’Mudanza’, de RS Quintanilla: las parejas y sus miedos

¿Te mudas con tu pareja? No solamente cargarán cajas y muebles, los libros o floreros que compartirán en la vida en común. Quizá la primera noche les despertará un ruido y presentirán un intruso en el nuevo hogar. Quizá en la oscuridad y mirándose a los ojos se sentirán inquietos e indefensos. Y ambos transformarán sus emociones e ideas para siempre: una araña o un carraspeo podría iniciar esas mudanzas interiores.

Desde el ruido que escuchan Diego y Ana en su primer día viviendo juntos se urde Mudanza, película de RS Quintanilla.  Esta ópera prima, en clave minimalista, propone el miedo, la masculinidad desafiada, la incertidumbre de la juventud como formas y retos para iniciar una nueva vida. 

Noé Hernández y Florencia Ríos protagonizan la historia; Gerónimo Bolaño debuta en el cine; Mudanza forma parte del Programa Óperas Primas del Centro de Capacitación Cinematográfico (CCC), que en marzo de 2025 tuvo su estreno en el Cinequest Film & Creativity Festival de San José, California.

Platicamos con RS Quintanilla sobre esta pieza que, desde el absurdo, sugiere la dificultad, la amenaza que se esconde tras la vida en pareja. 

Mudanza, dir. RS Quintanilla

¿Cómo empiezas a imaginar la historia de esta pareja en su nueva casa?

Quería hablar sobre el miedo y lo dramático que es la interpretación de los hechos; lo que detona la anécdota acaba siendo un sinsentido, lo importante es cómo se relaciona con la pareja. Empecé a escribir esta historia en 2021, mi intención era hablar sobre el miedo. Entonces la anécdota fue creciendo hacia un largometraje. 

 

Pensaba en Raymond Carver o en John Cheever, que desde anécdotas muy contenidas disparan lo que les ocurre a los personajes

En 2021 releí De qué hablamos cuando hablamos de amor de Carver y esos cuentos me parecieron poderosos. También leí a David Foster Wallace, anécdotas muy pequeñas a partir de poner el foco en el tren de pensamiento del personaje. Está ese cuento muy hermoso del morro que camina desde un camastro de la alberca pública a ventarse del trampolín [“En lo alto para siempre”], el morro no hace más que caminar, intentar saltar a la alberca y es un viaje completo. Me importa cómo los personajes se relacionan con los hechos y esa interpretación transforma las cosas importantes de la vida; en esas cosas minúsculas encontramos lo que realmente importa.

 

Hay una confrontación entre las edades de Diego, un hombre maduro, y Ana con sus amigos y una vida más joven, o el mismo hijo Claudio. Un cruce generacional que podría explicar muchos de los temores que experimentan los personajes. 

Los tres personajes de la trama principal se llevan entre ellos unos quince años cada uno. Algo de eso se explora en la película. No era una intención hablar de los boomers y la generación X, o los millennials y los centennials, aunque ahí está. Mi intención era hablar de las relaciones de poder que se pueden dar, relaciones de poder que además son legítimas, diría Chomsky: la relación de poder entre un padre y un hijo, que de repente empieza a ser una membrana porosa, y de acuerdo al contexto va modificándose. 

Diego es un tipo mayor, tiene más capacidad económica que su pareja, una trayectoria de vida más armada y esta estructura del poder lo acaba confrontando con su hijo. Esa era la intención: hablar más de estas estructuras que de generaciones.

 

Mudanza, dir. RS Quintanilla

 

A los cineastas no les gusta que les digan esto, pero creo que tu puesta en escena es teatral. Hay diálogos y movimientos muy específicos, como cuando la pareja está acostada, la escena en el piano o las pláticas en el comedor. Me parece un ejercicio de dirección interesante. ¿Cómo trabajaste con tus actores? 

Yo no le tengo miedo o prejuicio al término. Mudanza va un poco de eso: en los pequeños gestos y en el universo pequeño de la casa sucede gran parte de la peli, ahí se encuentran cosas que son importantes de la vida, en el microcosmos.

Con Florencia y Noé  ensayamos varias cosas sobre qué estábamos pensando. Me gusta jugar con ellos, le compartí playlists a cada uno para asentar el tono y encontrar la película. No me gusta decirles qué están sintiendo sus personajes, eso es suyo, pero sí me gusta estar claro en qué hace el personaje, eso me parece importante. A partir de esto fuimos trabajando, además teníamos la casa, que funcionó como oficina de producción y se ha ido convirtiendo en un espacio donde podíamos plantear varias cosas y darnos la oportunidad de imaginar otras cuando algo no estaba funcionando.

Sobre Gerónimo, Diana Sedano me ayudó a hacer el casting, buscó en escuelas de música, porque para mí era importante que el personaje tocara el piano. Es  su primera experiencia actoral y cinematográfica. 

 

Ahora me dieron curiosidad los playlists, qué música les proponías a cada uno de tus actores...

El de Gerónimo siempre estaba de la mano con el piano: sobre todo el Minuetto en sol mayor de Bach, que es la pieza importante de la película, pero después encontramos otras cosas, básicamente piano y Bach. Con Noé jugábamos con la estructura de la peli, ahí estaba mucho de lo que se quedó en la banda sonora. Y con Florencia, el personaje de Ana tenía una parte contradictoria, entra en una relación con un hombre más grande y como que se está saltando pasos, de repente tiene una casota de dos pisos, una parte de la adultez ya adquirida, pero al mismo tiempo es una morra joven, entonces tenía mucha música de fiesta, como si siguiera añorando esas cosas.

 

Me llamó la atención los colores y luces. Hay una obviedad, colores cálidos para el día y fríos para la noche, pero también hay algo incierto en las escenas nocturnas. Sé que no era el propósito pero faltó tantito para llegar a una película de horror. Ahí hay un trabajo con el fotógrafo Miguel Zetina, ¿cómo imaginaron esta propuesta?

Miguel tiene una intuición muy desarrollada, entonces yo proponía alguna idea más conceptual y él muy fácilmente logra ponerlo en imagen y luz. Teníamos claro que las noches se tenían que ver bien, pero que al mismo tiempo hubiera algo oculto. Así nos fuimos acercando a las noches, sabíamos que era una película que habla sobre el miedo, pero que no era una película de miedo. Nos pareció interesante situarnos en medio, que se viera bonito pero que hay algo oculto detrás. Era lo que estábamos buscando.

 

Mudanza se produce desde el Programa Óperas Primas del CCC. ¿Cómo fue este ejercicio?

De mi generación formamos parte varias personas. Lau Charles, que es una tipaza y tiene toda la experiencia trabajando con infancias, hizo couch acting con Gerónimo. Tenemos a Jorge Leal Carrera, fue su primera película donde hizo todo el sonido directo.

El programa óperas primas del CCC tiene un espíritu hermoso, no nada más es debutar a personas que dirigen o fotografían; también es incluir a los estudiantes en un esquema más grande. 

 

 

Mudanza (México, 2024). Dirección: RS Quintanilla. Producción: Erika Calviño, RS Quintanilla. Compañía productora:  Centro de Capacitación Cinematográfica. Cinefotografía: Miguel Ángel Zetina. Guion:  RS Quintanilla. Edición: Ernesto Martínez Bucio. Sonido: Jorge Leal Carrera. Diseño sonoro: José Miguel Enriquez. Música original: Alán Santos García. Dirección de arte: Daniela Rodriguez Cruz. Vestuario: Laura García de la Mora. Maquillaje: Nayeli Roldán. Reparto: Noé Hernández, Florencia Ríos, Gerónimo Bolaños, Nora Huerta, Haydee Boetto, Daniela Luque, Mauricio Rico.