‘Ángeles FC’, ópera prima de Roberto Ortiz, es un enérgico documental que habla de furbol, de arrojo, del entusiasmo que cada fin de semana convoca a jugadoras y familias a las canchas. Y va más allá: hace de pases, gambetas, goles, un ejercicio para reconstruir el tejido social y recrear una comunidad.
Este documental, creado en Mexicali, Baja California, ha contado con el apoyo de Focine Producción y ha tenido su estreno en el 28° Festival Internacional de Guanajuato. Roberto Ortiz nos contó de la aventura de contar esta historia, que tiene mucho de coraje, de redención, de apostar por la comunidad.
¿Cómo conoces a Cristian y a su equipo de fútbol, y cómo descubres que ahí hay una historia que quieres contar?
Una asociación civil nos contrató para grabar un torneo de futbol, ahí conocimos a Cristian, y con él vimos un par de entrenamientos para niños. La zona era hostil, había mucho narco y buscamos acercarnos con el mayor cuidado posible. Cristian me contaba de las tragedias que sucedían en el barrio, pero también de lo lindo que hay ahí. Un día ya no me contesta mensajes. A los dos meses he habla: acababa de salir de la cárcel y me cuenta que lo habían agarrado.
Me cuenta quién era él en el barrio, cuántos años tenía dedicándose al crimen organizado. Él se encargaba de cierta zona y tenía mucho poder, pero ya no quería hacer esto, ”quiero dejarles una mejor imagen mía a mis hijos", me decía. Y empieza a retomar el tema de futbol, porque desde chico había entrenado equipos varoniles. Así empezó a apartarse del crimen organizado, a corregir sus errores, como él menciona. Ahí pienso: “Creo que aquí hay algo.”
En ese momento empecé a trabajar con DocMX, pensé podía agarrar herramientas del documental para contar algo. Era mi primer ejercicio documental, yo venía más de hacer ficción. Me motivó porque a mí me encanta el fútbol, lo jugué hasta los 18 años de manera semiprofesional.
Cristian de inmediato mostró interés. Cuando sale de la cárcel me dice: "¿Sigues interesado en contar algo sobre el equipo?” Él se ha mantenido concentrado en el futbol y ha hecho una gran comunidad en el barrio.
El centro del documental es Cristian y su intención de dejar el crimen organizado y recuperarse desde el futbol. Pero también destacan otras personas, como Reyes y su hija Valeria, o Bianca e Isabel. ¿Cómo aparecieron ellos?
En el desarrollo busqué que no fuera la película de Christian, aunque sabía que era el hilo conductor. Valeria se la rifaba jugando fut, y su padre Reyes desde el principio fue muy amable, nos dejó acompañarlos en todo momento.
Valeria en ese momento tenía 13 años, ahora es una adolescente de 16 y sigue teniendo el sueño de ser profesional. Y con Bianca fue más complejo, hasta la edición descubrí su historia, de cómo se construyen relaciones a partir del deporte. Bianca y e Isabel eran muy amigas, se acompañaban y bromeaban, pero no era tan clara su relación hasta ese momento.
Ángeles FC es una familia, las morras son muy leales a Cristian y a lo que significa Ángeles Soccer. El equipo le ha ayudado a Bianca a procesar la pérdida de su hija Bianquita, Las morras y Cristian la cobijaron como familia, y así plasmamos qué es el equipo, mientras acompañamos la historia de Cristian, y también qué significa para Crristian el equipo. Para mí Ángeles Soccer es un corazón que brota en entornos hostiles, donde hay mucho crimen y mucho juicio hacia estos entornos periféricos.
¿Cómo abordaste el tema de la violencia?
Los y las personajes sienten la violencia estructural, no solamente la del crimen organizado, también se siente lo que le falta a la comunidad y desde dónde entrenan.
Su entorno está sitiado porque hay militares, guardia nacional, policía, pero yo no quería hacer este abordaje que revictimiza a las víctimas/victimarios, porque aquí tenemos un victimario de un sistema fallido. Cristian asume la responsabilidad de lo que hizo y ahora busca transformar eso.
Nunca fue mi interés abordar las muertes que nos tocaron. Decidí no filmarlo, ni siquiera por curiosidad; no era la película que quería construir. Cuando trabajé con Leonor [Maldonado], la editora, me dijo: "Yo hice lo mismo en M20." No quería contar una historia donde la violencia fuera protagonista. Aquí nuestro protagonismo es la amistad, el amor hacia el equipo y entre compañeras.
Tú no eres camarógrafo de fútbol. Hacer la cámara de un partido de fútbol puede pedirte recursos técnicos importantes. Pero tú con tu cámara logras momentos emocionantes, tengo curiosidad en saber cómo encaras ese reto técnico.
El partido de la final fue mi segundo partido filmado. Nadie esperaba ese triunfo, fue de corazonadas. La película está hecha de corazonadas y intuición. Fuimos nada más dos cámaras y era complejo porque uno quería ver el campo, el otro camarógrafo no era tan diestro en el fut, entonces era plasmar las emociones y el entorno y yo me encargué de la cancha.
Por ejemplo, en el último gol fue cámara en mano, porque si no me lo voy a perder. Conforme se fue haciendo más emocionante decidí hacer cámara en mano y no importaba si estaba fuera de foco, era capturar la escena. Cuando vi el material en crudo me di cuenta que fue la mejor decisión.
En otros partidos me llevé un dron, pero ya traía más experiencia. Entonces el equipo no pasaba por su mejor momento, venía de perder otra final y era capturar esa frustración en ese calor de agosto, con temperaturas de casi 50°.
Técnicamente fue ir resolviendo con dos cámaras y en ocasiones tres, tener claro qué quería de cada operador. Muchas tomas yo me las aventé, porque quería capturar lo que estaba viendo.
¿Cómo fue hacer una película en Mexicali?
Yo creo mucho en este cine de guerrilla: ahí estaba la historia y era el momento para contarla. Fueron dos años y medio de desarrollo, y aunque Cristian y las morras se desesperaban de saber cuándo empezábamos a filmar, juntos fuimos descubriendo cómo se hacía una película.
Desde el inicio estuvo Victoria Arellano, de Jacalito Films, fue la primera que escuchó del proyecto y se sumó al 100. La gente de Mexicali también se sumó; hay un pequeño gremio cinematográfico de estudiantes y ya no tan estudiantes, que nos hemos ido acompañando. Ha sido de los pocos proyectos en Mexicali donde he remunerado de forma decente el quehacer cinematográfico, a Luisa y a mí nos enorgullece mucho.
En uno de los primeros teasers que le mostré, Cristian me dijo algo bien valioso: "Yo mi equipo lo voy a levantar con o sin apoyo, con apoyo será más fácil, sin apoyo más difícil, pero lo voy a hacer”.
Poco a poco se consiguieron los apoyos, gané el Fonca en el 22, después nos dieron Focine para producir, el proyecto fue creciendo, y conforme crecía la raza más se emocionaba. Fue un acompañamiento muy bonito de la gente norteña y también de la gente de Ciudad de México, mucha sinergia entre todos, muchas ganas de hacer la película. Al final se logró bien.
¿Qué te parece presentarla en el Festival de Guanajueto?
Me da mucha emoción y mucho nervio estar en Guanajuato, fue el primer festival al que yo pude acudir, nos lanzamos con mis compas en la uni, tiene esa cosa bonita de cumplir este sueño de estar en un festival, que se vea mi primer película y qué mejor que sea en Guanajuato.
Tienes que conseguir una pantalla para exhibir en la cancha, sería maravilloso.
Ahorita estamos viendo eso con Luisa, que primero tenga la proyección en cine, para que lo escuchen bien, pero luego armarnos la proyección para el barrio, que los niños y las niñas lo vayan a ver también. Allá hay mucha intriga y emoción, cuando les mostrábamos los teasers todo el barrio los compartía, para mí es significativo ir a mostrar la película ahí lo antes posible. Creo que a la gente le va a gustar.
Ángeles FC (México, 2025). Dirección: Roberto Ortiz. Producción: Luisa Bravo. Apoyos: Fomento al Cine Mexicano (FOCINE) y Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Guion: Roberto Ortiz. Cinefotografía: Roberto Ortiz. Edición: Leonor Maldonado, Raúl Zendejas. Sonido: Erlik Urzua. Reparto: Cristian Manjarrez, Bianca Torres, Valeria Ramos, Reyes Ramos, Isabel Fregoso.