‘Veneno para las hadas’ de Carlos Enrique Taboada: brujerías en 4K

Entrevista con Felipe Marino, secretario general del STPC responsable  de la restauración de Veneno para las hadas

 

En México, distintos espacios se dedican a la restauración y digitalización de grandes títulos nacionales, como la Cineteca Nacional, o Filmoteca de UNAM. También, el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC) se agrega a esta importante tarea de preservación, y lo hace con un clásico del horror mexicano: Veneno para las hadas de Carlos Enrique Taboada. 

Veneno para las hadas es una película de 1986, que mereció cinco premios Ariel. Pero además, es un título que se ha quedado en el imaginario de las audiencias mexicanas, sobre todo las fanáticas de las historias sobrenaturales y de misterio.

Para los 40 años del Imcine se presentará, como función especial, la versión digitalizada en 4K de este clásico de Carlos Enrique Taboada. Y Felipe Marino, secretario general del STPC, nos platica de la experiencia que ha significado llevar las aventuras de Verónica y Flavia a claroscuros y hechizos renovados e inquietantes.

 

No es lo mismo trabajar con una película de los años 50 que con una de los 80, las condiciones de los materiales son distintas, ¿qué material recibieron de esta película? 

Veneno para las hadas venía en muy buenas condiciones, eso ayuda para hacer la restauración y la digitalización. La película es muy interesante, tiene buen reparto y una buena historia del señor Taboada. El negativo estaba en muy buen estado y eso ayudó, porque para digitalizar o escanear dependemos del negativo e incluso de cómo se filmó la película, porque de las tomas diferentes se hagan depende mucho la calidad que podamos tener con esta modernización. 

El negativo lo llevamos a un estudio para que se le haga una limpieza, posteriormente se escanea a 4K y una vez que está el escaneado podemos manejar el material, manipularlo en cuestión de colorización, manejar sus defectos; este negativo estaba muy bien pero siempre hay que hacerle correcciones, la mayoría suele tener raspones o algún daño. 

El escaneo se hace cuadro por cuadro, de ahí se manda el estudio. Ahí se pueden ir corrigiendo tanto el color como la imagen, por tramos o incluso por cuadro, dependiendo del daño que tenga. En algunos casos podemos clonar un cuadro por otro que esté muy dañado y es el proceso que se hace hasta que queda un primer corte. Cuando ya queda arreglada se pasa a un disco duro, se le da otra revisada y los detalles que van saliendo se arreglan en el segundo paso.

 

Acervos Imcine

 

¿Hubo algún reto especial en trabajar con esta película? 

Todas las películas son un reto, todas cuentan con obstáculos en el negativo, en el material como viene, sí es poliéster o nitrato de plata, hay muchas cuestiones. Esta película es un reto por lo emblemática, realmente nuestro reto era dejarla lo mejor posible y creo que lo logramos. Cuando uno ve el antes y el después de la restauración se ve la diferencia y es increíble. La película está muy bien. 

 

¿Cuántas personas trabajaron para en este trabajo de restauración y digitalización?

Desde el inicio participan personas para recoger el material y revisarlo, porque es muy delicado. Personalmente lo llevo al laboratorio y hacemos el scan con un ingeniero que limpia la película. Posteriormente hacemos el escáner y de ahí se manda al laboratorio con técnicos especializados, que le dan atención al color para que quede bien. Está el restaurador, el ingeniero que va viendo cuadro por cuadro; en el laboratorio participan alrededor de tres personas, en el scan otras dos. Es muy poco el personal que participa; originalmente el cine era algo maravilloso donde cada uno hacía su labor. Ahora, por una cuestión moderna, todo se ha reducido, pero el trabajo se hace con mucho profesionalismo. 

 

Tengo entendido que esto se realiza en unos estudios en Los Angeles. 

Es un estudio que se llama Síndrome de Vinagre, son muy profesionales. Tenemos comunicación con ellos porque independientemente de esto, hemos mandado otros títulos a restaurar mediante un convenio que hacemos entre el interés que tienen ellos en la película y nosotros en dejar nuestros materiales en las mejores condiciones.

 

 

¿Hay alguna escena de Veneno para las hadas que pueda sorprendernos ahora que veamos su restauración en 4K?

Regularmente lo veo uno en los oscuros, en las tardes-noches, este tipo de escenas que se perdían porque no había filtro, se perdía un poco esos negros que no nos dejaban visualizar bien lo que pasaba. Ahora, con las restauraciones resalta muy bien, con la coloración que se hace y se le da un toque especial a esas escenas. 

 

Acervos Imcine

 

¿Desde cuándo el sindicato realiza estos trabajos de restauración o digitalización ? 

Vengo de una familia de editores, soy el único que queda de la familia Marino y hemos sido cortadores de negativo; mi abuelo editó la primera película sonora que se llamó Santa

Fui caprendiendo de todo, inicié en la producción, me fuí de chinchihuilla cuando existía esa posición y aprendí en todos los departamentos en el rodaje. Siempre pertenecí al Sindicato de Técnicos y Manuales (STyM), en el que ahora soy secretario general; también soy secretario general del Sindicato de la Producción de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana (STPC). En el STyM tenemos 12 títulos propios y en el STPC tenemos 32 y cinco en porcentajes con el IMCINE, entre ellos Veneno para las Hadas. Antes de estar como secretario general manejaba mucho la cuestión de la edición, la postproducción, la distribución, los derechos patrimoniales; ahí se va aprendiendo. En el cine la mejor escuela es la práctica, y sobre todo antes donde los procesos eran rústicos, pero eran muy bonitos, muy padres. 

Me di a la tarea de empezar con el STyM, con las doce películas; por ahí tenemos una muy interesante, La sombra del caudillo, de Julio Bracho, que la Cineteca hizo una restauración impresionante. Tenemos varias películas de Angélica María, La soldadera de (José) Bolaños, de Silvia Pinal. En el caso del STPC tenemos 32, existen títulos interesantísimos como Ensayo de un crimen, El rebozo de Soledad, El bárbaro del ritmo

La actualidad nos obliga a actualizarnos con los materiales, a digitalizarlos. Empecé a hacer convenios con personas que se interesan en los títulos, y con amigos en México, porque en nuestro país se puede hacer lo mismo que hicimos con Veneno para las hadas porque tenemos técnicos capacitados, con toda toda la seguridad de que quedaría un producto perfecto.

 

¿Qué habilidades debe de tener uno para volverse un buen restaurador?

Primero, tener un buen ojo es lo más importante, saber ver la película cuadro por cuadro, por escena, porque no todo el mundo puede ver una película, uno se adentra en la historia y se olvida de la calidad, pasa en muchos casos. 

Los restauradores tienen la habilidad de ver cuadro por cuadro. Es un proceso desde que reciben el material, revisarlo físicamente, que no tenga daños físicos para que cuando corra dentro del escáner no haya brincos, que las pegaduras estén bien hechas, porque hay películas que de repente monta uno el rollo y empiezan a botar, por lo antiguas que son. 

Hay materiales que por lo antiguo tiene este proceso que los químicos que se vuelven a reactivar, empiezan a avinagrar la película, se empieza a dañar y es el momento de tener un un respaldo. Todo esto es el conocimiento que tiene que tener un restaurador.