'Detrás de la montaña' de David R. Romay: la consigna de matar al padre

Muere la madre de Miguel, escribano adolescente sin atributos, e inicia la incertidumbre de qué hacer con la vida. En las manos de su madre, Miguel encuentra una carta dirigida al padre que lo abandonó. Y decide hacer dos cosas: buscarlo. Y matarlo.

 

Así inicia Detrás de la montaña, primer largometraje de ficción de David R. Romay, que desde el 3 de junio se presenta en We Are One. Global Film Festival.

 

“Es un viaje de descubrimiento, un road trip con coming-of-age, y en cuanto al género tiene drama, thriller y hasta western, una peli donde el personaje viaja para encontrarse a sí mismo, un viaje muy personal”, describe David R. Romay a Detrás de la montaña. Hacemos videollamada, lo acompaña Marcela Ruiz Esparza, quien participó en la cinta con el papel de Julieta. Les emociona la oportunidad de participar en We Are One, el festival digital que organizan Tribeca y YouTube, y en el que están involucrados festivales tan importantes como Cannes, Toronto, Rotterdam y el Internacional de Cine en Guadalajara, el que propuso el filme de Romay.

¿Cómo surge la historia de este muchacho que va Ciudad Juárez a buscar a su padre?

David R. Romay: Para mí los guiones nacen de ideas básicas, ésta era un concepto filosófico: que para ser individual tienes que matar a tu padre y crear tu propia vida. Yo quería esto: un personaje que que en vez de ponerse sus culpas a sí mismo se las pone a alguien más, y la única manera de entender quién es y cuáles son sus alcances es viajar y confrontar ese fantasma. La idea tiene muchas cosas de mí: qué necesitamos hacer para que esta sombra del padre no caiga sobre nosotros toda la vida.

 

¿Cómo fue esta experiencia de acompañar a David en el proceso creativo de Detrás de la montaña?

Marcela Ruiz Esparza: Sobrevivimos. El primer draft que leí era apenas el esbozo de las ideas, me qué opinaba y le dije: ‘Me parece muy bien el tema pero ahora entra directo a lo que duele, a lo que quieres contar, a la herida abierta’ y David hizo una introspección durante mucho tiempo, buscó lo que quería decir de una manera muy honesta y me parece una acción extraordinaria.

 

Los personajes son de bajo perfil, no hay un héroe obvio, la historia se mueve en niveles discretos, ¿por qué crear estos ambientes, más allá de la anécdota central?

DRR: Inicié mi carrera como documentalista, entonces la película tiene ese lenguaje, la cámara está más como testigo que como participante de la historia, para mí era el proceso más natural. Los personajes también tienen eso, no hay una estructura narrativa convencional, buscaba una historia más real. No trata de los obstáculos sino del gran obstáculo de encontrarse y confrontarse con la idea del padre.

Uno de los principales méritos es que tienes un casting solvente, en el que destaca Benny Emmanuel, quien carga con la película.

DRR: Encontrar a Miguel fue lo más difícil de todo, es un personaje importante que tiene una edad riesgosa, porque a los 19 años en México no hay muchos actores que estén desarrollados a ese nivel. Benny tenía esta dualidad adorable y frágil, y a veces es perverso, fuerte y duro. Colabore bien con él y la verdad es que nos fue bien a ambos, aprendimos mucho el uno del otro, fue una buena experiencia.

 

¿Qué te parece presentar Detrás de la montaña en We Are One?

DRR: Es una sorpresa gratísima, cuando vi el anuncio me pareció espectacular, porque muchas películas como la mía tienen premios en festivales, les va bien, pero no logran llegar a los ojos de la audiencia. Hoy por hoy los ojos de los cinéfilos están puestos en el festival, hay mucha gente a la expectativa y para nosotros es un honor y un placer.

 

Tania Benítez: la aventura de la ópera prima

Tania Benítez, productora de Detrás de la montaña, tiene una filmografía que incluye películas como Camino a Marte (Humberto Hinojosa Ozcáriz, 2017), Vuelven (Issa López, 2019) o Polvo (José María Yazpik, 2019), que se mueven entre el cine de género y alguna búsqueda autoral.

La película de David R. Romay también es su primer reto de producir una ópera prima.

¿En qué momento apareces en Detrás de la montaña?

Cuando David termina uno de los tratamientos finales, después del curso que imparte Bertha Navarro. Aun cuando era ópera prima, el guión traía buenas tablas, tanto a nivel de estructura como a nivel de lo que quería decir. David la quería hacer en Chihuahua, esta historia era muy cercana a su corazón y para mí esos elementos me parecieron perfectos para meterme en la aventura de la ópera prima.

 

Estás produciendo algunas de las películas mexicanas más interesantes de la actualidad, éstas que van del cine de género a las búsquedas autorales, ¿es intención personal o cómo te sitúas frente a tu filmografía como productora?

Los directores de las películas que he producido vienen de un lugar muy genuino, eran historias muy cercanas a su corazón y a su forma de ver el mundo. Siempre he creído que no existe un cine u otro, existen historias y existe algo con lo que quieres conectar. También creo que como productora significa un reto mayor, porque cuando llegas a platicar del proyecto no son cosas obvias ni tampoco la salida fácil. Estas voces nuevas me dan la oportunidad de ser una nueva voz y de impulsarlos.

 

¿Qué diferencia encuentras entre el guión de Detrás de la montaña que leíste y la película que viste?

Vi un crecimiento impresionante de David, porque al principio la historia la había abordado más como hijo que como papá, en el camino que nos tardamos en financiar la película pasaron tres años y entonces fue papá, entonces la dimensión de su experiencia personal fue muy interesante, se volvió una historia que tenía muchos focos sin juzgar a ninguno, originalmente estaban puestos en el punto de vista del hijo y de repente daba el punto de vista de la historia familiar.

 

Detrás de la montaña se exhibirá en We Are One, ¿qué representa y cómo asume una productora estos tiempos sin salas, que el cine migra a las plataformas?

Es la puerta a muchísimas posibilidades. Lograr que confluyan todos los festivales con los que soñamos participar y tener una programación ahí, nos lleva a tener una audiencia global, no necesariamente especializada. Esto permite acercar a la gente: las plataformas y el internet hace que se genere un vínculo mayor entre la audiencia, esto genera empatía, entonces creo que esta combinación puede ser muy fuerte, para que cuando regresemos a las salas el público tenga la disposición, no sólo de ir a ver la película que se va a estrenar en el verano, sino ver otras alternativas.


Detrás de la montaña (México, 2020) Director: David R. Romay. Productora: Tania Benítez, Luis Arrieta, Javier Colinas, Marco Polo Constandse. Compañía productora: Los Güeros, Filmadora Nacional, Eficine 189, Fidecine. Director de fotografía: Fergan Chávez-Ferrer. Editor: Joaquim Martí. Sonidista: Sergio Díaz. Compositor musical: Arthur Henry Fork. Con Benny Emmanuel, Gustavo Sánchez Parra,Renée Sabina, Enrique Arreola, Marcela Ruiz Esparza, Daniela Schmidt y Paulina Treviño. Locaciones: Ciudad Juárez; Chihuahua (México).