'Laberinto Yo’eme' de Sergi Pedro Ros: las últimas luchas de la tribu yaqui

Laberinto Yo’eme habla de los conflictos que vive la tribu yaqui en la actualidad. Los yaquis han sido históricamente amenazados por gobiernos, capitales y otros grupos de poder, que han intentado su exterminio.

Ahora, los jóvenes yaquis tienen problemas de adicción y viven asediados por el crimen organizado. Además, sufren del despojo de las aguas de su río, el río Yaqui.

 

“Esto es el 2.0, la posmodernidad política actuando en un nuevo genocidio contra ellos”, opina Sergi Pedro Ros, el director del documental. Él vincula estos problemas desde una voz coral que retrata la cotidianidad de la tribu y su lucha por preservar su territorio y su espacio político, cultural y espiritual.

 

Pero sin dejar de ser denuncia, Laberinto Yo’eme también saber ser poético; un ejercicio de dignidad. Sergi Pedro Ros nos cuenta su experiencia con esta película.

¿Cómo te involucraste con las comunidades yaquis?

Los conocí a través de la danza. Me estremeció la expresión espiritual y artística de la danza del venado. En confianza conmigo, me contaron sus problemas de adicción a las metanfetaminas. Investigué y entendí que tenían problemas políticos serios. Supe que este pueblo tiene una historia de represión e intentos de exterminio inconmensurable. Llegó la necesidad de hacer algo al respecto y lo que pude hacer fue una película.

¿Cómo los convenciste para hacer la película?

Les dije honestamente qué iba a mostrar. Yo no sé por qué permitieron que filmara una película ahí, es algo sin precedentes. La tribu yaqui no ha permitido la inclusión en su territorio de personas ajenas. Ellos sabrán por qué nos permitieron retratar su realidad.

 

Se nota que, además de sus características estéticas y cinematográficas, hay una fuerte intención política.

Es importante generar en el cine espectadores activos,  agitar la butaca y generar acciones en las personas que ven la película. Por eso no es una película explicativa, genera dudas, para implicarte en el caso. Creo que el arte en general, en particular el cine y el documental, son herramientas políticas tremendas. Queremos que Laberinto Yo’eme llegue a todos los espacios y los públicos posibles, de todas las escalas de la sociedad y de la clase política. Queremos exponer fuerte el caso de la tribu yaqui, que además no es el único: muchos pueblos en este país pasan por situaciones similares. Nosotros vemos a los yaquis como ejemplo de lucha y resistencia, queremos que esto se difunda en todos los espacios, que los espectadores se preocupen por esto y pongan el tema en la mesa. Ponemos la película a disposición del pueblo mexicano, para que la tome y haga con ella lo que considere oportuno. Y por supuesto la ponemos a disposición de la tribu yaqui.

Porque además, ellos colaboran mucho en el documental, parecen coproductores o correalizadores…

La película se pensó como una cuestión colaborativa a todos los niveles de producción. Para poder contarla tuve que empaparme de la realidad que viven a nivel emocional, privado, público, político; eso hace que ellos estén impregnados con la película, y eso la hace una obra colectiva. Obviamente yo me identifico con su lucha. Hay una colaboración estrecha porque pensamos de manera similar. Nos consideramos miradas afines, tal vez por eso fue posible hacer esta película.

 

¿Qué te parece que se proyecte Laberinto Yo’eme en el ciclo ‘De aquí es… la película’ de Imcine?

Espero cumplir la promesa que tuve con la tribu, desde que les dije que hiciéramos la película. Les dije: “en cuanto la película esté terminada, la voy a traer a que ustedes la vean”. Espero cumplir esa promesa, que también es un asunto de respeto hacia ellos. Tengo mucha curiosidad por saber qué opina la tribu, tanto a nivel de autoridades como de pueblo. Eso haremos este fin de semana. Espero que la tribu yaqui tome una postura respecto a la película, que muy pronto conoceremos.