‘Los árboles mueren de pie’, de Fany Fulchiron y Ronan Kerneur: La autodefensa comunitaria por el bosque

En Michoacán se encuentra el pueblo de Cherán, una comunidad purépecha que tras la violenta invasión de talamontes, se levantó en defensa de su autonomía y seguridad. 

 

Al igual que otros pueblos del estado, Cherán vivió años asediado por el crimen organizado, quienes en su búsqueda por el dominio de la madera, trajo al pueblo una ola de violencia e impunidad que no cesó hasta el enfrentamiento de la comunidad contra los invasores.  

 

La noche del 15 de abril del 2011 con barricadas y fogatas, el pueblo expulsó a los delincuentes. 

 

Actualmente en Cherán no existe policía ni partidos políticos y es el único pueblo que se rige por sus usos y costumbres. 

 

La dupla de Fany Fulchiron y Ronan Kerneur rescata la noche del enfrentamiento y la posterior reorganización de una sociedad autónoma y orgullosa de su lucha, en su documental Los árboles mueren de pie, que se presenta en la selección oficial ‘Hecho en México’ de la edición 16 de DocsMx. Con tal motivo, pudimos platicar con ellos. 

 

Su trabajo muestra el interés de recuperar historias de comunidades autogestivas o autónomas. El trabajo anterior de Ronan, La experiencia Cecosesola, coincide en esto con Los árboles mueren de pie. ¿De dónde viene el interés de estar dando testimonio de estos espacios? ¿Cómo llegan a Cherán y deciden hacer un documental de este pueblo?

Fany Fulchiron (FF): El primer documental de Ronan en Venezuela trataba de una organización alternativa a nivel económico. Una empresa diferente de las que conocemos en el capitalismo, con jerarquías. La idea era hacer documentales de este tipo de instituciones alternativas y Cherán es un ejemplo excelente, no a nivel económico más bien a nivel político.

vivíamos en la Ciudad de México cuando escuchamos de Cherán y su administración política, de cómo están regidos por sus propios usos y costumbres y que hubo un levantamiento para lograr está organización, que no se hizo así por pura diplomacia. Fuimos a Cherán para ver cómo eran las cosas allá y nos enamoramos de este pueblo, con la gente y con su historia muy potente. 

 

Ronan Kerneur (RK): También habíamos leído un artículo sobre la decisión de la Suprema Corte en el 2014, cuando decidió que el pueblo de Cherán puediera regirse sobre sus usos y costumbres. Yo soy sociólogo, entonces combinó muy bien la sociología y el cine como manera de acceder a estos pueblos.  

Me gustaba que en estas experiencias no había teoría, era pura experiencia. Cuando fui a Venezuela había chavistas y no chavistas en la cooperativa de Cecosesola y crearon un sistema de utopía. Esta influencia de autogestión, de pensar una alternativa a la política nacional, me llamó mucho la atención: regresar a la autogestión, a los usos y costumbres sin poner teorías en eso, únicamente la experiencia de vivir así. 

 

Después de 2011, Cherán estuvo en el ojo mediático por algún tiempo. Sin embargo, a veces el discurso cae en una romantización sobre su seguridad o su interés en la ecología del pueblo. Su documental no va por ese camino ¿Cuál fue el aporte que creen hacer a esta documentación periodística que ya sobre el pueblo?

RK: Ya había algunos reportajes de este levantamiento, que hablaban también sobre un pueblo aguerrido por la manera de defenderse, pero finalmente preferíamos acercarnos únicamente al levantamiento del pueblo frente de la mafia de los talamontes y no mucho del ahora. 

FF: Hay estos artículos y reportajes que hablan de la manera en que hoy en día son un pueblo muy ecológico, que recogen el agua, que no hay armas, que es un lugar muy seguro, etcétera y sí es cierto, pero obviamente no es tan fácil y esperamos que en nuestro documental se note eso. Hay problemitas que tienen que resolver y no es tan bonito como lo podemos ver en otros reportajes, porque no hay documental en sí sobre el tema.

 

En Los árboles mueren de pie se ve a la comunidad no sólo como un objeto de estudio, son personas y sus testimonios directos. ¿Cómo fue el trabajo con la comunidad? ¿Cómo logran que el pueblo se involucre?

RK: Hace tres años fuimos sin cámaras ni nada, para hablar con la gente durante diez días, quince días. La idea era platicar con ellos pero sin grabar para tener conciencia del pueblo. 

FF: En esas dos semanas también nos parecía importante hablar con los K’eri, si queríamos hacer algo con la comunidad de Cherán teníamos que hablar con los K’eri para pedir autorización de grabar. En ese viaje la gente nos veía cada mañana, entonces platicamos con ellos. Había una fiesta, no recuerdo cuál, y ahí pudimos platicar con muchas personas, que nos decían: “Si quieren hablar con alguien que participó en el enfrentamiento mi recomendación es ir con tal y tal” y así conocimos a muchísima gente dentro del pueblo. 

RK: Después tuvimos que elegir a quién seguir, porque había más de cincuenta personas al inicio de las entrevistas, pero al final nos enfocamos como en diez personas. 

La fotografía en su documental propone una búsqueda que va mucho más allá de la crónica, hay una propuesta estética muy afortunada, ¿Qué me pueden contar acerca del proceso visual? 

RK: Era importante para mi no tener mucha distancia con las personas, me gusta tener  fotografía fija y por eso no hay muchos movimientos de la cámara, para quedar con las personas y los lugares.

Fuimos a los cuatro barrios del pueblo e intentamos identificar la identidad de cada barrio, para nosotros era importante respetar los lugares y tratar de poner un poco de cada barrio en el documental, para que la gente se sintiera representada. 

FF: Para tener las luces que queríamos necesitábamos tener muchas escenas de día y de noche. También para seguir el ritmo de los comuneros, porque se levantan muy temprano, hacia las cinco de la mañana, entonces grabamos varias escenas al amanecer, para ver la niebla y seguir a los personajes durante su día a día. Seguir a los comuneros nos ayudó a estar en estos momentos del día donde la luz es una maravilla. 

En Cherán su cosmogonía es muy importante, la fotografía era una manera de transmitir eso, con la niebla, las fogatas, el fuego. La gente te podría hablar mil horas de eso y era súper interesante, la lucha por el bosque no es únicamente una lucha por la madera como materia prima, es una lucha por el bosque como un personaje importante en la comunidad. La foto nos ayudó a transmitir eso un poco.

 

‘Los árboles mueren de pie’. Dirs. Fany Fulchiron y Ronan Kerneur

 

¿Los habitantes de Cherán  ya pudieron ver el documental? 

RK: Hay tres o cuatro personas que ya lo vieron, debemos movernos por zoom y es difícil. Dentro de unas semanas hablaremos con los K’eri para mostrar el documental en el pueblo, pero además son los nuevos K’eri. Cuando estuvimos en Cherán eran los K’eri de 2018 a 2021, ahorita acaban de cambiar. 

FF: La idea era primero enviarlo a festivales para hacer la difusión.  Ahorita con DocsMX hay una liga en internet donde se puede ver la película, eso está genial porque así cualquier persona en Cherán puede verla en su casa o en su celular.  Ojalá los K’eri nos dejen hacer algo en el pueblo, ya que al ser nuevos no nos conocemos.

Los árboles mueren de pie (Francia-México, 2021) Dirección: Fany Fulchiron, Ronan Kerneur. Casa Productora: Tropos Films. Fotografía: Ronan Kerneur, Fany Fulchiron. Edición: Ronan Kerneur. Diseño sonoro: Francisco Hernández.