‘Amare’, de Balam Toscano: el reencuentro de las hermanas

Cielo les enseña a los niños de su pueblo a hacer cisnes de papel. Su hermana, Amare, regresa de Estados Unidos con tenis y pants de lycra. El largo abrazo de las hermanas, cuando vuelven a estar juntas, conjura el tiempo y la distancia. Pero Amare quiere que Cielo la acompañe al otro lado. Pero Cielo preferiría que Amare se quede en el pueblo.

En El Tamal, comunidad de la Costa Chica de Oaxaca, ocurre esta historia. Actuaciones emotivas de Nancy Bailón y Patricia Loranca; fotografía de Constanza Moctezuma, que en momentos alcanza lo idílico, Amare, cortometraje de Balam Toscano, , difumina fronteras entre documental y ficción, y refleja un dilema que se proyecta a muchas otras comunidades del país: ¿habría que probar la fortuna lejos? ¿O mejor quedarse e intentarlo en el terruño?

Amare es una producción del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) que se presenta en la edición 28 del Festival Internacional de Cine Guanajuato. A propósito de estas exhibiciones, platicamos con el cineasta Balam Toscano sobre la creación, comunitaria, de esta historia.

 

Amare, dir. de Balam Toscano

 

Las historias de migraciones tratan de la gente que se va, tú me cuentas de alguien que regresa. ¿Cómo empiezas a urdir este relato?

Soy de la Costa Chica, de un pueblo que se llama El Ranchito, cerca de Pinotepa Nacional. Mi pueblo, junto con El Tamal, Lo de Riaño, Lagunillas y El Ciruelo, son pueblos migrantes. En un primer documental que hice, escuché la historia de una de las hermanas de mi personaja, que estuvo en Estados Unidos y dejó a su hija en El Tamal. Me pregunté, ¿qué pasaría si ella regresara? ¿Cuáles serían las diferencias culturales, sociales, económicas entre la hija y la madre? Desde esa pregunta empecé a hilar. Me vino la imagen de esta mujer llegando en la carretera del Tamal, bajando con sus maletas y que un niño la veía.

A mí me gusta trabajar con personas que no han actuado antes, pero para este corto no encontraba los perfiles. Con la actriz Patricia Loranca fui creando estos personajes. Ya no eran mamá e hija, sino hermanas. Desde ahí empezó esta primera pregunta para saber qué es la migración en los pueblos de los que soy.

 

En algún momento no entendía hasta dónde había una ficción o un documental, sentía que se diluían los géneros.

Para mí entre ficción y documental no hay diferencia, me baso en las enseñanzas de mi maestra Tatiana Huezo, que mezcla de repente. Tengo dos personajes que son actrices e interpretan personajes ficticios, pero también hay un abuelo real y una abuela real. Fue una experiencia increíble trabajar entre los dos lados, enseñarles actuación y a no ver la cámara a unos; y a las actrices a convivir con ellos y ser pacientes.  

El registro documental siempre está ahí, mi construcción es de espacios, de locaciones, los trato de la misma manera en documental y en ficción. Encontré una fórmula que me funciona, que es tallereo y tallereo, así van funcionando las cosas.

 

Amare, dir. de Balam Toscano

Destaca mucho la presencia de los niños, tanto en la escuela como en las calles; es una película llena de niños.

En estos pueblos los papás y las mamás se van, lo que más queda son abuelos y niños. Cuando voy a documentar allá, ellos se me acercan y quieren participar. Justo el año pasado tuvimos el apoyo del Estímulo de Formación Audiovisual Independiente (EFAI), enfocado en la actuación para niños, porque les empezó a interesar actuar y estar atrás y delante de la cámara.

Ahora vamos a llevarles un poco de lo que es el cine. Mi meta a largo plazo es tener una pequeña industria audiovisual en la Costa Chica, que no existe.  Solo estoy yo, Sandra Luz [Barroso], Dinazar [Urbina] e Ismael [Vázquez], quienes ahorita estamos haciendo cortos y un largo por allá, la idea es mezclarlo. Creo que a los niños les interesa y podemos jalarlos al arte podría funcionar.

 

Me mencionaste al EFAI, un programa del Imcine, me gustaría saber cómo fue este proyecto que se dio en tus territorios.

Me tocó crearlo con varias compañeras. Además de cine, yo hago gerencia de producción en películas y eso lo llevé a mi comunidad. Dimos talleres en El Tamal, El Ranchito y El Ciruelo. Después, entre todos se ponen de acuerdo. Nos preguntaron qué necesitábamos, qué iba a pasar y pues les explicamos que íbamos a fomentar la producción audiovisual, que aprendan a usar la cámara y a estar frente a la cámara sin miedo. El proyecto se llama Esto somos, talleres de autorreconocimiento desde la intervención a la actuación cinematográfica en niñas y niños de la Costa Chica de Oaxaca.

Antes el Imcine me apoyó con el Estímulo de Creación Audiovisual, el ECAMC, en producción y postproducción Con él hice la película Soy Yuyé, que sale este año. Trata de una artista afromexicana que no tiene brazos, y que da clases a los niños en la comunidad de El Tamal. Tiene una hermana en Estados Unidos, es artista y hace todo este movimiento social. De ahí se desprende Yamare y el EFAI, porque ella da talleres de arte y pintura; le propuse hacer talleres enfocados a fotografía y cine.

Eso también fue un impulso para seguir en la carrera de cine. Por ejemplo, al mismo tiempo que tuve el ECAMC entré al CCC, en 2019, y en el CCC fui construyendo una mirada de herramientas cinematográficas industriales, y del otro lado, con asesoría de maestros y maestras, una mirada más comunitaria. Lo he estado entrelazando entre esas dos cositas.

 

Amare (México, 2024). Dirección: Balam  Toscano. Dirección de Producción: Magnolia S. Orozco Osegueda, Carla Ascencio Barahona. Fotografía: Constanza Moctezuma. Guión: Balam Toscano. Edición: Balam Toscano. Sonido: Emanuel Gerardo Guerrero, Francisco Gómez Guevara. Diseño Sonoro: Francisco Gómez Guevara. Música original: Francisco Gómez Guevara, Constanza Moctezuma, Balam N. Toscano. Dirección de arte: Ariana Pérez Martínez. Compañía productora:  Centro de Capacitación Cinematográfica. Reparto: Nancy Bailón, Patricia Loranca, Nidia Ramos Hernandez, Heriberto Ángel Hernández, Isabel Dominga Hernández Ramos. Locaciones: El Tamal, Oaxaca.