‘Águila y Jaguar: los guerreros legendarios’, de Mike R Ortiz, y las nuevas formas de la animación mexicana

¿Cómo surge la idea de estos guerreros prehispánicos que viajan en el tiempo?

Quise hacer una historia de nuestra cultura, con superhéroes mexicanos de la era moderna. El Santo y Kalimán fueron creados en otra época, con formatos visuales distintos. Me inspiraba también el cine de anime, mostrar desde ahí, visualmente, la riqueza de nuestras culturas. Porque hablando de cine, Hollywood siempre ha mostrado cosas muy padres de las culturas chinas o la cultura egipcia, y la verdad es que en México no les pedimos nada, tenemos cosas espectaculares desde la riqueza de la naturaleza, nuestras pirámides, nuestras culturas, y con ese antecedente y con gustos muy asimilados hacia los superhéroes de la acción, pensamos en hacer un híbrido llamativo para las nuevas generaciones. Tomamos algunos elementos de nuestras culturas prehispánicas y con ellos desarrollamos algo más moderno, más fresco, que enganche con las nuevas generaciones.

 Porque te platico una anécdota: cuando estábamos diseñando los personajes, platicamos con niños de los focus group y tristemente la mayoría rechazaba los diseños con look prehispánico, de ahí sale el tema de la estrategia de la historia: ir del futuro hacia el pasado, porque los guerreros legendarios está planeado como una trilogía: empezamos en el futuro con elementos muy tecnológicos, llegamos al presente donde hay un híbrido y después los llevamos al pasado, para que se vayan familiarizando a lo que realmente es. 

Con esa estrategia de trilogía iremos gradualmente de lo ficticio a lo real. La historia tiene referencias en mitos y leyendas de nuestra de nuestras culturas, pero no deja de ser una historia de ciencia ficción; no intenta ser pedagógica ni apegada a elementos estrictos.

¿Qué referentes gráficos tomaste para diseñar a tus personajes?

Hay temas artísticos y ejecutivo. El ejecutivo es que en los últimos años los estudios de animación están proponiendo nuevas propuestas visuales. El estándar de la industria lo hace Disney, Pixar o Dreamworks: si no tienes presupuesto para ese nivel, enseguida se siente tu producto medio mal hecho. Pero hay producciones como Spider-Man: Into the Spider-Verse, un cómic que cobra vida, con un presupuesto oneroso, que cuesta casi la mitad de lo que cuestan las películas de Disney. Los estudios están tendiendo hacia eso, por ejemplo Klaus de Netflix, un híbrido entre 2 DY 3D con mucho color, que costó una quinta parte de lo que cuestan las películas de Disney. Es una manera de innovar artísticamente y esa parte nos llama la atención. 

Eso lo llevó a la parte artística: hicimos un análisis donde metimos la parte que nos apasiona, por ejemplo, me gusta mucho el anime, y también me gusta la animación 2D tradicional de Disney, que era muy rica en color. Decidimos hacer algo con mucho color, mucha vida, que sea muy llamativo, porque la línea de lahistoria es muy folclórica y tiene muchos elementos que llaman la atención. Entonces agarramos algunas referencias de anime, animación tradicional 2D y estuvimos desarrollando nuestro propio estilo. 

Sé que entre escribir el guion, conseguir financiamiento y preparar la producción hay un tiempo indeterminado, pero después, ¿cuánto tardan en hacer una película de este tipo? Me refiero desde el primer día que se entran al estudio de animación, hasta que terminas la película… 

Fueron casi 2 años, 19 a 20 meses. La iniciamos por ahí de mayo de 2020 y todavía en marzo de este año estábamos dándole últimos detalles, donde los últimos tres o cuatro meses, y sabiendo que salíamos a salas en septiembre, aprovechamos para seguir con ciertas mejoras.

Son interesantes las voces de actores reconocibles que lograron recultar. Están Omar Chaparro, Edgar Vivar, Lalo España, Roberto Palazuelos; sorprende esta variedad de voces, ¿qué tan difícil es que estos actores participen con ustedes en este proyecto?

Estoy muy orgulloso de que se logró un gran híbrido, porque todos son tremendamente talentosos, pero algunos actores tienen la referencia del star talent y otros son monstruos del doblaje, pero a lo mejor no son tan mediáticos. Entre los mediáticos están José Eduardo Derbez, Franco Escamilla, Roberto Palazuelos, Lalo España, Yurem Rojas, don Edgar Vivar, y en el lado de las voces de animación está Romina Marroquín, que hace las princesas de Disney y Frozen; Raúl Aldana, que hizo a Timo de El rey León, Stitch y a los marcianitos de Toy Story. Juan Carlos Tinoco, que hizo a Thanos en Marvel y dobla a The Rock; Daniela Basso, una actriz nueva pero muy talentosa. 

Omar Chaparro hace una participación especial que no quiero hacer spoilers, y la verdad es que a ambos grupos los unió un tema de pasión por el proyecto. Les gustó mucho mostrar temas mexicanos, pero con una propuesta más fresca y actual. Entonces fue esa combinación de pasión por el proyecto, además de llegar a nuevos públicos. 

KoolToons es el estudio de animación que realiza la película. Me gustaría que me contaras más de él

Su objetivo es convertirse en el mejor estudio de animación de Latinoamérica. Somos nuevos en el sentido de que es nuestra ópera prima, pero hay diferentes aliados, socios, artistas, creativos, muy interesantes en sus respectivas trayectorias. 

Hay gente más enfocada en la exhibición, en la parte comercial; está por ejemplo Jaime Rionda que fue el CEO de Cinemex, Raúl Aldana, que mucho tiempo fue directivo creativo de Disney, Raúl Alonso Jimenez, Héctor Moreno, Duilio Davino, Marc Crosas, Marco Fabian, Jorge "ruso" Zamogilny y Alejandra Ríos de Shark Tank: puro crack.

La intención del estudio tiene que ver con la esencia de Águila y Jaguar, hacer contenido para competir a nivel internacional y sobre todo tratar muy bien a nuestro talento, que es clave para mí. Sueldos bien pagados, que se reconozca su talento, que se les trate con un nivel de vida digno, porque luego, tristemente, no es así en la animación en México: mientras en clusters de animación en Norteamérica son muy valorados, es triste que se tengan que ir de México para encontrar oportunidades en otros lugares. Ese espíritu tiene el estudio, lograr esa integración de una buena cultura de vida y estar innovando visualmente.

Tengo la impresión de que está empezando a moverse de manera interesante la animación mexicana, hay trabajos experimentales que ganan algún premio en Cannes, o películas comerciales que son líderes mexicanos de taquilla, festivales como Pixelatl, es un movimiento en distintos niveles y distintas esferas, ¿tú cómo lo ves? 

Es una tendencia en incremento. En los últimos tres años, los grandes estudios que adquieren animación a nivel mundial, principalmente plataformas de streaming, le han dedicado un 15 % de su presupuesto total a la animación y eso se ha ido en incremento. Habla de un universo interesante donde hay una demanda fuerte de animación, evidentemente mundial, pero en México tenemos la fortuna de estar cerca de los tomadores de decisiones, y sobre todo la fortuna de que hay muchísimo talento, artistas independientes que a lo mejor no tienen el mood comercial pero sí el interés de proponer algo, y en base a su talento destacan y empiezan a hacer network. 

En los próximos años esperamos que sigan hacia arriba. Aparte, la animación tiene el tema de que abre otras avenidas para producir, como los videojuegos, el anime para adultos, efectos especiales, stop motion. Abarca un montón de cosas, y al ser el mundo cada vez más digital, difícilmente va a ir para atrás el requerimiento de la animación.