Cine Inminente, una pantalla para Tehuacán, Puebla

La ciudad de Tehuacán es la segunda más importante en el estado de Puebla. Su relevancia está en que se encuentra en la frontera con Oaxaca y Veracruz, lo que la convierte en punto de paso de los habitantes de estos estados. 

Cuenta con un par de atractivos para los visitantes: sus proverbiales aguas termales, un par de edificios que han trascendido siglos y su valle de enormes cactus que vigilan entre la neblina. Pese a ello, su vida cultural de limita al recuento de glorias pasadas. Ahí es cuando proyectos como Cine Inminente adquieren relevancia. 

Cine Inminente existe desde hace una década, y propone un ejercicio de encuentro, debate y reconocimiento entre la población de Tehuacán, ávida de actividades culturales vivas. En estos momentos, gracias al apoyo de Focine, ha remodelado su sala y con ello renueva sus bríos de proponer nuevas historias para los habitantes de la ciudad.

Platicamos con Hugo Jiménez Castillo, quien junto con su hermano Mario, fundaron este espacio de cine, conversación y amistad.

 

¿Cómo nació Cine Inminente?

Mi hermano Mario comenzó a ver películas cuando todavía teníamos esos enormes cines en la ciudad, que cerraron años después. Ahí surgió su fascinación por las películas. Yo estudiaba la universidad en la Ciudad de México y solía comprar muchas películas y él las veía. Además, los fines de semana solíamos visitar los cines juntos.

En 2013 creó una página de Facebook, con la premisa de compartir su amor por el cine. Así surgió Cine Inminente. Al inicio era una página de difusión, más adelante me uní y comenzamos a organizar proyecciones. Nuestra formación cinéfila se basaba en las películas de Hollywood que llegaban a los cines en Tehuacán. Organizábamos maratones de Star Wars, donde las personas asistían disfrazadas. Pasábamos el día viendo tres o cuatro películas.

En 2019 participamos en un ejercicio de distribución y exhibición con la película Pájaros de verano. Conocimos a las distribuidoras mexicanas y así comenzó la transformación de Cine Inminente.

 

¿Cómo es el público de Tehuacán?

Tehuacán es una ciudad peculiar, un lugar de paso entre la Ciudad de México, Oaxaca y Veracruz. Creemos que, debido a esta ubicación, las administraciones locales han descuidado muchas áreas durante años, como espacios de recreación. Sabíamos que iba a ser un desafío llegar al público, dada la falta de movimiento cultural en la ciudad.

Pero a lo largo de las diferentes etapas que Cine Inminente ha experimentado en diversas sedes, hemos observado un cambio en el público. Esta evolución ha sido positiva; el público ha respondido favorablemente. Hemos atraído a un público joven que se ha mantenido fiel y ha mostrado una fuerte conexión con nuestro proyecto. 

En los últimos dos años, nos hemos establecido en un espacio fijo. Esta decisión ha consolidado más a nuestro público. Los jóvenes siguen siendo el núcleo, y es emocionante ver cómo cada vez que presentamos una película, vuelven con amigos o traen a sus familiares. También sus padres se han interesado y han comenzado a asistir a las proyecciones.

A pesar de las circunstancias iniciales en Tehuacán, hemos logrado construido un público fiel y comprometido. El intercambio de ideas y el crecimiento de la comunidad son gratificantes.

 

Cortesía: Cine Inminente

 

¿Qué tan complicado es trabajar con las distribuidoras? Y también, ¿cómo se adapta tu audiencia a este tipo de cine que les pide una forma diferente de apreciarlas?

Ha sido un proceso de formación muy interesante. Descubrimos otro cine, que incluía películas mexicanas, latinoamericanas y de diversas partes del mundo. Nos dimos cuenta de que necesitábamos educarnos por nuestra cuenta.

Antes de la pandemia decidimos invertir en un espacio físico, para arrancar funciones con distribuidoras. Nos sorprendió su amabilidad y su disposición a proporcionarnos las películas. No sabíamos cómo reaccionaría el público ni cómo afectaría nuestros costos. Sólo pudimos operar dos meses antes de que la pandemia lo detuviera todo, durante casi dos años. Sin embargo, la relación con las distribuidoras ha sido sencilla. Aunque alguna podría negarse o pedir números altos, en su mayoría ha habido una colaboración cercana y fluida.

Del lado del público y de nosotros mismos, enfrentar estas nuevas narrativas y formas de contemplar el tiempo en las películas ha sido un desafío. Los procesos de formación que experimentamos y compartimos con el público, a menudo durante los diálogos finales, no se tratan de sesiones académicas, sino de charlas entre amigos. Intentamos dar pistas sobre cómo vemos las películas, y estas pistas se quedan con el público que nos visita.

 

Me gustaría que me contaras acerca de este espacio fijo que consiguieron, cómo es y cuándo empezó esta aventura.

Mientras Espero es una cafetería ubicada en una casa de más de cien años en Tehuacán. Adaptaron parte de la casa como cafetería y habilitaron un foro para teatro. El aforo era para 30 personas únicamente, pero ya contaba con butacas y un escenario. Añadimos una pantalla que se ajustara bien al foro. Trajimos nuestro equipo de proyección, altavoces y todo lo necesario. Nuestra formación en ingeniería en comunicaciones y electrónica fue de gran ayuda para abordar muchos aspectos técnicos con creatividad.

Mientras Espero nos recibió de manera muy amable. Ya tenían referencia nuestra, pues la persona que nos conectó con ellos solía asistir a nuestras funciones.  Mientras Espero nos brindó una sede fija y nos permitió crear una experiencia más enriquecedora para el público. Ahora podíamos tener iluminación, asientos cómodos y un ambiente cuidado.

El espacio es encantador. Aunque está en el centro de la ciudad, se encuentra en una calle un poco escondida y te sientes desconectado del bullicio. Te ofrece una experiencia única durante esas horas en que disfrutas del cine. 

 

 

Tuvieron un cese de actividades porque estaban realizando renovaciones. Gran parte de estas novedades están relacionadas con el apoyo que obtuvieron de Focine. Me gustaría que me contaras cómo utilizaron ese respaldo.

Teníamos claro que debíamos avanzar hacia la adquisición de un equipo técnico profesional. Sin embargo, también éramos conscientes de que, sin un respaldo como el otorgado por Focine, sería complicado lograrlo. 

Un año antes de presentar la solicitud, ya teníamos una visión clara de lo que deseábamos. También sabíamos que necesitábamos asesoría experta y buscamos a una empresa especializada en instalación de equipos para cines. Ellos nos brindaron asistencia meses antes de la convocatoria, por lo que cuando presentamos nuestra propuesta, ya teníamos un plan concreto. A pesar de que hubo un ajuste debido a la convocatoria, pudimos adaptarnos a las circunstancias. Ahora, nos enorgullece contar con un proyector láser de 7000 lúmenes y un sistema de audio 5.1.

El nuevo equipo nos brinda facilidades notables. No necesitamos montar y desmontar el equipo tras cada función. Contamos con una pantalla que mide cuatro metros de ancho, cubre casi toda la pared, lo que realza la estética del espacio. 

Arrancamos el 9 de septiembre con la cartelera habitual, pero el mismo día tendremos una función especial de la película Dioses de México, que ganó el Ariel a mejor Largometraje Documental. Esta película fue filmada cerca de Tehuacán y en su momento contamos con la presencia del director Helmut Dosantos. Esta conexión entre el público y los creadores ha sido un aspecto gratificante de nuestra labor.

 

¿Crees que iniciativas como Cine Inminente están enriqueciendo la vida cultural de Tehuacán?

La comunidad formada en torno a estos proyectos es pequeña. Consideremos que Tehuacán cuenta con una población de 300 mil habitantes. En lo que respecta al público de Cine Inminente, podríamos hablar de 200 a 300 personas que, si bien son consistentes, aún constituyen una proporción modesta. 

Aunque los efectos no sean evidentes de inmediato, poco a poco comenzamos a observar un impacto más amplio. Ya no solamente atraemos público local; personas de otros lugares también se interesan. Familias enteras viajan desde Orizaba o Cholula para disfrutar de las películas que presentamos. Hemos comenzado a expandir nuestras miras, explorando regiones cercanas como Veracruz y Oaxaca, y notamos que en estas áreas no hay propuestas similares.

Hemos identificado en Cine Inminente un refugio cultural, un lugar donde el público encuentra algo que no estaba disponible. A medida que avanzamos, también vemos la necesidad de desligarnos de cómo se aborda el término de “espacio cultural”, que ha sido distorsionado en Tehuacán. Nos esforzamos por diferenciarnos de discursos vacíos y de brindar una oferta cultural genuina y diversa. Aunque creemos que este enfoque ha ido calando poco a poco, reconocemos que el camino a seguir implica consolidar y expandir nuestra propuesta. }

El futuro de Cine Inminente parece residir en la capacidad de fortalecer nuestro enfoque y explorar formas de expansión.

 

Cortesía: Cine Inminente

 

¿Cuáles son las aspiraciones que albergan para el crecimiento del proyecto?

Tenemos un anhelo compartido de establecer un espacio dedicado exclusivamente al cine. Contar con un lugar que cuente con dos salas de proyección, un aforo mayor que el actual, al menos el doble de capacidad. 

Soñamos con que este nuevo espacio albergue funciones durante toda la semana. Este proyecto implicaría dedicarnos al 100% a esta pasión, ya que actualmente, compaginamos nuestras actividades laborales y académicas con las proyecciones. Nuestra visión incluye consolidar una audiencia más amplia, abarcando diferentes zonas de la región y ofreciendo una experiencia cinematográfica que trascienda las cuatro paredes de la sala. Queremos que el cine se vuelva una experiencia integral, que se expanda más allá del recinto y se convierta en una vivencia que conecte con las personas en varios niveles.

Esto puede llevar de 10 a 15 años, pero el trabajo que estamos realizando es un paso hacia ese objetivo. 

 

Es interesante ver cómo Cine Inminente trasciende su espacio en Tehuacán y va teniendo presencia entre los cineclubes del país. Sus redes sociales son particularmente incisivas. 

Ha sido interesante ver cómo personas a las que admiramos han tenido la oportunidad de visitar nuestro espacio. Personas como Isabel Rojas de Oaxaca y más recientemente Paula Astorga. Es emocionante saber que ya conocen el lugar y pueden experimentar lo que ofrecemos. 

También hemos tenido la grata ocasión de recibir a directores que, al visitarnos, nos hacen saber que están muy satisfechos con el espacio y la reacción del público. Aunque parezca que estamos alejados, es gratificante ver cómo Cine Inminente logra tener una pequeña pero significativa presencia en el mundo exterior, más allá de las paredes de nuestra sala.