'La exorcista', de Adrián García Bogliano: una monja enfrenta al demonio

Ofelia es monja, ha sido castigada por su rebeldía y ahora debe asistir a un sacerdote, en un pueblo perdido de México. Ahí, una mujer ha sido poseída por un demonio y, para gran sorpresa de todos, Olivia lo sabe enfrentar. Ha nacido una exorcista, que también debe lidiar con remordimientos y culpas para vencer al Mal.

 

Desde este argumento, Adrián García Bogliano,  autor de culto del horror independiente latinoamericano (Habitaciones para turistas, Grité una noche, Donde duerme el terror), desarrolla su más reciente entrega, La exorcista, ejercicio de horror que da un giro de tuerca al tópico de exorcismos y demonios, añadiendo guiños con el western y el cine de aventura.

 

La exorcista tendrá su estreno en noviembre de 2022, en salas de la República Mexicana. Platicamos con Adrián sobre su más reciente película, y sobre una trayectoria que busca crear nuevos espacios en el cine latinoamericano. 

 

En el guión de La exorcista colaboran Christian Cueva, director del documental Jirón y Ricardo Farías, ¿Cómo fue este ejercicio de imaginar esta historia?

Con Cristian y Ricardo hemos colaborado en varios proyectos, Con Cristian, por ejemplo, fui productor de Jirón, su documental sobre la obra perdida de Carlos Enrique Taboada, y Ricardo es un gran talento en la escritura. 

La propuesta en realidad la hicieron ellos, me dijeron “¿Por qué no hacemos una película sobre exorcismos, pero le damos la vuelta al tema haciendo que la protagonista sea una mujer?” Las mujeres no tienen un rol muy activo dentro de la jerarquía de la iglesia, entonces me pareció idea interesante cambiarle una letra al gran clásico, un pequeño cambio que mueve la perspectiva de este tipo de películas.

 

El género de horror permite hablar de temas que van más allá de las presencias sobrenaturales o las amenaza, acá de alguna manera reflejas haces un estudio de la identidad femenina. 

Los personajes femeninos han sido centrales en mi obra. Habitaciones para turistas, una película independiente que hicimos en Argentina, ponía en cuestión temas como el aborto, cuando era ilegal y clandestino. 

Por lo general me gusta que estos temas sean cuestiones que uno pueda pescar si las rasca. Pero tampoco soy fan de poner estos temas al frente, en el terror; me parece un poco didáctico. Algunas películas lo logran muy bien como Get Out, pero en general es complicado, aunque es algo que siempre tiene que estar ahí. 

Creo que no hay que perder el sentido del terror, que tiene que ver con nuestra cotidianidad, con preocupaciones que tenemos como seres humanos.

 

Hay una suerte de homenaje al incorporar a actrices emblemáticas del género en México, como Tina Romero y Norma Lazareno, además de la voz de Diana Bracho.

Me da mucho gusto, como cinéfilo del terror, tener a estos actores. Tener a Norma Lazareno volviendo a dar este grito de Hasta el viento tiene miedo, que para mí es la scream queen más grande del cine de terror latinoamericano. 

En México muchos dicen que finalmente se está haciendo cine de terror, como si fuera reciente, y no es cierto, se ha hecho siempre, y es interesante mirar atrás y reconocer estos logros del cine mexicano a través de su historia. No vamos a descubrir el hilo negro, pero estamos haciendo una película que intenta darle la vuelta a ciertos clichés, de ahí viene la idea de la combinación. 

 

Has hecho cine de terror en Argentina, Costa Rica, Estados Unidos y México. ¿Cómo sientes la escena en estos países donde has participado?

Me ha tocado estar en el momento de activación o reactivación del género en diferentes países de la región. Con mi hermano hicimos la primera película de terror en Cuba, a fines de los noventa, el cortometraje Policlínico miserable, que recorrió un montón de festivales. A partir de ahí generó una cosa muy interesante, sobre los preconceptos de lo que podemos hacer los cineastas latinoamericanos. En Argentina luchamos por ganarle un espacio al cine de terror que estaba olvidado, hasta que logramos que fuera aceptado por las instituciones; hicimos las primera películas de género que consiguieron apoyos oficiales. En Costa Rica hicimos Donde duerme el horror, la primera película de terror en la región. 

El gran tema es ¿cuáles son tus referentes? Porque en Estados Unidos hacen sus películas muy conscientes de que están sobre los hombros de una tradición; en Latinoamérica se tiende a negar las referencias, lo esconden debajo de la alfombra porque no les parece tan bueno y la verdad es que no es así. 

 

Tengo la impresión de que en los últimos años el cine de terror se está revalorando como un cine que no es de ghetto, que participa en un ámbito más amplio.

Es un cambio de conciencia en cierto sector de la crítica. Ese cine siempre ha estado ahí, hay clásicos del género que los críticos tenían miedo de decir que eran películas de terror, como las de Roman Polanski o El resplandor de Kubrick; pero todos los que somos fans del terror siempre las hemos considerado clásicos del género, había que estar peleando por darles su lugar. Es un cine que siempre ha estado ahí, que siempre ha tenido un lugar espectacular. Siempre se le está negando su espacio al terror .

 

 

¿La exorcista se podría haber hecho en Argentina?

Hubiese sido una película diferente. Yo creo que las películas tienen que dialogar con su contexto específico. De la especificidad sale lo mejor del terror, también de tocar ciertos temas de fondo. Esto fue una discusión que tuvimos con muchos amigos en Argentina. Cuando empezamos a hacer películas y tenían más salida que el otro cine a nivel internacional, fue una cosa curiosa. El cine argentino no tenía salida a nivel internacional, pero nuestras películas independientes, que se estrenaban en DVD, eran bastante llamativas. Muchos pensaron que la solución podría ser hacer películas en inglés que parezcan estadounidenses, pero esas películas no funcionaron,porque lo que funcionaba era la especificidad. Lo que estábamos planteando era no mimetizarte y hacer algo como lo que hace Huesera, por ejemplo. 

Hay que buscar la especificidad,que el espectador lo reconozca como algo auténtico. Yo siempre vuelvo al ejemplo del terror japonés: cuando apareció, había un montón de códigos que no entendíamos: el blanco, el pelo en la cara, símbolos relacionados con una iconografía propia de la cultura japonesa. Aunque no entendíamos los detalles, lo reconocemos como algo auténtico, que tiene que ver con la cultura de esa región. Eso me parece fundamental.

 

La exorcista, Dir. Adrián García Bogliano

 

¿Y qué símbolos distinguirías del horror mexicano?

Son terrores que tienen que ver con la imaginería católica, la gran presencia de la religión en este país. Esos conceptos ya se han convertido en preconceptos de los productores y los distribuidores, respecto a lo que se puede hacer y no se puede hacer en México. Ahora la lucha en el terror mexicano es expandir esas fronteras, por eso mi interés en encarar una película de exorcismos y posesiones,con una mezcla de western, de aventuras, explorar otras cosas. Es lo importante para no no agotar los temas que suelen aparecer aquí.

 

También hay una diferencia entre el director que hizo su primera película en Argentina a los 19 años, y el director que lleva una década participando, por ejemplo, en un festival de horror en México. 

Mi vinculación con Mórbido es con el canal de televisión, Mórbido TV. Para mí es un gustazo programar un canal de televisión especializado en terror. 

Para mí ha sido un cambio estar en diferentes lugares, trabajar con diversos crews. Hice una película en Suecia que fue una experiencia espectacular, de la que estoy muy orgulloso; películas que tienen un carácter muy diferente, desde pasar de algo tan personal como Negro profundo, como se la conoció aquí en México, a un proyecto para Disney con una expectativa comercial; eso me divierte mucho. Ahora estoy estrenando para Netflix la serie Encuentro con el mal

Esto de abarcar todas las variantes, las diferentes zonas del terror, me encanta. Quiero especializarme en este género, que es un trabajo de toda una carrera completa.

 

Estrenas el 2 de noviembre, ¿qué te parece esta posibilidad de mostrarle al público mexicano una pelicula donde también hacer tu propia reflexión del cine mexicano de horror?

Es un privilegio impresionante, porque además, de todas las películas que he hecho hasta ahora, fue en la que tuve más recursos y más despliegue. Es un proyecto que tiene la intención de llegar a un público amplio, donde tuve todas las herramientas a mi disposición y me pude divertir mucho haciéndola. 

Espero que la gente capte eso, que es una película hecha por gente que tiene un enorme entusiasmo por el género. Y me siento muy afortunado de estrenar el 2 de noviembre, en una fecha especial, además reñida: que nos hayan dado el espacio para estrenar a lo grande y que la gente la pueda verla.

La exorcista (México, 2022). Dirección: Adrián García Bogliano. Guion: Christian Cueva, Ricardo Farias, Adrián García Bogliano. Productora: BTF Media, Grupo Mórbido. Dirección de fotografía: Damián Aguilar. Música: Simon Boswell. Edición: Fernando Guisa, Martha Poly Vil. Sonido: Gabriel Coll Barberis. Diseño y mezcla de sonido: Luis Flores. Música: Simon Boswell. Efectos visuales: Othon Reynoso. Reparto: María Evoli, Pilar Santacruz, Salvador Sánchez, Ramón Medina, Julio Bracho, Norma Lazareno, Tina Romero, Juan Carlos Colombo, Pablo Guisa Koestinger, Roberto Duarte, Camila Núñez, Alfredo Huereca.