‘Dulces tentaciones’, de Oscar Blancarte: el encuentro de la maestra y la trans


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11 de diciembre, 2025

Por Carlos Ramón Morales

 

Por un lado está la maestra Concepción, ya jubilada, quien gasta las noches en el casino, a la caza de un premio del tragamonedas. Por el otro está La Diabla y su show de cabaret, quien estafa a sus clientes cuando se puede.

Un accidente obliga al encuentro de las dos mujeres: Concepción atropella a La Diabla y  la lleva a su casa para curarla. La curación se vuelve mutua: dos mujeres con vidas opuestas, encuentran, una en la otra, hallazgos, astucias, miradas del mundo que las enriquecen.

Dulces tentaciones, de Óscar Blancarte (El jinete de la divina providenciaDulces compañíasEntre la tarde y la noche), presenta en tono de comedia negra a dos seres tan solitarios como complementarios. Basada en la obra de teatro Afectuosamente, su comadre, del guerrerense José Dimayuga, esta película tiene su centro en el humor pero desde ahí se acerca a zonas de la psicodelia que perturba o ensueña.  

Con los protagónicos de Margarita Sanz y Gary Centeno, a quienes acompaña un reparto compuesto por Ariel López Padilla, Ignacio Saucedo, Anka TIvadar, y cameos de Cesar Bono y Memo Ríos, Dulces tentaciones tendrá su estreno en salas a partir del 11 de diciembre. Compartimos la charla con su director.

 

Dulces tentaciones viene de una obra de teatro de José Dinayuga, dramaturgo guerrerense.¿Qué le llamó la atención de esta obra para hacer una película?

La mayoría de mis películas son intimistas. Pocos personajes, tienen un contenido sustentable y sobre todo emotividad. También me encanta el humor negro. Cuando vi la obra de teatro me gustó su humor cínico e irreverente. Coincidía con los temas que toco en mis películas, como la soledad, el amor, el desamor y la muerte.

De esta obra de teatro me llamó la atención que dos personas solitarias se juntan desde mundos opuestos, por un accidente de la vida, y se vuelven grandes compañeras.

 

¿Cómo traduce una obra de teatro a un set de rodaje?

Entendí su premisa y que era fácil adaptar Había que meter más personajes, más situaciones. Por ejemplo, en la obra de teatro dicen: "vamos a ir al bar La Mariposa Encantada" y aquí hay que mostrar a La Mariposa Encantada. Salir al exterior para hacerla más creíble: una historia que llegue a los corazones, al público.

Hay que ver ese lugar. Hay que ver a esos personajes y hay que amar a esos personajes.

 

En momentos, Dulces tentaciones se vuelve perversa, como cuando se habla de El coleccionista, la novela de John Fowles, o cuando bailan “Corazón de melón”, que parece detenerse la dramática para crear una escena cinematográfica, proponer imágenes poderosas.

Eso es lo importante del cine, las imágenes poderosas. Por ejemplo, a la casona la descubrí como un personaje más dentro la soledad de los personajes. Para el baile de ellos y el juego de luces, el diseñador de producción José Luis Aguilar propuso tonos cálidos y pasteles para la escena.

Poco a poco se conjuntaron todos los elementos: la fotografía. el trabajo actoral, la señora Margarita Sanz y Gary Centeno; les creamos un tono armónico pero también cínico, irreverente,  y sobre todo, como dicen los ingleses, negro, un humor negro.

 

 


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Usted ha sido un director de actrices maduras. Ahora trabaja con Margarita Sanz. ¿Cómo fue la dinámica con ella y Gary Centeno para lograr la química que necesitaba la película?

Es una complicidad. La historia es una complicidad que se va descubriendo. La Diabla mira a una maestra que le va a enseñar cosas que no aprendió en la calle. Y ella va a conocer a un travesti que se presenta como un hombre el primer día que lo conoce. Estos mundos se conjugan. Trabajé mucho la parte anímica de los personajes y el encuentro de ellos en su soledad.

En efecto, un amigo me dijo: "Tú eres como Almodóvar, tienes tus chicas blancartianas." Estas películas con Martha Navarro en El jinete de la divina providencia, con Ana Martín en Dulces compañías, o Angélica Aragón y Evangelina Elizondo. Ahora fue el turno de Margarita Sanz.  

 

Justo hay un tema constante en su filmografía: mujeres maduras enfrentadas a un ambiente opuesto al de ellas. Convoca a las grandes actrices de las últimos décadas a enfrentarlas con ladrones, trasvestis, universos raros para ellas....

Yo estuve muy enamorado y sigo enamorado de mi madre. Fue una mujer que tuvo nueve hijos, que se casó a los 16 años, estuvo con mi padre durante más de 60 años. Vi su transformación, el reto de madurar como mujer.

Cuando me llevaba al cine, la veía llorar con las películas de Pedro Infante, o películas donde las mujeres sufrían. Hay una película que me me llevaba mucho a ver, la ponían cada 10 de mayo, Madre querida, de Juan Orol. Había colas en el cine Alameda para ver esa película. Las mujeres maduras, con hijos, lloraban y se emocionaban. Pensaba: "mi madre viene al cine a llorar". No sabía que se llamaba catarsis: era una manera de soltar a sus demonios y recuperar su dignidad.

 

También llama la atención los cameos de dos cómicos emblemáticos de los ochenta: Memo Ríos y César Bono. ¿Por qué hacerlos participar?

Soy muy amigo de Memo Ríos y de su esposa Susana Thompson, la conocí antes de que se casaran y hemos quedado en una buena amistad.  Memo me decía: "¿Cuándo me vas a contratar, señor director?”. Y con César Bono fue igual, me sucedió lo mismo que con Rafael Inclán en La promesa, donde yo veía actores que jamás pensé dirigirlos.

Trabajar con ellos me llena de satisfacción, eran personajes que veía en pantalla y se fueron convirtiendo en parte de mi vida.

 

Entiendo que fue muy sufrido terminar Dulces tentaciones, entre la pandemia, enfermedades y retrasos en la producción, Quizás su trabajo sea como el renacimiento que tiene Concepción al conocer a La Diabla. ¿Cómo fue ese tránsito de recuperar el pulso del cine?

El cine mexicano independiente es muy riesgoso, muy difícil de hacer, y tienes que ser paciente, porque las condiciones en México no están dadas, y la cadena productiva entre productores, distribuidores y exhibidores tiene una distancia enorme. El día que se logre conjugar eso, el cine mexicano va a renacer como en la Época de Oro.

Yo me tuve que volver un guerrero azteca del cine independiente desde joven, empecé con mis cortometrajes con Gilberto Owen, con el Espacio Escultórico, y me di cuenta de que no había más que un camino. Yo tenía que producir, dirigir, distribuir y exhibir. Eso me da pues fortaleza para seguir en el  cine.

Soy un cineasta independiente y seguiré siéndolo toda mi vida. Aprendí cómo hacer cine y una de las maneras es hacer complicidad entre los actores, el equipo técnico, armonizarnos entre todos para que se cree el espíritu de la colmena, que yo he querido inyectar en todas mis películas.

 

Dulce tentación (México, 2025). Dirección: Oscar Blancarte. Guion: Oscar Blancarte y Leticia Arellano. Productor: Oscar Blancarte. Casa productora: Leos Films. Película realizada con el apoyo de Fidecine. Cinefotografía: Arturo de la Rosa Martínez y Gerónimo Goded. Sonido directo: Miguel Sandoval. DIseño de sonido: Ricardo Lameiras. Música: Nicole Picazo Vallarino. Edición: Gabriel Orozco López. Reparto: Margarita Sanz, Gary Centeno, Ariel López Padilla, Ignacio Saucedo, Ricardo Franco, Juan Verduzco, Cesar Bono, Memo Ríos, Anka Tivadar.

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