‘Mátalos a todos’ de Sebastian Molina: testimonios urbanos de un desencuentro

Se llaman Mila y María, son jóvenes, tan dinámicas como escurridizas y ambas quieren conocerse. Una tiene una banda de rock, la otra surca la ciudad en su patineta. En una correspondencia por videos trazan sus vidas, que es hablar de sus aficiones, sus miedos, sus impulsos y sus vacíos. 

Mientras intentan un encuentro, cada una de ellas transita por una Ciudad de México poco vista por la cinematografía mexicana, “lugares muy míos, por los que crecí cuando era adolescente, por los cuales pasé y donde también patiné”, define su director Sebastian Molina.  

Después de su ópera prima Las hostilidades, Sebastian Molina crea en Mátalos a todos un cortometraje que retrata las juventudes femeninas en la Ciudad de México, en una suerte de carta de despedida a su propia juventud. Mátalos a todos también funciona como un ejercicio donde el documental y la no ficción difuminan fronteras, para crear retratos vigorosos de sus dos protagonistas, pero sobre todo, llenas de honestidad.

Mátalos a todos ha participado en la sección Pardi di domani: Concorso Corti d’autore del 76° Festival Internacional de Locarno, y ahora forma parte de la Sección de Cortometraje Mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia 2023. 

Sebastian Molina platica con nosotros de esta breve historia de música, patinetas y desencuentros.

 

Mi impresión sobre tu trabajo viene desde Las hostilidades, que pude ver el año pasado. No sé si Mátalos a todos también funciona como ejercicio documental o si estás trabajando desde la ficción. Cuéntame cómo surge la idea de esta comunicación a trompicones entre estas dos chicas que retratas en Mátalos a todos.

Esto es una no ficción desde un punto de vista formal, ya que los personajes son ellas mismas en la vida real. Mila patina y vive esa clase de vida. La otra chica, María, también tiene una banda. Tomé un poco de sus vidas y las junté para transmitir el proceso de crecer, el agobio de no sentirse comprendido.

Quería hacer algo antes de que perdiera la conexión con mi juventud. Tengo 27 años y siento que cada vez estoy más alejado de esa etapa, así que quería crear una especie de carta de despedida a esa juventud, con la que aún siento algún tipo de lazo.

Desde Las Hostilidades me sentí cómodo con el formato de documental, con explorar los límites de hasta dónde puede llegar, y combinarlo con elementos de ficción era importante. Por eso, en este corto utilicé un híbrido que mezcla cosas que ellas han grabado de sus vidas, con lo que yo quiero expresar y el tema del que quiero hablar. De ahí viene Mátalos a todos.

 

Mátalos a todos, Dir. Sebastian Molina

 

Me pregunto si tú escribiste un guión y luego ellas improvisaron, o si fue al revés; si tú recogiste sus testimonios y después los organizaste en un argumento.

Fue una mezcla de ambas. Todo surgió de una idea primaria, hacer un ejercicio tanto narrativo como lingüístico. Tenía un guión que escribí con Venancio Villalobos. Más que guión, hicimos una escaleta con situaciones, ideas y temas que quería explorar. Luego, aparecieron Mila y María, y reescribimos todo basándonos en ellas. También hubo un trabajo de conocernos mutuamente; ambas son amigas mías y las conocía desde antes.

Sus autorretratos fueron escritos por ellas, ciertas situaciones fueron reestructuradas y escritas a partir de las anécdotas que me daban. Luego realicé un trabajo de edición para llegar a puntos específicos. Así fue la manera en la que trabajamos y es muy orgánico porque, en realidad, son sus vidas.

Por ejemplo, el chico Derek, del que hablan como ex de Mila, y las fiestas a las que asisten, son aspectos reales de sus vidas. Fue un juego en el que todos decidimos meternos y, sobre todo, me centré en recibir y comprender lo que ellas querían compartir.

 

 

 

 

En Las hostilidades tenías el interés de proponer imágenes que no se refirieran a la sordidez que se podría suponer de aquel sitio. Algo semejante hay en Mátalos a todos. Pienso en las escenas con la patineta, las escenas del estacionamiento, algunas calles que me parecen muy interesantes. 

Para mí los espacios son muy importantes, su representación es gran parte de la narrativa. En Las hostilidades quería mostrar lugares que conozco, pero que no había visto representados como a mí me gustaría verlos en el lenguaje del cine.

Lo mismo ocurre con estas partes de la ciudad. Son lugares muy míos, por los que crecí cuando era adolescente, por los cuales pasé y donde también patiné. Siempre he vivido en la periferia de la Ciudad de México, crecí en Canal Nacional, entre Tláhuac y Cuemanco. Estos espacios, fuera de la iconografía habitual de la Ciudad de México, son lo que representan la ciudad para mí.

Para mí la Ciudad de México no es tanto lugares gentrificados como la Del Valle, Narvarte, Condesa o Roma. Si quieren ver algo más barrio van a La Doctores o a otros lugares que no están a menos de diez kilómetros de distancia. La ciudad es más grande que eso, y es la ciudad en la que he vivido. Por eso, representar estos lugares le da esa sensación de honestidad al trabajo. No se trata de buscar lugares que sólo se vean bonitos, sino lugares que aporten vida y autenticidad al proyecto.

 

Entiendo que este trabajo lo haces con el Colectivo La Colmena, que también va a Locarno con Todos los Incendios, de Mauricio Molina. ¿Qué me puedes platicar sobre La Colmena? ¿De qué se trata el colectivo y cómo participas con él? 

Este cortometraje lo realicé de manera independiente y luego me acerqué a Colectivo Colmena. Está compuesto por un grupo de realizadores, fotógrafos y productores que son amigos míos. Ellos me están ayudando con la parte de la distribución.

El Colectivo Colmena es un grupo diverso, con grandes proyectos e ideas. Van a proyectar otra película en Venecia, se llama Lumbresueño, si no me equivoco. Lo que agradezco de ellos es el ímpetu y las ganas que tienen de crear, así como la formación de una comunidad cercana entre nosotros, amigos que nos llevamos bien y compartimos el gusto por hacer cine.

 

¿Qué te provoca que Mátalos a todos vaya a Locarno?

Me emociona bastante. Es uno de los festivales de clase A que destaca, con una selección que siempre me ha parecido atractiva. Me identifico con las películas que proyectan, las retrospectivas que hacen y el tipo de cine que fomentan. Es el cine que me interesa y para mí es reconfortante y emocionante sentir que puedo participar en ese espacio. 

 

Tus temas han sido la familia y el barrio, ahora es la juventud y el barrio, ¿hacia dónde irán tus intereses en el futuro? 

Lo que conecta a Las hostilidades con Mátalos a todos es el tema del crecimiento. Siempre han sido temas personales y considero que mi carrera irá cambiando a medida que mi vida cambie. Esto le cierto nivel de honestidad, hablar de lo que conozco y de lo que estoy conociendo. Hacia allá quiero que mi carrera apunte.

Mátalos a todos (México, 2023). Dirección: Sebastian Molina Ruiz. Producción: Sebastian Molina Ruiz, Daniela Mosca, Diandra Arriaga. Fotografía: Ángel Jara Taboada. Edición: Andrea Rabasa, Sebastian Molina Ruiz. Sonido: Talia Ruiz Tovar, Miguel Angel Molina Gutierrez. Música: Las decapitadas, Telephone Exchange. Elenco: Mila Mijangos, María Villanueva, Derek Curiel