‘Territorio’ de Andrés Clariond Rangel: masculinidades en conflicto

Desde su ópera prima, Hilda (2014), Andrés Clariond Rangel busca el debate en sus audiencias. La historia de la mujer de clase alta con nostalgias de izquierda que se obsesiona con una trabajadora del hogar, pisó callos en segmentos progres que veían reflejada la ilusión, el oropel, de sus buenas conciencias.

 

Ahora, en Territorio, se lanza a explorar las masculinidades, que colisionan ante el reto de tener un hijo (y la descendencia, y el legado, y demás valores importantes para el patriarcado). El planteamiento es simple: Manuel y Lupe no pueden procrear por la infertilidad de él. Buscan un tercero que los ayude: aquí llega Rubén, joven aventurero de pasado ambiguo. Lo que sigue es un estudio de personalidades, en el que los tres involucrados merodean alrededor del mito de la virilidad. Juegan un ajedrez de poder, deseos y atavismos, que alude a la incomodidad del público.

 

El debate toca todas las aristas del triángulo: ¿Aceptarías la inseminación de otro que no seas tu marido? ¿Aceptarías ser el donante de una pareja? ¿Cómo te manejarías si para ser padre necesitaras de un tercero? Pero más que especulación, hay una historia: personajes asediados por sus circunstancias. Y una cultura machista que eleva la encrucijada a tragedia.

 

Territorio estrena el 26 de agosto en Cineteca Nacional y salas del circuito comercial e independiente de la República Mexicana. Platicamos con su director, Andrés Clariond Rangel. 

¿Cómo creas la idea de Territorio?

Territorio trata el tema de ser hombre, algo con lo que tenemos que lidiar desde niños, esos rituales con imágenes y posibilidades tan diferentes. Yo quería generar debate sobre el tema sin hacer opuestos, porque tampoco es que el personaje de Manuel no sea macho, le sale una parte muy machista cuando se viene abajo su hombría. Son personajes machos: uno es más el estereotipo, y el otro podría ser el macho moderno, que después muestra una par

te muy anticuada.

 

La relación de Manuel y Rubén tiene incluso cierto tinte homosexual, después cambia hacia la agresión que vivimos muchos hombres. ¿Tenías modelos o cómo trabajaste estos personajes?

El escarceo homoerótico era para hacer una pista falsa, ya cuando ves el trío sabes lo que puede pasar. Originalmente quería enfatizar que en el pasado Manuel pierde a su papá y ve a Rubén como figura paterna, por ahí va lo homoerótico.

En cuanto a tener modelos, fue algo espontáneo y obviamente hay esta cosa del macho mexicano, aunque este nuevo macho lleva serenata y acaba humillado. Estaban esas referencias pero pensaba en modelos al escribir el guión.

 

¿Cómo construyes a Lupe?

Quería que tuviera poder y decisión, a fin de cuentas es quien desencadena todo. Es una mujer que lucha por su placer y su bienestar. Ayudó escoger a Paulina Gaitán, una actriz con mucho carácter, ella logró un personaje femenino que no es un objeto que va y viene. Lupe es una mujer inteligente, buena para el sudoku, tiene un buen trabajo, no es una mujercita que está esperando que llegue el macho a su casa.

Algo sobresaliente en Territorio es justo tu dirección de actores. ¿Cómo trabajas con ellos?

A los directores nos da un poco de pavor la dirección de actores; la cámara es una cosa fría que no responde inmediatamente, el actor sí. Si no los diriges bien te das cuenta que él está haciendo un desastre; te puedes sentir intimidado cuando empiezas como director, con actores que tienen más experiencia.

Ahora es una etapa que disfruto mucho: me gusta ensayar, hago trabajo de mesa, vamos escena por escena y hablamos de cómo está el personaje. Hicimos una cronología de las altas y bajas de los personajes, de repente Manuel es más poderoso y el otro es más débil y viceversa. Había que mapear sus estados de ánimo. Si te fijas Manuel se ve más chiquito de la mitad de la película en adelante, que está más erguido, el actor incorporaba estos elementos a su físico y era importante marcarlo.

Ensayamos prácticamente todas las escenas, primero me juntaba por separado con cada uno, luego con dos o con tres y ensayábamos. Casi todo lo grabamos con una cámara de vídeo, lo veíamos y les daba notas. Al final es algo que disfruto bastante.

Hilda fue motivo de notas y la atención de grupos como Conapred, ahora Territorio se puede prestar para que la tomen los grupos que estudian género o masculinidades, ¿qué te parece esta posibilidad, que entre en debates de lo que debe ser una pareja, lo que debe ser un hombre, los temas del embarazo, que también están en boga?

Tenemos visibilizados a líderes y grupos que hablan del tema. En algún momento le enseñamos la película a Lydia Cacho y le gustó mucho, comentaba que nunca le había tocado ver un protagonista débil, que este tipo de hombre no suele ser protagonista.

En el Festival de Morelia nunca me había tocado que la gente reaccionara tanto con una película, y no quiero sonar pretencioso, pero era de esas películas que la gente le habla a la pantalla, les mueve mucho, a lo mejor por incomodidad. Sobre todo me han tocado hombres muy incómodos de ver un personaje así.

 

Es que es curioso porque Manuel es quien cumple las normas, el que parece hacer bien las cosas, Rubén tiene elementos ambiguos, pero terminamos quedándonos con él. Siempre me ha llamado la atención esta interacción entre esos dos estilos de masculinidades, creo que están muy bien plasmados en tu película.

Yo creo que seguimos admirando al macho, por ahí va.

 

Vas a estrenar en agosto, es difícil por el tema del covid, pero es muy valiente de tu parte y de la parte de todo el equipo, ¿qué esperas de este estreno en salas?

Ojalá dentro de las circunstancias pueda ir mucha gente, ojalá se hable mucho de la película. Más que pensar en taquilla es eso: hacer ruido, es lo que más me entusiasma. Ojalá el covid no sea un impedimento.

 

Territorio (2019). Guion y dirección: Andrés Clariond Rangel. Producción: Gabriel Nuncio y Alejandro Durán. Dirección de fotografía: Santiago Sánchez.  Edición: Soledad Salfate. Diseño de producción: Lourdes Oyanguren. Diseño sonoro: José Miguel Enríquez. Post-producción: Julián Jaquez. Música original: Tomás Barreiro. Reparto: José Pescina, Paulina Gaitán, Jorge A. Jiménez.