'Nuevo orden' de Michel Franco: imaginar el totalitarismo

La primera novedad de Nuevo orden, la película más reciente de Michel Franco, es que amplía la mirada del director, desde historias de corte intimista hacia una descripción ambiciosa sobre los movimientos sociales y el riesgo del autoritarismo.

La segunda, es que con esta película ha cosechado opiniones encontradas: reconocimiento por la calidad de su puesta en escena y recelo por su abordaje de temas sensibles en el país.

 


¿Cómo empezaste a imaginar Nuevo orden?
Empecé hace seis años, con inquietudes sobre lo que veía en el mundo: el regreso de la extrema derecha, la xenofobia en Europa, la crisis migratoria, Marine Le Pen en Francia cobrando fuerza y el miedo que provocaba. La desigualdad social es el otro tema importante. Crecí siendo parte de una clase privilegiada, pero consciente de lo injusto que es la manera como vive la mayoría de la gente. Esto me animó a hacer una película que tenía que ser explosiva, porque es una manera de decir que el status quo tiene que cambiar. Por eso tenía que ser una película fuerte y creo que eso ha sacudido a la opinión pública.

Mucho de lo que se ha señalado de Nuevo orden ha sido alrededor del racismo y el clasismo, pero su tema central está en imaginar la represión por parte del Estado, ¿pensabas en algún modelo de autoritarismo que haya ocurrido en el mundo?
Me di la libertad de imaginar algo nuevo, que es un decir porque hay referencias con países hermanos como las dictaduras militares, que en México nos hemos librado y creo que nos seguiremos librando. Me di la libertad de imaginar cómo sería si llegara a suceder, con la tecnología que ahora existe, que es muy diferente. Por eso filmé en el C5i de Pachuca, Hidalgo. Toda la primera parte de la película es para llegar al tema de la militarización, que para mí es el central: cómo estas fuerzas totalitarias aprovechan el caos y las revueltas para tomar control y ahí todos pierden. La película no favorece a ninguna clase, la fuerza que prevalece es la militar.

Hay una diferencia en Nuevo orden con lo que has hecho antes, películas más pequeñas tanto en costo como en personajes, imagino que implicó retos de producción importantes.
En realidad la hicimos con recursos limitados, con apoyo de Eficine, Fidecine y recursos franceses, porque fuimos a un encuentro de coproducción y el CNC (Centre National du Cinéma et de l’Image Animée) nos apoyó para que los efectos visuales y la postproducción se hicieran allá. Mucho del tamaño que se ve en la película tiene que ver con postproducción. Por otro lado, hay tres mil extras que tienes que hacer de manera real. Fue difícil hacer esta película con un presupuesto limitado y que no quedara corta. Eso se ha celebrado en México: no ha habido una película así, que hablara sobre un tema o una realidad social con esa escala, que retratara lugares emblemáticos de esa manera, con toques de queda, controles. Fue un reto imaginarlo y llevarlo a la práctica sin el presupuesto ideal, aunque en cine nunca tenemos el presupuesto ideal, siempre es una batalla.

¿Cómo se prepara un director acostumbrado a pequeños repartos para abordar una historia que implica volúmenes más grandes de atención?
Creo que el cast de esta película es impecable: Eligio Meléndez, Mónica del Carmen, Diego Boneta, Fernando Cuautle, Naian González, Lisa Owen, Gustavo Sánchez Parra, Roberto Medina, pude confiar mucho en ellos, ya que estábamos de acuerdo en lo que estaba escrito. A mí no me gusta dirigir a los actores más de la cuenta, me gusta que ellos hagan su trabajo, confiar en ellos y acá me ayudaron mucho. El otro punto fue un gran crew y un buen diseño de producción. El fotógrafo Yves Cape me ayudó a coordinar lo que sucede frente a cámara, la vestuarista Gabriela Fernández también hizo milagros, así cada departamento. El cine siempre es un esfuerzo colectivo pero hay películas en las que con otro fotógrafo u otra cabeza de departamento, no hubiera sido radical el cambio. Aquí si movemos una pieza se cae todo el edificio. Los actores y el crew me ayudaron a hacer esta película.

Tuviste una buena recepción en el Festival de Cine de Venecia, ahí ganas dos premios importantes; en México la película provoca recelo, ¿cómo ves estas recepciones encontradas?
No sólo fue buena la recepción en Venecia, ganamos dos premios importantes, el León de Plata que es el gran premio del jurado y el Leoncino de Oro, que da un jurado joven. Cuando llegamos a México no me sorprendí, esperaba que sucediera esto y me hubiera preocupado lo contrario. Es una película sobre temas incómodos, que rara vez se atienden en el cine de manera frontal. Sabía que me iba a meter en polémica y lo agradezco, porque eso quieres como director, que tu película sea discutida de esa manera. Como están las cosas con la pandemia, estoy muy agradecido de tener casi 53 mil espectadores en salas.

¿Crees que Nuevo orden esté proponiendo una forma nueva de reflexionar sobre temas políticos o sociales en el cine mexicano?
Creo dos o tres cosas importantes: la primera, que siempre debemos seguir imaginando con total libertad, no asustarse porque hay una reacción fuerte ante una película; al revés, el cine tiene que servir para esto. La otra reflexión es no seguir fórmulas: creo que mucho de lo que ha sorprendido pero también desconcertado es la estructura de la película, poco convencional, que no tiene mensajes fáciles. A mí no me gusta el cine de mensajes, me gusta el cine de ideas, de profundidad. Yo respeto mucho al público como para dar mensajes, también es cierto que eso hace que se aviven las discusiones, como ha sucedido. Pero también es lo que la crítica internacional ha celebrado de la película: que no se va por una ruta que ya conocemos en términos de estructura.

¿Cómo es la experiencia de Michel Franco como persona y como creador ante la polémica que ha generado Nuevo orden?
Valoro muchísimo columnas como la de Jorge Volpi, que nunca escribe de cine y hace una columna sobre mi película; lo mismo de Mario Merino, Ricardo Raphael, te dije nada más tres nombres pero han sido muchos. Después está la parte de la crítica bien argumentada, de gente que le ve problemas a la película y eso me interesa mucho leerlo y discutirlo, sin duda puede ser la primera piedra para algún proyecto a futuro, aunque eso no quiere decir que sea para complacer a esas voces. Pero es interesante seguir explorando a partir de quienes han tenido reacciones fuertes.


Nuevo orden (México, 2020), 88 min. Dirección: Michel Franco. Guion: Michel Franco. Productora: Coproducción México-Francia; Teorema, Les Films d’Ici. Fotografía: Yves Cape. Con Naian González Norvind, Diego Boneta, Mónica del Carmen, Darío Yazbek Bernal, Fernando Cuautle, Eligio Meléndez, Lisa Owen, Patricia Bernal, Enrique Singer, Gustavo Sánchez Parra, Javier Sepulveda, Sebastian Silveti, Roberto Medina, Analy Castro.