Las mujeres que participan en el documental A través de Tola, de Casandra Casasola, su abuela Eustolia y su madre Gabriela, improvisan respuestas alrededor de la desaparición de César, hijo, esposo o padre de marcados claroscuros.
Ópera prima de Casandra Casasola, A través de Tola puede mirarse como un ejercicio de indagación, introspección y sanación. Una reconstrucción esmerada del recuerdo, en el que importa más la perseverancia y permanencia de las mujeres que sí estuvieron. Reconstrucción del recuerdo que se vale de archivo, atisbos al mar, a los hogares, testimonios poderosos, registros de los espacios que designan la ausencia. Es un documental que indaga, rememora, cura, se conmueve y nos conmueve.
A través de Tola contó con el apoyo del Estímulo a la Creación Audiovisual en México y Centro América para Comunidades Indígenas y Afrodescendientes (ECAMC) y se presentó en la sección Ahora México del Ficunam 13, donde obtuvo el El Premio TV UNAM.
Ahora, esta película forma parte de la Sección de Documental Mexicano de la edición 21 del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Platicamos con Casandra Casasola y con su productor, Erik Baeza, sobre este documental.
A través de Tola cuenta la historia de tu padre, que lograste conocerlo, conviviste con él y después desaparece. ¿En qué momento de esta relación lo reconoces como material para un documental?
Casandra Casasola (CC): Al principio quería hacer un filme sobre mi abuela, conocía parte de su vida y quería saber más. Iba a tocar el tema de mi padre porque quería hablar de una persona a la que le desaparecen a su hijo; en el proceso de la grabación me di cuenta de que no podía alejarme de esa historia. Ahí empecé a entrar en la película.
Desde que desapareció mi papá al momento que inició la película pasaron unos tres años. No es que tuviera una estructura de documental, una escaleta con todo lo que quería hacer, la película se fue dando a partir de las conversaciones con mi abuela. Todavía en edición grabé otras cosas, como cuando le pregunté a mi abuela sí sabía por qué estaba haciendo la película.
Más allá de que sea una película sobre mi papá, es un pretexto perfecto para hablar de la violencia que nos atraviesa a todos, como a mi familia, mi mamá, mi abuela y a mí, como a mi propio padre; las violencias de las que somos víctimas pero también las violencias que nosotros hemos ejercido.
Existe un hombre ausente o desaparecido, que es contado por tres mujeres: su madre, su esposa y su hija. ¿Qué me puedes platicar de estas tres intervenciones?
CC: Eso fue surgiendo durante la edición. Mi abuela contaba cosas que no podía quedarme solamente con su voz, entonces decidí agregar a mi mamá. También entrevisté a un primo y a mi hermano, pero en el montaje entendimos que queríamos que habláramos las mujeres, se daba naturalmente desde la edición.
Somos tres mujeres que construimos desde diferentes perspectivas a un hombre, porque él no está para construirse. Fue cuando pensamos: ¿cómo construimos este personaje? Consideramos que lo adecuado era desde la mamá, la esposa y la hija. Eso se me hacía muy fuerte y también muy lindo, que nosotras contáramos la historia de este personaje tan complejo.
¿En qué momento aparece Erick Baeza en la producción A través de Tola? ¿Qué te atrajo del proyecto de Casandra para subirte a él?
Erik Baeza (EB): Es nuestro tercer proyecto juntos, con Nicolás [Rojas], Cassandra y yo. Hemos trabajado en documentales principalmente: en Morelia de 2019 gnamos el Ojo a Mejor Cortometraje Documental. Desde ahí hemos estado trabajando como un equipo creativo.
Cuando Casandra propuso su documental fue natural que los tres nos sentáramos a la mesa para crear una película. La temática me interesaba mucho: más allá de que se haya descubierto en la edición, la película siempre fue vista desde un lado femenino muy interesante.
En un punto del proceso entendimos que necesitábamos dinero. Ahí comienzo a participar como productor, fue cuando solicitamos y recibimos el ECAMC, en 2020. Pero desde antes veníamos de tener charlas largas sobre la película, sin ser solamente un trabajo de productor, sino que la naturaleza del proceso hizo que tuviéramos un trabajo colaborativo. Sumamos cabezas, creatividad, experiencia y visiones para llegar a esta película.
Hay dos personalidades interesantes de la narradora. Una es de narradora detective, que averigua un caso, recoge testimonios, con eso trata de construir un personaje. La otra es la terapeuta y sanadora; ahí se vuelve muy conmovedora la cinta, cuando intervienes de manera emocional con las otras mujeres.
CC: No lo había pensado así. Es interesante esa lectura y podría ser correcta, porque más allá de la documentalista está la persona que tiene que hacerle estas preguntas a su familia, las hubiera hecho más allá de estar frente una cámara o no. De hecho, hasta la fecha, ya sin cámara de por medio, sigo preguntándole cosas a mi mamá y a mi abuela, y sigo cuestionándome cosas. Eso nunca va a parar, porque no me puedo desprender de mí misma y de mi familia. Esa parte podría ser detectivesca y es genuinamente por cuestiones personales.
La parte de terapeuta es porque para mí hacer cine es una forma de terapia. Cuando empecé a hacer la peli pensé: “o me pago psicólogo o me hago una película”. Era lo mismo que si fuera a un psicólogo y me enfrento a mí misma para superar ciertas situaciones, hacer una película era seguirme terapeando con las herramientas de hacer cine.
Le das al público la posibilidad de que ellos también arreglen sus asuntos con sus familias, propones un acercamiento y un ejercicio de sanación y de intimidad, que se puede proyectar en quienes miren la película.
CS: Lo que busca la peli, y esperemos que se dé, es que nos sigamos cuestionando estas violencias que nos atraviesan y que también ejercemos. Cuando una hace cine es interesante este ejercicio en primera persona, ver más allá de cómo filmamos y también vernos de frente. Es un ejercicio que todos los que hacemos cine deberíamos intentar, ya sea en un cortito, un largo o lo que sea, vernos a nosotros mismos a través del cine.
A Casandra la vi haciéndole fotografía a Luna Marán, como productora en La revuelta de Lucero González; Erick también tiene una colaboración sólida con Nicolás y Casandra. ¿Qué me pueden platicar de ese grupo que están constituyendo y que una de sus realizaciones es A través de Tola?
CC: Luna, por ejemplo, hizo el diseño sonoro de la película y también es coproductora, a ella la conocí meses después de que desapareció mi papá, a partir de ahí empecé a estudiar cine en el Campamento Audiovisual Itinerante. El proceso me ha llevado a Nico y luego a Erik, quienes tienen una relación larga de trabajo. Luego se va sumando más gente. Lo interesante de estos grupos es que no nos estancamos en un solo rol, vamos girándonos, como en el juego de la sillas: un día hago la fotografía, otro produzco, después dirijo o hago sonido.
Cuando le propuse a Nico que editara Tola fue porque ya habíamos hecho TuyuKu y luego Ñuu Kanda. Me gusta su estilo de edición, muy organizado y muy clavado, exprime todos los materiales. Con Ñuu Kanda él rescató una película que pudimos haber descartado porque sus errores técnicos, él la salvó y pensé: “mi película está hecha de mil formatos y necesito a alguien como él”. Así pasó con todo el equipo.
EB: También creo que los grupos creativos se van encontrando en el camino. Yo inicié como asistente de dirección, ahora estamos haciendo otro tipo de proyectos, donde creativamente haces click, más allá de cumplir con un llamado. Los proyectos en los que hemos estado arrancan desde la independencia, han sido procesos creativos que hacen que un grupo vaya creando un engranaje, que es lo que hicimos con Tuyuku, Ñuu Kanda, y después con Tola.
También tenemos, como equipo, una estructura que nos permite estos intercambios de roles en nuestros proyectos. Esto hace un diálogo muy horizontal desde la parte de la producción. Hay una búsqueda de igualdad en muchos sentidos, siempre existe una apertura para generar confianza de ir hacia adelante en el proceso creativo.
A través de Tola es una película apoyada por ECAMC-Imcine, ¿Cómo fue la experiencia de participar con esta herramienta?
CC: Este fondo es súper noble, es importante que prevalezca, porque también es diferente filmar en las comunidades a filmar en las ciudades. También es importante la apertura de Imcine a difundir este tipo de cines, mostrar películas tan diversas, porque cada comunidad es muy diversa en sus historias. Películas que ni siquiera han sido producidas por Imcine pero sí han difundido, como Tuyukuku y Ñuu Kanda, muestra el compromiso de difundir otras narrativas y también un interés en la descentralización del cine.
A través de Tola (México, 2023). Dirección: Casandra Casasola. Producción: Erik Baeza y Casandra Casasola. Fotografía: Casandra Casasola, Nicolás Rojas, Jair Casasola. Edición: Nicolás Rojas, Casandra Casasola. Compañía productora: Sinfoko Films, Pulque Films, Imcine-ECAMC. Sonido: Casandra Casasola, Nicolás Rojas, Luna Marán, Pablo Márquez. Reparto: Eustolia García, Gabriela Casasola, Casandra Casasola.