‘Las voces del despeñadero’ de Víctor Rejón e Irving Serrano: la mística de los clavados

Viajas a Acapulco y una de las visitas obligadas es a los clavados de La Quebrada, espectáculo turístico que corona los atardeceres de la bahía. Hombres y mujeres de la ciudad escalan unos 45 metros del escarpado acantilado y desde ahí se lanzan hacia un angosto canal; práctica elegante, temeraria, a la que su su enorme riesgo le agrega fascinación.

La prensa local e internacional, las promociones turísticas, han hecho de los clavadistas de La Quebrada un emblema del puerto. La mayoría celebran la proeza deportiva, pocos se han preguntado quiénes son los ejecutantes de estos lanzamientos. En el cortometraje Las voces del despeñadero, Víctor Rejón e Irving Serrano se lanzan a la búsqueda de estas personas: mujeres y hombres de enorme arrojo, pero además custodios de una tradición, y de pronto más insólito: con una carga espiritual que trasciende religiones, paganismos o lo agnóstico. El acantilado, las olas, el cortejo a la muerte condensan una cofradía, una identidad. 

Apoyado por Focine Producción, realizado por egresados del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), Las voces del despeñadero representa un retrato íntimo que trasciende el espectáculo turístico y se asoma al interior de quienes las tardes y las noches vuelan desde el gran acantilado de Acapulco.

Las voces del despeñadero, dir. Víctor Rejón e Irving Serrano

Los clavados de La Quebrada en Acapulco es un atractivo turístico famoso. Hay reportajes, notas periodísticas, videos turísticos. ¿Dónde encontraron ustedes el filón para hacer algo diferente sobre este tema?

Irving Serrano (IS): A finales de 2021, Víctor subió una historia sobre La Quebrada y platicamos. Creíamos que habría muchos documentales sobre los clavadistas en La Quebrada, pero descubrimos que no. Encontramos cosas de Netflix y algunos reportajes. En ellos destaca el espectáculo turístico y los clavadistas son secundarios, personas que se tiran y no se profundiza en su relación con la profesión. 

Fuimos a La Quebrada y platicamos con ellos. Escribimos el guion con sus testimonios, que iba a ser un corto más simple. Pero también descubrimos otras facetas. Teníamos la idea de hacer la toma de la virgen pero había personas de la asociación que no eran religiosos, o que le pedían la Santa Muerte. Tratamos de abordarlo desde esa perspectiva, gente con distintas creencias que comparten una pasión, fue lo que nos hizo hacerlo diferente. 

Tomamos como referentes a Rubén Gámez y La fórmula secreta, o la secuencia de los clavados en el documental de Leni Riefensthal. Olimpia. Pensamos en los clavadistas como artistas. A mí me gusta el blanco y negro y la idea de hacerlo atemporal, como algo que pudo pasar hace noventa años. Nos concentramos en su relación con el mar.

Víctor Rejón (VR): Yo tomé cursos con Ambulante Más Allá y a Irving le gusta el cine de género. Tratamos de fusionar ambas vertientes para este documental,  que no sólo tiene la perspectiva de registro, también la apreciación estética de los clavados. Gracias a la propuesta de las cámaras que se logró conseguir por patrocinio del productor Ramón Illaven, un proceso que dura tres segundos en suceder, como una caída, pudimos captarlos de 600 a 1000 fotogramas por segundo. Puedes ver cómo el cuerpo se modifica mientras cae. 

IS: Los clavadistas formaron parte del proceso, como filmar el espectáculo y estar conviviendo con todos. Los niños se sumaban mucho al proyecto. Y al final fue algo muy bonito, porque clavadistas que no querían saltar en primera instancia después quisieron estar y se fue haciendo algo colectivo, en una etapa difícil para Acapulco. 

Los clavadistas se sentían como artistas, al editar el reto fue que eso se vea en pantalla. 

 

Algunos de los clavadistas le tienen devoción a la virgen, otros a la Santa Muerte, otros no creen en nada. Pero en Las voces del despeñadero está muy presente el acento espiritual. Es un acierto cómo profundizan en su actividad. 

VR: Durante el rodaje descubrimos que Héctor tenía promesa con la Santa Muerte; otro clavadista creía en el universo. Siempre hubo este hilo que trata de ir más allá. Empezamos a notar que cada uno tiene sus propias aristas, aunque sean parte de un colectivo. 

IS: El blanco y negro daba una idea de la dualidad entre la vida y la muerte, en un deporte riesgoso. Lo interesante de esta exploración es cómo lidias con la muerte. Al final están escalando una montaña de 30 metros con sus manos y sus pies mojados, al caer son tres metros de profundidad y cinco cuando llega la ola, pero si no llega te puedes matar, esta parte fue importante para el documental, establecer un vínculo entre los clavadistas, no con quien ve el espectáculo. 

Queríamos hacer una memoria colectiva de lo que es lanzarte de La Quebrada, qué los motiva, y eso hace la da al documental esta atmósfera extraña, de escucharlos sin saber quién está hablando, su lado más íntimo y personal. 

Las voces del despeñadero, dir. Víctor Rejón e Irving Serrano

¿Cómo fue codirigir? 

VR: Yo soy de Progreso, tengo un documental sobre pescadores que mueren en Yucatán por salir a la pesca del pepino del mar. Irving tenía proyectos de ficción como El encantador señor Brambila, alguien que se cuestiona sobre su vida. Obviamente en el proceso ha habido diferencias, pero cuando lo platicamos también dijimos: la amistad va más allá del proyecto, y llegamos al punto en el que no importaba que nuestras opiniones personales no hablaran más que el proyecto, o lo que considerábamos que a los clavadistas les gustaría más. 

Cada uno aportó en las escenas. Irving es mucho de entrevistar a todos, para que tengamos muchas voces al editar. Otras escenas yo la empujé, como grabarlos en la noche, con las antorchas. 

IS: Yo nunca había hecho un documental, siempre he trabajado cortos de terror en blanco y negro, y sentí que era una buena combinación esta aproximación documental. Ahora me gustaría que mi ópera prima fuera un documental. Gané mucho trabajando con Víctor, también a la hora de entrevistar, a mí me daba pena hablar y Víctor fue un gran apoyo. Finalmente el cine es un trabajo en equipo. La intuición de los dos nos llevó a que el proyecto se hiciera. La combinación de los dos fue interesante.

 

Pensaba en la dificultad de grabar los clavados, las escaladas por los peñascos, El proceso de registrar escenas debe haber sido interesante...

IS: Los clavadistas son increíbles, pero son cerrados. Mucha gente se ha aprovechado de ellos y no están abiertos a colaborar. Nos hicimos amigos al final, pero tras dos años de quererlos filmar. Ellos nos enseñaron cómo bajar, nos ayudaron a transportar las cámaras. Siempre teníamos medidas de seguridad para que no pasara nada. Teníamos un lente zoom y uno de nuestros compañeros, Pepe Castañón, quien hizo fotografía submarina y también operó la cámara Ember, se asomaba y el vértigo siempre estaba presente. Desde los radios nos cuidábamos. Para las escenas subacuáticas solamente tuvimos un día, tuvimos que ensayar dónde iban a caer los clavadistas, que era peligroso. Lo medimos de la mejor manera posible, por fortuna salió bien. Fue tenso estar todo el tiempo checando que nadie se fuera a caer, revisando y probando las tomas y la seguridad. Se nota que estábamos con toda la adrenalina. 

VR: Pasamos por varias etapas con nuestro fotógrafo Elliot [Reguera]. Al principio creíamos que con una cámara bastaba para controlar cada clavado. Luego nos dimos cuenta de que tendríamos pocos clavados y no podríamos repetirlos, pues con el huracán Otis había mucha basura y ellos tenían miedo de tirarse porque se podían lastimar. Con el huracán reciente no eran las condiciones adecuadas del mar. Con pocos clavados, los multiplicamos con más cámaras, lo cual haría más caro el proyecto. Sin embargo, ahí está la magia de la producción de Ramón. Muchos compañeros, no sólo del CCC, sino también de la ENAC, se sumaron como operadores de cámara y Eliott las coordinó. Unas cámaras estaban en el hotel Mirador, otras de manera frontal y otras desde arriba, con las radios, listos para avisar cuando fueran los clavados. Nos ayudó en la forma visual a que se multiplicaran los clavados.

 

Van a presentar Las voces del despeñadero en el Festival Internacional de Cine de San Francisco y Hot Docs, ¿qué les parece estar en estos espacios?

IS: También nos anunciaron que quedamos en el Festival de Cortometrajes de Busan. Lo primero que llegó fue San Francisco, y nos emocionamos mucho: es el festival más viejo de Estados Unidos y hay una fuerte comunidad latina allá. Después llegó Hot Docs, no pensábamos que el corto fuera a tener esta recepción. Nos emociona que más públicos conozcan a los clavadistas de La Quebrada, que la han pasado muy mal por el crimen organizado y los huracanes. Este documental es una oportunidad para mostrar su show, que otros públicos se interesen por ir. Es importante el corto se vea, y también que nosotros sigamos teniendo la posibilidad de hacer cine.

Las voces del despeñadero, dir. Víctor Rejón e Irving Serrano

¿Y los clavadistas ya vieron el cortometraje, o cuándo se los van a mostrar?

VR: Lo vieron en los noventa años de su asociación, el año pasado. Muchos se conmovieron porque no esperaban este resultado. Conocían otros proyectos que se enfoca más en lo deportivo o el riesgo, pero nadie había profundizado en el lado humano de los clavados. Están muy contentos, al igual que nosotros.

IS: Agradecían que nos enfocáramos en su relación con La Quebrada, que hubiéramos hecho algo para recordar. Fue una proyección privada y ahora están emocionados de saber de las selecciones, entusiasmados de que su espectáculo se promueva. Creo que por eso hicimos el trabajo, para que se hable más de su labor, y que ojalá se refleje en más turismo e intereses para ellos. 

Las voces del despeñadero (México, 2025). Dirección: Irving Serrano, Víctor Rejón. Producción: Ramón Llaven, Dyann Ibargüen. Compañía productora: Fata Morgana, Alamar, EFD. Película realizada con el apoyo del Programa Fomento al Cine Mexicano (FOCINE). Guion: Irving Serrano, Víctor Rejón. Fotografía: Eliott Reguera. Edición: Irving Serrano. Sonido: Francisco Gómez.  Elenco: Asociación de Clavadistas Profesionales de La Quebrada. Locación: Acapulco, Guerrero.