entonces es algo muy emocionante.

También queremos que la gente vea el cortometraje, porque sabemos que muchas mujeres en México y en Latinoamérica vivieron o viven lo mismo que vivió mi abuelita, queremos hacer conciencia de estas situaciones y poner sobre la mesa ciertos temas sobre los que nadie habla o que se normalizan. 

Me gustaría mucho que la gente empatice con la historia de mi abuelita, y que eso haga que otras mujeres empiecen a contar sus propias historias, para que esto poco a poco se vaya erradicando y ya no se vea como algo normal.

Me hubiese encantado que mi abuelita estuviese presente en el estreno, pero ella ya está descansando en paz, así que ahora siento que es mi deber y responsabilidad preservar su historia y llevar el corto a todos lados, para que el mundo sepa lo que vivió.