‘Los cautiverios’ de Silvia Jiménez: una mística del miedo

¿Cómo enfrentar el miedo? Cuando estás en lo profundo del bosque, la protección de lo que llamamos civilización no existe. Entonces debe apelarse al instinto animal. Paralizarse, huir, enfrentarlo, sugiere la voz en off que flota en Los cautiverios, cortometraje de Silvia Jiménez. Una historia concreta y dura: una niña sola en la carretera, un hombre que la persigue. Y el miedo convoca a lo primigenio de la naturaleza o de la magia para escapar.

Los cautiverios, cortometraje de Silvia Jiménez, es enigmático: en poco más de seis minutos fusiona una narrativa concisa con intermitencias de archivo, para proponer un ejercicio experimental que alcanza el hechizo. De las narrativas posibles de la violencia, la cineasta elige la sublimación a lo fantástico, un misticismo de la salvación que ocurre entre lo tupido de los árboles mudos.  

Los cautiverios forma parte de la Selección Oficial Cortometraje México del 27 Festival Internacional de Cine Guanajuato. Platicamos con Silvia sobre este ejercicio narrativo, que propone lo animal y lo mágico como formas de salvación
 

Platícame de dónde viene la idea de Los cautiverios.

El germen es muy personal, un cuestionamiento interno acerca del miedo, de miedos primigenios y preguntarme de dónde vienen. Están las situaciones que se viven en el mundo, pero también hay una cosa inoculada en mí, que yo tenía un planteamiento muy personal. Tenía esa inquietud acerca de qué tanto las cosas que había leído o escuchado tenía que ver con mi experiencia y mi vivencia del miedo cotidiano.

En Los cautiverios una niña baja de un transporte, un hombre la sigue por el bosque y viven un episodio violento; intercalas apariciones de camaleones,  insectos, miradas al acecho; contrastan los tonos a color y en blanco y negro. ¿Por qué estos contrastes?

Estas imágenes experimentales conectaban con el germen que estábamos platicando. Son imágenes de archivo que manipulamos para generar la experiencia estética, pero también para cuestionarnos acerca de las imágenes que hemos consumido, y de las imágenes que generamos. Ahí es donde esos dos mundos confluyen. La imagen puede ofrecerme una alternativa en la historia realista que se está representando. A través de las otras imágenes se logra otorgarle una salida al personaje.

Al final hay un elemento fantástico, pareciera que el tema de la violencia ha transitado hacia ciertas expresiones que se vuelven místicas. 

Con este animal fantástico del final buscaba generar una imagen imposible, que fuera un poco producto de la magia del cine, por decirlo de una manera sencilla. 

Por otro lado, tiene este componente mítico, es un animal que puede tener millones de connotaciones y una de ellas está relacionada con la mujer, quizá la mujer malvada. Ahí me gusta la variedad de capas de lectura que tiene.

Tienes a dos personajes, una adolescente y quien la persigue, que interpretan Claudia Santiago y José Estrada. ¿Cómo trabajaste con tus actores? 

Tuvimos muchas sesiones en las que estuvieron platicando y trabajando juntos, para ver si se llevaban bien, que no se sintieran extraños, pues al final la situación que iban a representar era muy violenta. Necesitábamos que hubiera esa complicidad, que se cayeran bien. 

El proceso de rodaje fue increíble, Claudia y José estaban todo el tiempo dispuestos a lo que les pedía, hubo muy buena comunicación entre los tres. Ellos incluso me llegaron a proponer cosas, sobre todo para el momento final, que buscamos una especie de coreografía. Intenté que el proceso de ensayo fuera lúdico, independientemente de la crudeza de la situación que se estaba representando.

También eres guionista de la película Los hermoso vencidos de Guillermo Magariños, entre otra películas, y ahora haces un trabajo en el que asumes la dirección. ¿Cómo ha resultado este ejercicio?

Yo soy guionista, trabajo en cine y televisión. Esta rama de cineasta me empuja a probar otros caminos de expresión creativa. Como guionista me siento en una posición de terapeuta y me gusta ese papel: ayudar a otra persona a encontrar los caminos, proponer soluciones, llevarlo de la mano y acompañarlo. En la dirección necesitaba esa figura, que fue mucho con Guillermo Magariños en la edición y Tania Hernández Velasco como asesora. En ese equipo me sentí arropada, me iban planteando cuestionamientos, o proponiéndome soluciones, como yo lo había hecho en otras ocasiones. Necesitas gente que funcione como pared, contra la que rebotar ideas y te saque de atolladeros.

¿Qué tanto influye tu oficio de guionista para hacer ahora dirección?

El origen para mí siempre fue el texto, y desde el texto intencionalmente buscaba otra manera de escribir cine. Fue una pulsión de guionista que quiere encontrar otro camino. Eso es lo que me llevó a dirigir, sentir que como guionista llegaba hasta cierto punto y que debía tomar el relevo a otra función, para hacer lo que quería. 

Sentí que no iba a haber manera de que yo le pudiera entregar este guión a otra persona, y esa persona pudiera hacer por mí lo que yo estaba buscando.

¿Cómo te sientes con la proyección que tendrás en el Festival Internacional de Cine Guanajuato?

Estamos muy emocionados, andábamos ansiosos por tener nuestro estreno mexicano, porque desde principio de año el cortometraje ha dado la vuelta al mundo y ya queríamos que asistiera el equipo para verla. 

Vamos a ver si logramos estar allá y presentarlo, nos encantaría ver las reacciones del público y además en un festival con semejante trayectoria, al que tantas veces he ido como espectadora.

¿Cómo ha reaccionado la gente cuando lo proyectan?

La acogida siempre ha sido muy linda, genera muchas preguntas. No es una pieza tan obvia, pero sí ha habido mucho debate y mucha interpretación. 

Por ejemplo, se estrenó en el Festival de Tampere, en Finlandia. Ahí el público es más serio, frío, y lanza preguntas concretas y directas. También estuvimos en el Festival de Cortometrajes de Overhausen; ahí había un público de muchas partes del mundo y se generó muchísimo debate. A ver qué tal ahora en Guanajuato, qué dice el público.

Los cautiverios. México. (2024). Dirección: Silvia Jimenez. Producción: David Villegas. Brenda Benítez. Guión: Silvia Jimenez. Edición:Guillermo Magariños, Eduardo Palenque. Sonido: Angélica Queupumil. Reparto: Claudia Santiago, José Estrada.