Cuando Mariana le pide a Arturo que lo acompañe a una presentación en Mérida, Yucatán, el mundo de los hermanos se tambalea. Y juntos deben aprender a reinventarse y descubrir lo mejor que tiene cada uno de ellos.
Escrita y co-dirigida por Juan Arce y Francisco Gallo, La laguna rosa es una película que convoca a una forma nueva y refrescante de inclusión. La protagoniza Mony Arce, hermana del cineasta, quien comparte escenario con Gerardo Oñate y Elsy Jimenez Falcón.
¿Cómo se filma una historia sobre baile, viajes y hermanos que aprenden a pensar fuera de la caja? El director Juan Arce nos cuenta
Tengo entendido que tu actriz protagonista Mony es tu hermana, que quiere ser actriz, y esto influye en la creación de La laguna rosa. ¿Qué más puedes contarme sobre el origen del proyecto?
Mónica me había dicho que le gustaba mi trabajo y que ahora quería participar en alguna película conmigo. Mi propuesta fue contar precisamente cuál es la experiencia o mi perspectiva con Mony: desde cómo es salir con ella a la plaza, al antro o por algún bar. Así empiezo a escribir el guión. La meta era concretar un proyecto sobre una historia de una persona con síndrome de Down.
En La laguna rosa veo una propuesta diferente sobre las historias de personas con síndrome de Down. Cuando Camila habla sobre Huicho, dice que él estaba encerrado en un sótano y es algo que tristemente les sucede a algunas personas con esta condición. Otras historias muestran a estos personajes como héroes, con ellos todo se hace mágico. ¿Cómo mostraste a alguien con síndrome de Down fuera de esta narrativa mágica o del sufrimiento?
Cuando mis papás hablaron conmigo y mis otros hermanos, nos dijeron: “Mónica está en camino, tiene síndrome de Down y es igual que ustedes”. Cuando eres niño no entiendes por qué te lo explican, pero el entorno social no lo entiende así y entonces caemos en estas charlas. Así que proponer una nueva narrativa es mostrar que las personas con discapacidad intelectual o síndrome de Down son igual de complejas que todos, tienen una personalidad definida.
Mony tiene defectos y virtudes, como todas las personas, y eso forja su propia esencia. Si yo hubiera optado por desarrollar la historia con un personaje de perfil heroico, e insistiendo en la parte inspiradora; o desde una visión pesimista y de lástima, estas fórmulas no me hubieran permitido relatar la historia de una persona real. A nadie nos sirve verlos desde la lástima.
¿Qué reto implicó para Móny trabajar con actores como Gerardo Oñate o Elsy Jiménez?
Mi hermana es muy espontánea y el equipo actoral tuvo iniciativa y apertura para desarrollar la historia. Como actriz, Mony nos sorprendió. Quizás sintió el nerviosismo de estar frente a un primer proyecto fílmico, pero lo consiguió.
Tanto Gerardo como Elsy la ayudaron a pulir sus habilidades actorales. Yo la dirigía y sé que es cansado tener a tu hermano dándote una indicación tras otra, entonces fue un gran apoyo que estos actores se sumarán a la película y al trabajo de Mony. Ella los considera una familia, iniciamos grabaciones en 2017 y la amistad continúa. Incluso en sus fiestas de cumpleaños, Mónica los invita, por ese cariño que se fundó.
La co-dirección es un ejercicio desafiante. En tu caso, compartes esta labor con Francisco Gallo. ¿Cómo trabajaron juntos?
Gallo ha sido mi socio desde hace quince años, nos complementamos muy bien en el trabajo de creación cinematográfica. Él tiene un alcance muy serio sobre lo visual y por eso está al frente de la fotografía.
Cada vez que audicionábamos con algún actor para el proyecto, dudaban de trabajar bajo una codirección porque nos decían que habían visto proyectos en los que después de un día, los directores querían dejar todo. Nosotros les mostramos cómo era la relación, que además de ser cercana y amistosa, es profesional entre Gallo, Mónica y yo.
¿Hasta qué punto se plasmó tu relación personal con Mony, con la creación de los hermanos Mariana y Arturo que propones en la pantalla?
Fue como jugar al “qué hubiera pasado si…” En nuestro caso, tanto Mony como yo tenemos la fortuna de contar con una familia que nos ha apoyado en el camino de las artes. Pero entonces surgían los escenarios: imaginar que hubiera sido de nosotros si no hubiéramos crecido con nuestros demás hermanos, o desde mi caso: ¿cómo hubiera sido mi vida sin Mónica?
Al principio hubo fricción sobre cómo recrear esto, pero siempre nos plantamos en la tierra y sabíamos que era crear una historia de humanos, tener presente que las personas tienen una personalidad definida y que pueden cambiar o aprender de sus errores.
¿Cuál es la importancia de mostrarle al público estas historias de ficción sobre personas con síndrome de Down u otras discapacidades intelectuales, más allá de los contenidos que ya conocemos, como reportajes, documentales o cápsulas?
Porque el cine es el medio potencial para la representatividad. Veníamos de historias en pantalla que, si abordaban la discapacidad, lo hacían con actores que no la tenían, y eso estuvo bien porque puso el puente sobre la necesidad de incluir a estos actores. En La laguna rosa pueden observar esa interpretación por parte de una actriz mexicana con síndrome de Down. Es buscar otro tipo de narrativas, que pueden generar distintas reflexiones o impactos, más allá de lo acostumbrado. De esta iniciativa es que puede surgir el cambio.
¿Hacia dónde van Mony y tú en el futuro? ¿Qué proyectos hay en sus carreras?
Tenemos un curso de actuación para personas con discapacidad intelectual y lo impartimos por zoom, esto nos permite llegar a toda la república y a otros países. Mónica sigue participando en castings y sabe que a veces queda en call back o en espera, pero ella insiste en ganar esas oportunidades. Es difícil porque no siempre hay espacios para personas con estas condiciones, pero se sigue preparando.
Por mi parte, ya estoy escribiendo mi segunda película y va de lo mismo, ahora centrado en un niño, en el que tanto Mónica como yo queremos que sea un proyecto de Mónica y Juan Arce, que lo levantemos juntos.
La laguna rosa (México, 2022). Dirección: Juan Arce y Francisco Gallo. Guion: Juan Arce. Producción: Emiliana Rodríguez, Pedro Escobedo, Daniela Lugo. Fotografía: Francisco Gallo. Dirección de arte: El Alving, Laura Duarte. Sonidista: Rodrigo Esquinca. Elenco: Mony Arce, Gerardo Oñate, Elsy Jimenez Falcón.