‘Tratado de invisibilidad’ de Luciana Kaplan: ¿quiénes limpian la ciudad?

Es probable que mientras lees esta nota te cruces con una mujer de uniforme y un balde o una escoba, en tu escuela, en la oficina o en el andén del metro. Apenas le viste el rostro, quizá pensaste que hace un trabajo sucio y poco digno, pero es más probable que ni siquiera la vieras. Esa mujer parecería no existir y es lo que le diserta Luciana Kaplan en su Tratato de invisibilidad.

Entre el sigilo antropológico y la agudeza periodística, Tratado de invisibilidad, el más reciente documental de Kaplan, recoge las experiencias de las trabajadoras de limpieza en espacios emblemáticos de la Ciudad de México, como el metro, el aeropuerto, la Cineteca o las calles de Reforma. Desde los testimonios de Maribel, Rosalba y Claudia se evidencian condiciones de precariedad extrema, a las que se unen la invisibilidad social que ejercemos contra ellas.

Tratado de invisibilidad se presenta en la sección Premio Mezcal del 39° Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Luciana nos platicó sobre este ejercicio que recupera la presencia de aquellas personas que parecerían no existir, y que mantienen limpia la ciudad.

 

Tratado de invisibilidad, Dir. Luciana Kaplan

 

¿En qué momento dejaron de ser invisibles para ti este personal de limpieza de la ciudad y se convirtió en tema para hacer un documental?

El interés surge cuando trabajaba en el Centro de Capacitación Cinematográfica y me platicaban sus historias las mujeres que limpiaban el lugar. Son trabajadoras del estado y viven situaciones muy precarias; esto se repetía en distintos lugares públicos porque no hay regulación, el trabajo de limpia está privatizado y por lo tanto se eleva la precariedad laboral.

Me dí cuenta de que uno realmente no ve al que limpia, en lo personal nunca tomé en cuenta a estas personas y empecé a pensar en esas condiciones y situaciones de trabajo. Es desafortunado porque ni siquiera se pueden manifestar, no tienen una plaza y se crea un cúmulo de invisibilidades.Por ello el título de Tratado de indivisibilidad: para nosotros son sucias, invisibles e intocables. 

 

En Tratado de invisibilidad hay momentos que adoptas una mirada antropológica; en otros hay un olfato periodístico que quiere conocer a estas compañías fantasmas que las contrata y les niega buenas condiciones de trabajo.

Son dos cosas que se unen porque es lo que rodea su vida, cada una tiene su vida, su personalidad, y había que quitar la idea de que todas son iguales. Yo quería mostrar lo que sucedía y también hacer notar que su trabajo es muy importante, pero que sobre todo son distintas y hay una diversidad de personalidades. Obviamente cada tema tiene distinta profundidad, hay incluso cierto sentido del humor y eso es importante porque no solo hay drama ya que son mujeres que luchan y son reales. Ellas levantan hogares solas y cuidan hijos. 

 

Presentas la historia de tres mujeres, Maribel, Rosalba y Claudia, de muchas que existen en la ciudad. ¿Por qué las eliges a ellas?

Era importante observar a alguien que se dedica al barrido de calles, una del aeropuerto y una persona del metro. Era abarcar distintas áreas del trabajo además que cada una tiene diferentes edades: 70, 35 y 58. Son mujeres que se expresan muy bien y que se esfuerzan por cambiar sus circunstancias. Empezamos a buscarlas con un celular y mensajes de audio, a partir de esto elegimos a las personas y realizamos entrevistas en el foro. Les preguntamos si realmente querían participar, porque yo no quería que las corrieran.  

Al final elegimos aquellas que beneficiaban la historia. 

 

Existe el debate del documentalista que se mantiene lejos de su historia, o aquellos que se acercan y quizá quienes se acercan demasiado a sus personajes, tú eres una acompañante que se sitúa a media distancia. ¿Cómo manejaste tu presencia en la película?

Desde un inicio me imaginé que esa sería la dinámica, porque era una búsqueda mía y sabía que no tenía que borrar mi voz, pero tampoco aparecer a cuadro y proponer mis ideas. Como documentalista mantuve un diálogo con ellas y si no mencionaban algo les preguntaba, casi a manera de un periodista que desea saber quién decide, por qué, cual es el sistema en el que trabajan. Esas fueron las preguntas. 

 

Tratado de invisibilidad, Dir. Luciana Kaplan

 

También destaca una postura feminista. A alguna de ellas le toca barrer en una marcha y atestiguar el flujo de las manifestantes. Por ahí hay un guiño irónico

Ellas viven situaciones parecidas a las manifestantes, pero también necesitan sobrevivir, entonces no van a la marcha porque tienen que trabajar. Hay un nivel de clasismo en la marcha, porque algunas mujeres les gritaban por qué limpiaban, pero es lo que ellas tienen que hacer. Es muy fuerte, porque quienes las ponen ahí a limpiar saben qué enfrentamiento van a originar, tal vez no se dan cuenta o quizás sí lo hacen. 

 

La personificación de Claudia es interesante: para mantenerla en cierto anonimato, hay actrices que la interpreten e incluso estas actrices se cuestionan. 

Obviamente no queríamos perjudicar a Claudia, usamos a actrices que interpretaron el testimonio de ella. Al hacer el casting me di cuenta que era muy interesante, porque repiten el testimonio de Claudia sin ser Claudia y de alguna manera todas coincidían con la situación de precariedad. Las metimos a limpiar el metro porque no me dejaban grabar a mi personaje y fue darle la vuelta a ciertas prohibiciones, porque una no puede decir nada. 

 

Hay un pequeño rasgo de humor cuando Tratado de invisibilidad empieza en la Cineteca Nacional, con una mujer que limpia las butacas y dice que las películas de ahí no son las que ella ve. Parece que un guiño de invisibilidades.

Empezamos con el cine porque cuando estás en el cine tiras algo de comida y te vas y no volteas a ver a quién va a limpiar. Ensuciamos estos espacios sin mucha consecuencia de lo que pasa en realidad. 

 

¿Maribel, Rosalba y Claudia ya vieran la película? ¿Qué te han dicho?

Ya la vieron y sé que ellas se sienten representadas. De hecho queremos invitar a las mujeres que limpian el cine y las salas a las funciones, para hablen con nosotros y generen diálogo: que el espectador entienda que se deben reglamentar sus condiciones de trabajo. Aunque también, que aprendamos a observar a las personas que limpian nuestra suciedad: ellas limpian la basura de otros y no es justo que eso las borre. 

 

Tratado de invisibilidad (México, 2024). Dirección: Luciana Kaplan. Producción: Luis Arenas, Luciana Kaplan. Compañía productora: Contingente Fílmico, Mil Millones, ISB Fillms, con el apoyo del Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano - Procine CDMX Guion: Luciana Kaplan. Fotografía: Gabriel Serra. Edición: Liora Splik, Yibrán Asuad. Sonido: Nicolás Aguilar, Misael Hernández. Música: Alejandro Castaños. Con la participación de: Rosalba Martínez, Aurora Domínguez y Claudia.