Estas coordenadas componen #Rats, ópera prima de Carlos Trujano que se realizó con el apoyo de Focine, que puede mirarse desde dos vías: la del thriller social, al estilo de la saga The Purge, o un estudio psicológico sutil, en el que los aspirantes a artistas se degradan al ritmo de las decisiones corruptas de las capillas de la cultura.
Cine hecho en Puebla, con la creatividad y el arrojo que refresca miradas e historias —”El nuevo cine mexicano vendrá de los estados”, lanza el manifiesto Trujano en los créditos de su pieza—, #Rats propone una perspectiva inquietante: la de una clase media que sólo podría reconocerse desde la violencia. Que acaso necesita hasthags y máscaras para recuperar su identidad.
#Rats se ha presentado en el Festival Icaro de Guatemala, en el Festival Macabro, y el 17 de septiembre se estrena con el público poblano en Cinetekton, Festival Internacional de Cine y Arquitectura.
Desde esta coyuntura aprovechamos para platicar con Carlos Trujano sobre esta aventura de ficción poblana.
En #Rats propones la transformación de un personaje como consecuencia de la violencia digital en redes sociales, ¿cómo nace esta idea?
#Rats parte de cómo las redes sociales modifican y permean nuestra opinión. Se trata de publicaciones en las que uno puede aparecer señalado: “él es un ratero, ella es tal”. Lo único real de la historia es que sí hubo un robo. Cuando salí de casa de mis padres, en el cuarto que rentaba, robaron varias de mis pertenencias. Hubo evidencia en video, pero fue complicado lograr que las cosas se resolvieran. Esa experiencia terminó vinculándose de forma directa con la trama.
#Rats roza la ciencia ficción. El género funciona como vehículo para hablar de lo que necesitamos mirar de frente. En este caso, la violencia como parte de un sistema.
Me resultó interesante tu mirada hacia grupos que conoces o con los que has tenido alguna relación, como son las capillas culturales…
Cuando uno apuesta por el arte o la cultura, se entra con idealismo: “el arte es lo más cercano a lo espiritual del ser humano”. Luego descubres que está lleno de dinámicas que no tienen nada que ver con ese ideal. A la clase media baja se nos repite: “saca dieces, trabaja duro, entrega tus tareas y llegarás lejos”. Luego descubres que no siempre sobresalen los más disciplinados. Hay reglas tácitas que me generan preguntas, miedo, y me interesa compartirlos.
Por eso en #Rats hay un foco puesto en la corrupción de las instituciones culturales. No se trata de señalar a una persona específica, retrato la flora y fauna del ecosistema cultural. Hay guiños y señalamientos a ciertas actitudes o posturas. Haber crecido y comenzado mi carrera en Puebla me ha puesto frente a esas dinámicas y las quise reflejar en la obra.
Fernando Cuautle encabeza #Rats. También participan actores con trayectoria, como Enrique Arreola y Ari López. Pero fuera de ellos, gran parte de tus actores y actrices son locales. ¿Cómo se conformó este elenco?
Con Fernando coincidimos en mi primer cortometraje; él es de origen poblano y desde que comenzamos a desarrollar la película pensé en él: me interesaba que empatiza con lo que queríamos contar y lo hizo de una manera profunda.
A él se sumaron Enrique Arreola, Eligio Meléndez, Aleyda Gallardo y Antonio Fortier, provenientes de Ciudad de México. El resto del elenco es local. Puebla tiene una comunidad fuerte de actores y actrices formados en escuelas de teatro, con décadas de experiencia en las tablas, aunque pocos han aparecido en pantalla, como Sarahí Sosa, Oswaldo Durán, o Pedro Giunti. Todos compartieron escena con intérpretes que ya hemos visto en otras producciones. Ese cruce, para mí, era importante.
Hay dos nombres fundamentales para que #Rats fuera posible. Por un lado, la Escuela de Cinematografía y Medios Audiovisuales (Cinema), que quizá fue el germen creativo del proyecto. Y, por otro, la productora Claudia San Martín.
#Rats nace del cine universitario: la Escuela de Cinematografía y Medios Audiovisuales (Cinema), desde ahí ganamos en 2021 el FOCINE para óperas primas. A partir de ahí, tanto Eduardo como Claudia San Martín se sumaron como productores. Eduardo, además, es el fotógrafo. Y en alianza con Atrapasueños Cine, Buzz Films y varios productores más logramos levantarla.
También contamos con el respaldo de la Secretaría de Cultura y de Museos Puebla, que facilitaron mucho el camino. Y la postproducción se dividió entre Tijuana, con Cine al Norte, y Ciudad de México, con Errante y Mario Monroy en la edición.
#Rats se construyó a partir de la unión de fuerzas locales, institucionales e independientes, que compartieron la misma apuesta: demostrar que sí se puede hacer cine desde Puebla.
Tu lema en los créditos finales: “El nuevo cine mexicano vendrá de los estados”, me parece una declaración poderosa. También llama la atención el guiño que haces a El mar entre las casas, película también poblana de Juan Carlos García: reconoces esa historia naciente del cine poblano, entablas conversación con quienes también han apostado por filmar en el estado.
Quienes estamos haciendo películas desde acá tenemos la responsabilidad de contar nuestras propias historias, tratando de mantener cierta independencia frente al modelo centralizado de producción.
Yo lo veo como un proceso: estamos aprendiendo a caminar, ya después correremos. Por eso celebro películas como El mar entre las casas. Es un proyecto sin apoyo institucional, un guiño local que para mí representa algo significativo, casi cursi: estamos haciendo cine.
Estas películas, aunque hechas con presupuestos limitados, ya existen. Enfrentamos una curva de aprendizaje: nos topamos con obstáculos, con cosas que habríamos querido saber hace dos o tres años. Pero, por ejemplo, en #Rats participaron más de 150 personas. Fue su primera experiencia como extras, actores o parte del crew, en un largometraje filmado en Puebla. Eso representa una experiencia colectiva que antes debíamos buscar fuera de nuestra ciudad.
Nos estamos sumando a un camino que se está construyendo. El cine como industria es una cosa, pero como expresión cultural, como testimonio de identidades, cosmovisiones y de los muchos Méxicos que existen, es otra, y necesitamos que venga de todos lados.
Todos los cines son importantes, pero yo, que crecí y trabajo en Puebla, tengo un compromiso con el cine hecho desde los estados. Y esto ya está ocurriendo. Estamos aprendiendo a hacerlo mejor, a terminar los proyectos, a hacer que se vean.
#Rats se ha presentado en Guatemala, en Macabro y ahora llegará a Cinetektón, que además tiene el peso de ser “la función en casa”, con lo que implica mostrarla ante el público local. ¿Qué significa exhibirla en esos espacios?
Ha sido un camino emocionante. Lamenté no asistir al estreno en el Festival Ícaro en Guatemala, estaba en el rodaje de mi siguiente película; en cambio, sí estuve presente en el estreno nacional, en Macabro.
Sin embargo, el gran estreno es en Puebla. Presentarla en Cinetekton es significativo. Es un festival clave para que crezcamos como comunidad. Aquí filmamos, aquí están los guiños y las referencias que el público local entenderá mejor que nadie. Además, será en el Teatro de la Ciudad, que es sede de las presentaciones culturales más importantes. Me emociona que la presentemos en la ciudad que vio nacer la película.
Ya tenemos más selecciones oficiales, en festivales dentro y fuera del país y, si todo sale bien, el próximo año tendremos estreno comercial.
Por ahora, lo más importante es esta función en Puebla: es nuestra premier en casa, el momento que más ilusión nos hace y el que sentimos como nuestro estreno.
#Rats (México, 2025). Dirección: Carlos Trujano. Producción: Claudia San Martín, Carlos Trujano, Eduardo San Martín. Compañias productoras: CINEMA, Voyeur Films, Atrapasueños Cine, Buss Films, Cine al Norte, Errante Estudio, Sononauta, Illuminasty Films, Tres García Producciones. Guión: Carlos Trujano. Fotografía: Eduardo San Martín. Edición: Mario Monroy Nieblas. Sonido: Oscar Victoria, Christian Giraud. Música: Karina Rivero. Reparto: Fernando Cuautle, Erick Israel Consuelo, Sarahí Sosa, Oswaldo Durán, Ari López, Enrique Arreola, Aleyda Gallardo, Pedro Giunti. Locación: Puebla, San Andrés Cholula, Puebla.