La 3ra Muestra de Cine en Lenguas Indigenas se realizará el 19 y 20 de noviembre en la plataforma Contigo en la Distancia, y del 21 al 30 de noviembre a través de sedes presenciales, televisoras públicas y FilminLatino, la plataforma del Imcine.
Consulta la Programación de la 3ra Muestra de Cine en Lengua Indígena en noviembre
Aprendizajes necesarios como la recuperación de una lengua; aprendizajes de costumbres atávicas que pueden arruinar la vida conyugal; aprendizajes para preservar la identidad en una ciudad ajena e intimidante.
Mujeres Yoreme: Maxtiallero (maestra bilingüe) de Iris VIllalpando, La Baláhna de Xóchitl Enríquez y El ombligo de Guie’dani, de Xavi Sala, son los títulos que se podrán ver durante este mes.
Habladas en lenguas yoreme y zapoteca, estas películas dan cuenta de la diversidad de las juventudes de los pueblos originarios, y de los retos con los que asumen su identidad en el mundo.
De la serie Yolem Jammut (mujeres yoreme), Isis Villalpando presenta el cortometraje Maxtialeero (maestra), que hace el retrato de Consuelo Torres, maestra bilingüe yoreme.
Grabada en Jahuara !I, en el Fuerte, Sinaloa, esta semblanza reconoce la labor pedagógica de doña Consuelo, que alcanza mayor mérito al ser una de las pocas hablates de la lengua yoreme, que intenta inculcar su lengua a niños y adultos de la comunidad.
”le doy clase a los yoreme, a los niños les enseñaba en otros tiempos y ahora les enseño a los grandes y a lso mayores que yo”, dice la maestra Consuelo en el documental. Aunque jubilada, continúa su labor en la UAIS de Jahuara II, donde enseña la lengua a yoremes y no yoremes.
“Los hablantes de yoreme están desapareciendo y las nuevas generaciones no hacen mucho por aprender la lengua, principalmente para evitar la discriminación”, explica la directora Iris Villalpando. Ella incursionó en el cine en 2016, tras recibir una capacitación en Polos Audiovisuales. En 2017 recibió apoyo por parte del CDI para realizar el proyecto Yolem jammut, que da a conocer el trabajo de una curandera, una partera, una maestra bilingüe, una cocinera y una alfarera. En meses anteriores hemos conocido dos de estos cortometrajes, ahora es el turno del retrato de Consuelo Torres.
“Desde que decidí hacer documentales, mi objetivo ha sido que la lengua yoreme sea la protagonista de mis historias. No sé hasta cuándo podré hacerlo, porque cada vez son menos los hablantes de yoreme en la comunidad. Por eso, cada vez que me entero que se muere un hablante de la comunidad, siento que nos estamos quedando solos”, concluye la cineasta yoreme.
La baláhna es una ceremonia ritual que se practica en algunas comunidades del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. Consiste en mostrar las sábanas del primer encuentro conyugal de una pareja, para mostrar que la esposa llegó virgen al matrimonio. Se dice que esta costumbre inició en tiempos de la Conquista, y que era una forma de asegurar que las mujeres que quisieran casarse no hubieran sido tomadas antes por algún español.
Es una costumbre obsoleta que, sin embargo, todavía se celebra en algunas comunidades de Oaxaca. Y a esta tradición alude Xóchitl Enríquez para realizar su cortometraje La Baláhna, hablado en zapoteco y español. En esta historia, Catalina ha contraido nupcias y debe enfrentar la prueba de pureza en el primer encuentro sexual con su esposo. Los problemas se dan cuando no mancha su sábana.
“Hace 30 años se dio algo parecido con una mujer de mi familia”, recuerda Xóchitl. “A partir de lo que ella me contó empecé a investigar sobre esta tradición que todavía existe en el Istmo de Tehuantepec, en comunidades como Álvaro Obregón, Juchitán, Unión Hidalgo.”
La Baláhna se realizó en 2020, gracias al 20 Concurso de Proyectos de Cortometrajes por Regiones, y tuvo su estreno en 2021, en el Festival de Cine de Sundance.
Este cortometraje se filmó en el punto álgido de la pandemia, y a pesar de las dificultades, logró salir adelante para mostrar el talento y la mirada fresca de la cineasta oaxaqueña. “Poco a poco el corto se fue dando. Hubo un caos, el mundo se está acabando, hay tantas muertes, tus seres queridos se fueron, los padres de muchos amigos murieron, estábamos padeciendo mucha tristeza en el aire, y aun así el corto agarró su propia vida. Ahí estaba la gente y es lo que más me sorprendió, decir ‘órale ya está todo puesto’”.
Guie’dani es una adolescente que quiere bailar, salir de fiesta y comer comida chatarra, pero vive en una comunidad pobre del Istmo de Tehuantepec y debe marchar, junto con su madre, a hacer labores de servicio doméstico en la Ciudad de México.
Todo está creado para que Guie’dani engrose las filas de la servidumbre. Ella no está conforme. Dice que no quiere ser una esclava.
“Xadani, el pueblo de donde provienen los personajes, es la comunidad que exporta más trabajadoras del hogar en Oaxaca”, explica el director Xavi Sala el origen de esta película. “Agrego mi experiencia con las familias acomodadas y sus comportamientos con sus empleadas: aunque el mundo del servicio doméstico es ajeno para mí, términos como la ‘muchacha’, hacerlos usar cubiertos diferentes... ahí se daban los ingredientes perfectos para lo que yo quería mostrar.”
En El ombligo de Guie’dani la lengua zapoteca juega un papel medular. En ella se cifra la identidad de la protagonista, así como el reto de convivencia y resistencia que debe vivir cuando enfrenta la hostilidad citadina. “La lengua es importante”, refiere Sala. “Tanto le presté atención, que tuve tres traductores en diferentes fases del guión. Hasta la actriz mamá de Guie’dani empezó a corregir cosas, para llevar la traducción perfecta a la variante zapoteca de Xadani. De hecho Sótera tuvo que adaptarse del zapoteco de Juchitán al zapoteco de Xadani. En la película también se ve cómo la familia pudiente utiliza el inglés para distanciarse y destacar. En cambio ellos piensan que el uso que hacen Guie’dani y su madre del zapoteco es por molestar y para ocultar cosas”.
En 2019, cuando se dio el estreno de El ombligo de Guie’dani, los habitantes de Xadani miraron con alegría esta película de ficción, en la que se reflejaban en la protagonista, quien hablaba en zapoteco. “Están fascinados pero no sólo en las comunidades zapotecas y de Oaxaca. En Puebla la proyectamos y estaban sorprendidos porque la película cuenta cosas que querían ver y nadie les mostró. Se ven con personalidad y dicen: ‘puedo ser mi propia identidad y no sentir pena de ello’. Guie’dani representa esas nuevas generaciones que sienten orgullo de su origen.”