En el centro está la Catrina, con una guitarra. Pero miren con más atención: en la música la acompañan un par de calacas que le dan al acordeón, la guitarra y los timbales. Dos luchadores nadan en el lago. Y hay muchos pájaros, con sombreros norteños, costeños de charro. Es toda una fiesta. Una fiesta nocturna en un lago que podría ser Xochimilco. Pero su creador, Jorge R. Gutiérrez, aclara: también podría ser el plácido lago de Annecy, la pequeña ciudad francesa donde ocurre el festival. Nomás que ahora le llegó la fiesta mexicana.
Lo creó Jorge R. Gutiérrez, chilango-tijuanense y en realidad fronterizo. De él ya habíamos visto esa imaginería fantástica y mexicana que fue El libro de la vida (2014), y también hemos estado atentos de series suyas como El Tigre. Las Aventuras de Many Rivera (1999), emitida por Nickelodeon, o Maya y los tres (2022), miniserie para Netflix.
Ahora, desde esta fiesta nocturna, Jorge R. Gutiérrez celebra la animación mexicana que llega a Annecy. Y platicamos sobre su cartel y sobre el gran momento -mágico, lo define- que vive la animación de nuestro país.
Platícame cómo fue la creación del cartel de México en el Festival de Annecy.
México como país invitado en el Festival de Annecy es fiesta y celebración. Sería mi cuarto Annecy y estoy emocionado. Mi esposa y mi hijo van por primera vez conmigo.
Mi inspiración fue Xochimilco, lo comparé con el lago de Annecy, que es un lago súper calmadito. Todos los pósters siempre son de día y dije: no, para mí, el verdadero Annecy es en la noche; ves las películas en la oscuridad, en la noche, y la ciudad brilla, ahí está una inspiración. También quería que mi póster fuera una trajinera trayendo cultura popular mexicana, que viene llegando a la pachanga y trae luchadores, cosas del Día de Muertos, elementos prehispánicos, música regional; un bufete de cultura en el que hay sabores para todo mundo y todas las edades.
Debe ser un reto crear hacer un cartel que por un lado traiga tu visión del mundo y al mismo tiempo represente a toda una nación.
Ha sido mi trabajo de toda mi vida, y es de haber crecido en la frontera. Yo soy de la Ciudad de México pero llegué a Tijuana a los nueve años y me tocó ver qué le pasaba a la cultura mexicana cuando cruzabas la frontera y qué le pasaba a la cultura de Estados Unidos cuando venía a México. Siempre me ha inspirado mucho esta idea: ¿cómo le hacemos para salir de México y que se nos identifique en todo el planeta?
Hay mucha iconografía mexicana que cualquier persona en Japón, Alemania o África, ven a México como una calavera con un sombrero, una máscara de luchador, una imagen de Quetzalcóatl. Para mí es una forma de presumirle al mundo lo que tenemos en México, pero también con sentido del humor, porque somos artistas y queremos que celebren la felicidad de nuestra cultura.
Sé que otra de tus actividades importantes será estar de jurado de la Sección Perspectivas, con Estrella Ariza y Sofia Alexander
Estaremos de jueces en diferentes ramas, yo estaré en realidad virtual, en 2018 hice un corto de realidad virtual, El hijo del Jaguar, entonces me tocó ser juez este año.
Además daré una master class, hubo tanta gente inscrita que se transmitirá en YouTube. También, desde Netflix se van a enseñar películas hechas por mexicanos. Guillermo presentará Pinocchio y yo El libro de la vida. Y habrá un programa de Pixelatl sobre animación de televisión hecha por gente mexicana y se mostrará el piloto original de El tigre.
Ya quiero que me adelantes la master class. Y no es que me adelantes todo, pero si quisiera saber si habrá algún consejo importante que buscas compartir con los asistentes.
El consejo más grande que le puedo dar a los estudiantes de animación es algo que viví, de mi propia experiencia: fue en la escuela de animación en el CalArts, yo era el único mexicano y cuando llegué me di cuenta que no podemos escoger qué tanto talento traemos adentro, pero sí qué hacemos con nuestro tiempo.
Lo primero que hice fue darme dieta de videojuegos, trabajé diez veces más que mis amigos y mis compañeros, y ese fue mi secreto, me daban una tarea y yo hacía diez y entregaba la mejor, hacía más que los demás y me funcionó. Hay un dicho de Chuck Jones, súper artista de los Looney Tunes, decía que para hacer un buen dibujo tienes que hacer mil y el 1001 es el bueno.
¿Qué te parece la animación mexicana que se presentará en Annecy?
Los ojos del mundo están volteando a nuestro país y Annecy está poniendo todas las luces hacia este talento, desde cine de arte a efectos especiales o videojuegos. Las universidades ya tienen maestros que han trabajado en proyectos y no nada más tienen teoría, están enseñando práctica. La película de Spider-Man: Across the Spider-Verse, que es una obra maestra, hay unos cincuenta mexicanos trabajando en ella, muchos desde México, esta idea de que tienes que irte de México a buscar fortuna a otro lugar ya cambió. Gracias al mundo post-covid hay cada vez más oportunidades. Es un momento mágico para los creadores mexicanos y para los que están estudiando animación. Nunca se había producido tanta animación en el país.
Qué genialidad que haya cincuenta mexicanos trabajando en Spider-Man: Across the Spider-Verse; también en el Pinocchio de Guillermo del Toro está buena parte de la Escuela de Guadalajara. Sin embargo, en el Anuario Estadístico de Cine Mexicano de 2022 aparece un dato preocupante, que solamente existían seis largometrajes de animación mexicanos. ¿Qué hace falta para que tengamos más películas totalmente mexicanas hacia el futuro?
Me choca decirlo, pero la respuesta es el dinero. Una película animada en México, si le va bien en la taquilla, gana diez millones de dólares; eso quiere decir que tuvo que haber costado tres millones dólares para producirse. ¿Cómo va a competir una película de tres millones de dólares contra Spider-Man que costó cien millones de dólares, o Coco, que costó doscientos millones de dólares?
Una película en México con talento mexicano, con presupuestos basados en la taquilla, vas a ser películas muy chiquitas, que no puede competir en un mercado global. Lo más cerca que podemos llegar es lo que está haciendo Irlanda, con películas Cartoon Saloon y Wolfwalkers, que costó ocho millones de euros. La idea es que la nominen a un Óscar para que pueda venderse en todo el mundo. El gobierno irlandés pone estos ocho millones de dólares y el estudio los tiene que pagar con la taquilla. Eso no existe en México, en México ninguna institución cultural te va a prestar ocho millones de euros para que hagas tu película animada.
Hay esfuerzos institucionales de apoyar a la animación mexicana, pienso en la convocatoria de Focine, es un buen paso, pero no es todo. ¿Qué más tendría que hacer el sector público, privado para alentar u consolidar a la animación mexicana?
El problema es que tienes a Japón, que tiene una infraestructura de películas animadas con costos bajísimos , basadas en propiedades que ya tienen un público de hace años en las mangas. ¿EO estás compitiendo con Estados Unidos, que tienen presupuestos gigantescos, entonces yo la verdad fuera de una película de arte la veo muy complicado hacer una película que pueda pelear comercialmente contra las grandes producciones americanas, es como decir por qué no hay una película mexicana de acción. Compite con marvel porque hay una porque no hay una película de ciencia ficción. Compita con la guerra de las galaxias. Es dinero, esa es la verdad, es el dinero.
¿Tú regresarías a hacer alguna película en México?
Toda mi vida. He querido hacer cosas en México, pero no hay la infraestructura. Cuando yo llego a México y digo tengo cincuenta millones de dólares, no hay un estudio que ha hecho así, entonces es la gallina y el huevo: hasta que alguien no arriesgue no habrá un estudio que lo pueda hacer entonces, por eso no he podido hacer nada en México, ahora está empezando a cambiar un poquito. Cada vez hay estudios que están haciendo proyectos cada vez más grandes. Ahora Mighty, este estudio en Guadalajara está haciendo una película una película animada para Nickelodeon y va a ser un paso gigantesco, que un estudio mexicano se eche una película entera para Nickelodeon, será un paso gigante.
Hace poco entrevisté a Miguel Ángel Uriegas, director de Fotosíntesis, me dijo que que el problema de la animación mexicana es que estaba muy cerca de Estados Unidos y muy lejos de otras animaciones. No sé si valdrá la pena voltear a ver otras formas de hacer animación en otros lados. Las animaciones de arte que Europa, las animaciones orientales, ¿no valdría la pena voltear a estas experiencias?
Yo como antropólogo cultural o cinéfilo me pondría analizar qué películas han salido de sus países, cómo dieron el salto. Me acuerdo que cuando salió Amores perros pensaba: ¿Por qué a está película mexicana le fue bien por el planeta? Es una película más mexicana que el mole, pero dio ese salto universal. Yo me pondría a analizar qué nos está faltando en el cine de arte y en el cine animado para dar ese salto internacional. Porque si creas una película animada de arte, sus presupuestos y sus públicos son chiquitos. Si no te nominan a un Óscar no la vas a hacer.
La participación de México en Annecy es un corte de caja y un punto de partida. Me gustaría pensar que habrá un antes y después de Annecy para la animación mexicana. Cuando termine la experiencia y los estudios regresen al país, ¿qué crees que tendrían que hacer?
Aunque es un momento glorioso y súper bonito, estamos pasando por la crisis de la industria de Hollywood, que le afecta al planeta entero del cine. Un momento complicado donde los estudios no quieren arriesgar, las plataformas digitales están recortando presupuestos, no se quiera apostar a cosas nuevas, ahorita está la huelga de los escritores, viene la huelga de actores, será un año complicado. Pero me gustaría pensar que con este con el árbol caído se hace leña y en México, si fuera videojuego, nacimos en nivel experto, estamos preparados para todo.
Cartel de México en el Festival de Animación de Annecy 2023