‘Anayeli’ de Misael Alva: una adolescente que quiere celebrar sus XV años

Entrevista con Iliana Reyes, productora de Anayeli

 

Anayeli quiere tener tres esposos y que una de sus hijas se llame como ella. Mueve las manos como si tramara travesuras estrepitosas, tiene dos perros que la siguen a todos lados y una abuela muy paciente. Anayeli, también, sufre de epilepsia, y vive en un pueblo de la sierra de Puebla donde los enfermos mentales son condenados al ostracismo.

Entre una vida violenta, la incertidumbre por quién podría cuidarla y sus propios sueños, la vida de Anayeli transcurre con un fuerte deseo: tener una fiesta de XV años y celebrarlos con un hermoso vestido.

Misael Alva Alva ha hecho suya la consigna de crear una crónica detallada y crítica de su comunidad, Cinco Señores, en la sierra de Puebla. Si el Tochi-Conejo (2013) se acercó a un adolescente con problemas mentales, en Anayeli revisa la situación de incomprensión y violencia que vive una chica enferma de epilepsia. Al mismo tiempo, realiza el retrato de las tres mujeres que cuidan a la frágil: una abuela, una madre y una hermana que viven en el esfuerzo de dotar a Anayeli de la fortaleza para vivir en este espacio hostil con dignidad.

Anayeli forma parte de la sección Hecho en México de la edición 18 de DocsMX. Iliana Reyes, productora de la película, nos contó sobre los esfuerzos para sacar adelante esta historia, sobre una chica enferma y violentada que quiere una fiesta de quince años. 

 

¿Cómo se dio el contacto entre Misael Alva y tú como productora? 

Roberto Fiesco conoció a Misael porque fue su alumno en 2017, en los encuentros de jóvenes creadores del Fonca. Ahí comenzó a gestarse este proyecto. Yo conocí a Misael gracias a Roberto, quien lo llevó a Mil Nubes. Misael había hecho varios documentales y un largo llamado Tochi. A partir de ese punto empieza a concretarse la idea del documental. 

 

¿Qué te atrajo de esta historia?

Es una historia muy fuerte. No podías evitar tratar de ayudar un poco, que la gente pueda ver lo que sucede. Anayeli ha padecido una enfermedad desde la infancia, pero aún existen tradiciones de llevarla a curanderos. La primera vez que la vi estaba amarrada de las piernas, luchando por liberarse. Fue una imagen impactante. Esto no es un problema sólo en esta comunidad, en muchos lugares se necesita conscientizar sobre estos problemas. 

Anayeli también habla de las mujeres, refleja la realidad de muchas personas en el lugar. Mi objetivo es que las personas vean esto y sientan empatía hacia estas personas.

 

El personaje de su anterior documental, Tochi, tiene similitudes con Anayeli. Ambos padecen enfermedades mentales y hay un conflicto en la comunidad para saber cómo tratarlos. Llama la atención el interés de Misael en este tema. 

Misael quería retratar la vida en su comunidad. No sólo se refiere a Tochi, sino a otros cortometrajes que ha hecho antes. Siempre intenta capturar incluso lo que no ha vivido, pero que sus padres le han contado. Aunque no está tan lejos de la Ciudad de México, a unas seis horas de distancia, Cinco Señores es un lugar de difícil acceso, con tradiciones arraigadas. En este contexto, la medicina es a menudo el último recurso. Lo que Misael intenta retratar es esto: lo que ocurre en su comunidad, su vida y lo que presencia.

 

Anayeli, Dir. Misael Alva Alva

 

Además de su enfermedad, Anayeli ha sufrido de violencia sexual y su familia no sabe cómo cuidarla. Vive en un ambiente violento, pero a pesar de todo tiene un carisma enorme. Es una persona que está viviendo su realidad, y su realidad es ésta. Pero cuando le pones una cámara, la llena tremendamente. ¿Cómo percibes la relación entre ella y la cámara?

Justo Anayeli es así. Cuando la conoces, lo primero que te dice es: “Yo soy Anayeli, y ¿tú?”, y cuando das la vuelta, te vuelve a decir: “Yo soy Anayeli, ¿y tú?”. Siempre pensé que vivía en una realidad diferenteLo que ella quiere es llevar una vida normal, y su vida giraba en torno a su familia, su abuela, su hermana y sus dos perros. 

Antes de comenzar a grabar, pedíamos permiso tanto a la familia como a ella. Le explicábamos: “Hoy venimos a filmar, ¿estás de acuerdo? ¿Quieres que te filmemos?” E incluso cuando no grabábamos, ella seguía haciendo las mismas preguntas y compartiendo sus historias. Pero cuando sufría ataques de epilepsia eran momentos muy intensos. Hay escenas impactantes que han sido excluidas del documental. Nos esforzábamos por asegurarnos de que ella estuviera en las mejores condiciones y la filmábamos cuando se sentía bien.

Ella estaba emocionada por su fiesta de 15 años, era la niña más feliz y a todos les pedía que voltearan a verla. Empezaba a mover sus manitas, algo que muestra mucho en el documental. Anayeli tiene sus propios sueños, como tener tres maridos, hijos y que una de sus hijas se llame Anayeli.

 

 

Tuvieron que enfrentar el desafío de grabar en la sierra. Para Misael quizás no resulta tan extraño, pero para la productora y el creq debe haber sido un reto. ¿Qué me puedes contar acerca de esta experiencia?

Me gusta trabajar con un crew muy pequeño. Íbamos la fotógrafa Ariana, el sonidista, producción y Misael. También contábamos con la ayuda de su hermano Israel y, ocasionalmente, de amigos que se unían al documental. 

Una de las mayores dificultades era el clima, extremadamente frío. Cuando llegábamos a la casa de Misael, donde nos hospedábamos, la mamá y otras personas cercanas a la familia nos ayudaban a preparar la comida. Por otro lado, Armando Narvas, el sonidista, solía ser el primero en levantarse y aseguraba que ya tuviéramos agua caliente para bañarnos antes de salir a filmar. La gente local estaba acostumbrada a ese clima, pero para nosotros era un verdadero desafío. 

Pero más allá de eso, el rodaje fue hermoso. Es una comunidad muy verde, llena de árboles. La gente puede ser un poco reservada y al principio resultó complicado acceder a todos los rincones de la comunidad. Pero con la ayuda de la familia de Anayeli y el equipo de producción, establecimos una conexión especial. También visitamos otros pueblos cercanos y convivimos con la gente, especialmente con los jóvenes de Cinco Señores.

 

En el último tercio de la película, Anayeli enfermó gravemente. Me sorprende la habilidad del documentalista para adaptarse a la situación. 

El documental se hizo en varias etapas, en esta última hablamos primero con la hermana, a ver si nos aceptaban. Ella nos dijo que Anayeli estaba un poco enferma, pero bien. Cuando llegamos nos dicen que no podemos filmarla porque se sentía un poco mal. Nos pidieron que fuéramos al otro día, pero no estaba mejor. Durante esta etapa de filmación, ella iba decayendo. Es cuando Misael decide que hay que llevarla a Tehuacán. Y pues se regresa el crew y solamente se queda él, esperando que ella reaccione. Estuvo unos 15 días en el hospital. La producción cubrió los gastos hospitalarios, y pues no había posibilidad de filmarla ahi. 

Antes, la abuela falleció durante una de las etapas del documental. Cuando nos avisaron nosotros no quisimos filmar. Fue muy doloroso también. Luego vimos a otra Anayeli. Conforme pasaba el tiempo, ella se desgastaba más.

 

Para quienes conocemos la productora Mil Nubes, sabemos que representa el estilo de trabajo de Julián Hernández y Roberto Fiesco, la compañía tiene cierta personalidad. Me preguntaba cuánta influencia haya tenido Misael al haber trabajado con ustedes.

Yo creo que el documental se siente más humano. En Mil Nubbes ratamos de abrazarlo desde nuestra perspectiva como algo humano, eso lo hace diferente a si se hubiera hecho en otra casa productora. En Mil Nubes, un trabajo creativo involucra a Roberto Fiesco, Julián Hernández y a mí. También nos tocó trabajar cuando llegó la pandemia, que complicó todo. El editor, Emiliano Arenales, comenzó a enviarnos cortes y una propuesta de música. La música se convirtió en parte de la edición y cuando escuchamos lo que Misael aportó, supimos que era algo que debíamos incluir. Es una parte del documental que nos acompaña durante todo este proceso. Como mencionaba Julián, era un tipo de música barroca que añadía un estilo apasionado. Ésta es la parte creativa que lo ayuda, ya que Misael tenía la idea y se combina con el editor. Abrazamos el documental al igual que abrazamos a Misael, y tratamos de hacerlo de la manera más humana posible. 

 

El personaje principal es Anayeli, pero también cuentas la historia de sus tres cuidadoras, la abuela, la madre y la hermana, cada una con su propia personalidad. Anayeli también es, en cierto sentido, una historia generacional sobre cómo tres mujeres se acerca de diferentes maneras a alguien que tiene problemas. 

Creo que nosotros, como las generaciones más actuales, ya no vivimos tanto esto, pero el acercamiento entre madre e hija en todos los contextos ha sido difícil. Y aquí, entre ellas, justamente están la abuelita, la mamá, la hermana y Anayeli misma. Ahí vemos a una niña que está a punto de crecer y seguir su propio camino. También en este lugar, donde te pueden señalar por muchas cosas, por muchas razones, es donde las mujeres a veces tienen que esconderse o huir, incluso de su propia familia.

Anayeli (México, 2023) Dirección: Misael Alva. Producción: Roberto Fiesco, Iliana Reyes. Casa Productora: Mil Nubes-Cine, con el apoyo de Foprocine. Fotografía: Ariana Romero Rodríguez, Aldo Rodrigo Hernández. Edición: Emiliano Arenales Osorio. Diseño sonoro: Omar Juárez Espino. Reparto: Anayeli Cortés, Eleuteria Cabanzo, Maura Cortés, María Lorenza Cortés