Kinoki Foro Cultural Alternativo: el debate de las audiencias chiapanecas

Iniciaron en un local en San Cristóbal de las Casas, en abril de 2004. Pero desde 1999 ya hacían muestras de cine y talleres.

 

Para 2004 ya habían pasado diez años del levantamiento zapatista, y la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, era referente en México de movimientos autogestivos, la resistencia y la dignidad de las comunidades indígenas. 

Desplazados, visitantes nacionales o extranjeros, personas con interés genuino en conocer la realidad chiapaneca o en mero turismo político-antropológico, coincidían en San Cristóbal y sus alrededores para participar de un ejercicio social inédito en el país y probablemente en todo el continente.

En ese contexto abrió sus puertas Kinoki, Foro Cultural Alternativo, con el propósito de proponer un cine alternativo al comercial, pero además de suscitar crítica, debate, análisis de problemas sociales y, sobre todo, crear redes entre la comunidad chiapaneca.

 

Beto Domínguez ha estado al frente de este proyecto y él nos cuenta sobre la experiencia de Kinoki, este espacio de exhibición independiente que ahora busca participar en las redes de las salas alternativas del país.

 

¿Como es la audiencia que acude al espacio de Kinoki?

Al inicio había menos apertura y era incómodo tener un foro que abría sus puertas a temas delicados. Hasta el día de hoy, 18 años después, se sigue haciendo esto que llamamos “cine debate”: se programa un documental y cuando termina, por medio de una organización que invitamos, se pone sobre la mesa el tema de la película, que usualmente es sobre territorio chiapaneco, y entonces se genera la discusión. Ha habido denuncias de colectivos desplazados, como los de Acteal, ahí hemos hecho redes con las organizaciones.

El público es variado: están los desplazados, los migrantes, porque San Cristóbal alberga personas de comunidades originarias; extranjeros, mexicanos, los mismos habitantes de San Cristóbal, entonces es muy diverso. 

Pero desde el principio han sido importantes las redes que tejimos. 

 

Kinoki es un proyecto integral: tienen dos foros, el proyecto Kinoki Móvil, oferta gastronómica, espacios de debate, sin perder al cine en el centro . ¿Como ha sido este crecimiento?

Al principio estábamos firmes en ser un centro de de exhibición y producción, pero en 2004 nos dimos cuenta que no teníamos dinero para producir. Muchos eventos siempre han sido gratuitos y la producción es casi imposible de hacer. 

Con el tiempo nos dimos cuenta que la difusión y la comunicación es nuestra ruta. A partir de ahí hemos hecho cosas como Cine Kinoki Móvil, que ha estado desde antes que tuviéramos este local, y seguimos yendo a comunidades, a barrios y a donde nos inviten. Siempre hemos estado en el centro de San Cristóbal, que no representa la totalidad del territorio chiapaneco, menos el de los Altos de Chiapas, por eso es importante ir a los lugares. 

Por otra parte, hace dos años iniciamos Kinoki Media, una emisora de radio donde tenemos nueve programas que hacen muchas personas y organizaciones. La otra parte es la formación en comunicación comunitaria, en este ánimo de hacer redes. Esta parte ya lleva dos años. También empezamos a apostar cómo sostener este tipo de eventos, entonces pusimos un salón de té, luego un restaurante y cuidamos mucho las formas como lo hacemos, con ingredientes locales y  de ahí se sostienen los proyectos que van en paralelo. 

En Kinoki tenemos 18 años proyectando todos los días, con dos o tres funciones diarias, es estar siendo un poco tercos.

 

Cortesía: Kinoki

Chiapas vive un buen momento en lo audiovisual: hay cursos y capacitaciones, está el Festival Ocote, hay cineastas como María Sojob, Xun Pérez o Xun Sero que muestran sus trabajos en festivales internacionales: una ebullición de gente que hace, exhibe, da formación alrededor del audiovisual. ¿Cómo participa Kinoki con este ecosistema? 

Cuando llegamos ya había algunos esfuerzos, como la escuela de cine Mundos inéditos,y nos pudimos articular con ellos; fuimos sede en el segundo año de Ambulante, luego trajeron Ambulante Más Allá, el CCC con Patas y toda una generación se formó ahí. La generación que ahora está: Xun Pérez, Xun Sero, empezaron ahí, y ahora los vemos como cineastas maduros, con películas interesantes y una propuesta profesional, y vienen un montón de generaciones formándose. Ellos han escogido a Kinoki como un recinto para proyectar, debatir, ir con sus películas a las comunidades, y en estas sinergias hemos tenido el honor de acompañar sus procesos. 

Ahora hay una escuela de cine, está el proyecto del Centro de Postproducción, hay otra escuela en Tuxtla Gutiérrez, y el apoyo del Imcine en esta administración, que se pone al día con estas necesidades de los cineastas de los pueblos originarios y de la población. 

Falta agregar procesos de gestión desde donde se pueda integrar la cuestión pública y privada, que lleva a procesos más interesantes, como lo podemos ver en Oaxaca.

 

 

 

 

Pones el ejemplo de Oaxaca y llama la atención que en estos dos estados, Chiapas y Oaxaca, con una tremenda pobreza y desigualdad, se esté generando el cine de comunidades más importante. ¿Por qué crees que se está dando en estos estados?

Fue a partir de la necesidad de denunciar que agarraron las cámaras. Empezó como una herramienta de denuncia, porque había pobreza y violencia, y a partir de ahí se fue transformando para hacer este cine de calidad, que cuentan las historias de sus familias y sus comunidades. Es la necesidad de contar cosas que suceden y que es muy importante para ellos y ellas decirlo.

 

Cortesía: Kinoki

Consiguen el apoyo de Focine Exhibición en 2021, ¿por qué le entraron a esta convocatoria y cómo aprovecharon el el recurso. 

Con la pandemia nos invitaron a organizarnos, encontramos gran cantidad de salas independientes en México, estuvimos en mesas de trabajo y platicamos, pusimos sobre la mesa cosas para hacer.

Notamos por primera vez el interés del Imcine por estas salas independientes; nos considera importantes, parte del cine mexicano. Esto no había sucedido, antes no nos habían visualizado como parte de este ciclo del cine. 

Entonces fue entrarle a estos procesos de largo plazo: si hay interés vamos dando pasos, y es como espejearnos con otros proyectos que están en Sonora, San Luis Potosí, Guanajuato, que tenemos similitudes grandes. 

El año pasado el Imcine saca este recurso para apoyo a la exhibición por primera vez en la historia del instituto y dijimos: órale va, nos puedes apoyar en mejorar nuestra sala tres del foro y a mejorar el equipo del Kinoki móvil. 

En 2004 éramos un incómodos para el gobierno, hoy estamos en otra posición. No quiere decir que vamos a firmar lo que sea ni nada, vamos a trabajar como siempre. Tenemos casi 20 años acá y quien quiera venir es bienvenido. Ahora tenemos una mejor calidad en exhibición y se agradece esa posibilidad.

 

Más allá de los apoyos de Focine, me parece interesante este intento de crear una red de salas de exhibición. Es importante este vínculo entre exhibidores, que compartan prácticas, sus ideas de cómo mejorar.

Con este circuito ya tenemos estrenos todo el tiempo, porque en 2005 rentar una película a la UNAM costaba 700 pesos más paquetería, puede parecer poco pero no podíamos costearlo. Evidentemente queremos tener estrenos y hablar de lo que ahora sucede en el cine, y esto se logró con acuerdos entre realizadores, distribuidoras, las productoras que ya ven al grupo de salas independientes como espacios importantes para sus corridas de estrenos. 

Por otra parte, juntos aprendemos cómo sobrevivir siendo independientes, estas fórmulas de autogestionar recursos, de no perder lo que quieres hacer en tu proyecto. Hemos juntado experiencias entre todas las salas y tenemos buena comunicación. Cada uno tenemos nuestras formas, cada uno tiene su territorio, no queremos llegar al monopolio, pero nos vamos moviendo y ése es el asunto, cómo colaborar conociendo nuestro territorio y a nuestro público.

 

¿Han hecho algún ejercicio de imaginar a Kinoki dentro de cinco años? ¿Cómo les gustaría celebrar su aniversario 25?

Apostamos a redes de comunicación más consolidadas y extendidas; consolidarnos en territorio nacional, pero también más allá. Por ubicación geográfica tenemos contacto con Centroamérica y algunas partes de Sudamérica, nos gustaría consolidar esta red de comunicación e intercambio y por ahí estamos trabajando. En cinco años me gustaría ver más fuertes esas redes de comunicación. También me gustaría no estar tan apurado con las rentas.