‘Por favor no me abandones’ de Antonio Rotunno: como cuando discutes con tu pareja

Se aparece la ex de tu novio. Le dice que tiene un hijo. Tu novio quiere conocerlo y se irá de viaje unos días. Te dejará sola, llena de sospechas e incertidumbre. ¿Tú qué harías?

La encrucijada que vive Elena es el punto de partida para una de las películas más desconcertantes y agrestes del cine mexicano que se hace en los estados, en este caso, en Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Integrante del grupo de rock experimental La Función de Repulsa, Antonio Rotunno realiza su segunda película, Por favor no me abandones, en clave de cine de guerrilla, fiel a su interés de crear historias poco visitadas por el cine mexicano, a la vez que es fiel a sus aficiones cinéfilas: el groundhouse, el giallo y el exploitation. Al tiempo que propone nuevos espacios, como podrían ser las calles y casas del suburbano victorense.

Por favor no me abandones tiene su estreno el 21 de septiembre, en salas de un circuito, igualmente guerrillero, en diversas ciudades del país.

Antonio nos platicó sobre los referentes, las formas de trabajo, la vocación para realizar un nuevo cine en el noroeste de México. 

 

Cuesta trabajo hablar del argumento de Por favor no me abandones, hay giros de tuerca que podrían estropear la experiencia. Sin embargo, sí es posible preguntar cómo evoluciona el tema de la violencia doméstica hacia un thriller con un gusto a gore. ¿Cómo bordas esta historia?

Hace tiempo quería abordar una serie de temas que varios directores han explorado, como los hermanos Coen o Hitchcock. Cuando una persona promedio recurre a la violencia y ocurre una tragedia, ¿qué haces con ella? Traía esa premisa, pero no había encontrado cómo abordarla. Al principio la relacioné con el crimen organizado, pero no quería caer en ese tópico. 

Me dio un nuevo enfoque una serie de casos en Internet, situaciones absurdas y violentas de la vida real. En una noticia dos personas pelearon por un estacionamiento y uno clavó un desarmador en el ojo del otro. O en una fiesta, alguien estuvo a punto de arrojar un bloque de cemento a otro tendido en el suelo. Estos casos me hicieron reflexionar hasta qué punto llega la irracionalidad humana: un momento de desborde emocional puede surgir de la cotidianidad.

Estos incidentes me sirvieron para desarrollar una historia más conectada con lo cotidiano. Empecé a trabajar el personaje de Elena como alguien con una situación límite, contenida hasta que discute con su pareja. 

 

Me preguntaba si tenías referentes específicos. Quizás resulta obvio pensar en John Waters. Pero en algún momento de la película, Elena observa una película en la televisión. Podría ser cine japonés, aunque los créditos finales sugieren que se trata de un cortometraje tamaulipeco. 

Es un cortometraje mío. Incluía un juego de imágenes que funcionaba para ese momento. Dado su brevedad, resultaba efectivo en pantalla.

Soy un admirador del cine exploitation y grindhouse, de  directores como John Waters o  Takashi Miike. Algunos amigos me hicieron notar que podría estar haciendo referencia a Dario Argento, que desde joven me impactó su estilo. Aprecio del giallo esa combinación de thrillers elegantes, en los que al mismo tiempo la violencia es explícita y gráfica. Fui jugando con estas influencias. Por ejemplo, empleé planos detallados para resaltar heridas o lesiones, aspecto que proviene del exploitation y que exhibe la virulencia de la violencia.

Estas referencias están presentes en mi trabajo, incluso cuando no soy consciente de ello. A veces ni yo lo percibo, pero cuando alguien me lo señala suele tratarse de un director que admiro. En tales casos, reconozco esa influencia, aunque no haya sido intencional.

 

Por favor no me abandones gira en torno a Elena, el personaje que interpreta Valentina Sumavsky. ¿Cómo entre Valentina al proyecto? Y después, ¿cómo trabajaste con ella para lograr estos registros tan extremos?

En 2019, durante un festival de cine, le hicimos un homenaje a la madre de Valentina, Maritza Olivares, una actriz con una amplia trayectoria. Valentina asistió y fue nuestro primer encuentro. Ese año surgió la idea de hacer esta película. 

El papel de Elena requería a alguien sumergido en la actuación y las emociones. Empecé a considerar opciones y recordé a Valentina. Ella tenía la experiencia necesaria, incluyendo escenas de esfuerzo físico. Exploré con ella la posibilidad de colaboración. Valentina encontró interesante el reto. Hablamos sobre el personaje y su situación, incluso detalles que no se mencionan en la película, pero que son necesarios para que los actores comprendieran sus reacciones.

Valentina se entregó por completo al proyecto. He recibido comentarios positivos sobre su actuaciones y sobre una escena en particular, donde ella mostró un gran esfuerzo físico. En cuanto a Jesús Meza, encontramos inspiración en La región salvaje de Amat Escalante, donde trabajó en una escena similar. Resolvimos si utilizar un truco o realizar la escena sin él. Valentina se lanzó a hacerlo sin trucos y fue un éxito en una sola toma. 

Valentina se involucró profundamente en el personaje. Sus esfuerzos rindieron frutos cuando fue nominada a Mejor Actriz en varios festivales y gano en dos festivales, el Genre Blast Film Festival en Estados Unidos e Indie Shanghái International Film Festival en China. 

 

 

Gran parte de Por favor no me abandones ocurre en el interior de un espacio, una casa de clase media baja. Desde el inicio parece haber una planificación meticulosa del espacio, exploras cada rincón con morosidad. Me gustaría saber cómo planteaste el diseño para que esta pequeña casa se convirtiera en el universo de tu historia.

En una ocasión un amigo me decía: “¿Por qué siempre haces películas así?” yo le decía que por pobre. En mi primera película, Desvanecer, me embarqué en múltiples locaciones, la hice sin presupuesto y coordinar los tiempos con los actores fue un reto. Tardé un año y medio. Tomé una decisión desafiante de planear una película con muchas locaciones. Así que aquí, pensé: ¿cómo podría superar esta limitación?

La solución era centrarme en un solo espacio. Necesitaba una casa completa, para lograr una diversidad en este microuniverso. Esto también estaba relacionado con la psicología del personaje, su sensación de estar atrapada. Como si su casa fuera un refugio, pero al mismo tiempo un lugar del que no hay escapatoria. 

Originalmente íbamos a utilizar otra casa. Sin embargo, cuando la vio Víctor Vázquez, nuestro fotógrafo, señaló que sería complicado maniobrar la cámara y otros equipos. 

En medio de estas consideraciones, uno de nuestros colaboradores, Edmundo, sugirió: “Oye, esta mi casa”. Le pedí que compartiera un recorrido en video, lo reenvié a Víctor y su respuesta fue contundente: “Ésta es la casa”. Realizamos algunas adaptaciones, añadimos un segundo piso en lugar de uno, y así se convirtió en un elemento fundamental en la película.

La familia propietaria de la casa fue muy generosa. Se fueron durante una semana mientras grabábamos, lo que nos permitió aprovechar al máximo todo el espacio.

 

¿Cómo se hace cine independiente desde Ciudad Victoria? 

El aislamiento geográfico, de alguna manera, ha evitado que nos contaminemos con las tendencias predominantes. Acá no hay escuelas de cine, me formé en la televisión universitaria de los años noventa, trabajé como asistente en una película de video y aprendí muchas cosas a través de talleres y cursos. Estoy agradecido con maestros como Patricio Saiz, del CCC, que impartió cursos de guión y producción. Sus enseñanzas me ayudaron a comprender mejor estos aspectos técnicos.

El aislamiento nos ha ayudado a forjar nuestro propio camino, alejados de las normas que rigen en ciudades grandes como Ciudad de México o Guadalajara. Nos ha permitido crear algo que en cierto sentido es más rústico, pero también más genuino. Las visiones de la región norteña son únicas, no se asemejan a lo que se suele asociar con otras partes del país. 

El norte tiene mucho que ofrecer en términos de historias y enfoques. La calidad técnica ha avanzado notablemente. Creo que debemos seguir avanzando y explorando nuevas voces. 

 

Puedo imaginar que también ha sido un esfuerzo significativo la distribución. 

La película se grabó en enero de 2020. En ese momento no teníamos idea de cómo la pandemia iba a transformar el panorama de la distribución. Después de numerosas conversaciones, llegué a la conclusión de que esta película, en el mejor de los casos, llegaría a plataformas de streaming.

Ahora surgió una oportunidad cuando conocimos a Josefina López, quien se encarga de gestionar la exhibición de películas en salas. Después de analizar diferentes opciones, identificamos un plan que, de manera independiente, podría tener éxito. 

Vamos a estrenar en Cd. Delicias, Arandas, Colima, Mérida, Rio Bravo, Aguascalientes, Agua Prieta, Ciudad de México y área metropolitana, San Luis Potosí, Culiacán, Monterrey, Jalapa, Tlaxcala, Apizaco, Tampico, Tula y Cuernavaca.

Esperamos que el público muestre interés en verla, considerando que estamos tratando con un circuito de proyección limitado, pero con la satisfacción de estar presentes en las salas de cine.

Por favor no me abandones (México, 2022). Guión y dirección: Antonio Rotunno. Dirección de fotografía: Víctor Vázquez. Edición y post-producción: Juan Carlos López. Sonido directo: Juan Carlos López, Fernando García Tellez. Dirección de arte: Fernando García Téllez. Make up & efectos prácticos: Nena Rivera. Vestuario: María Almendra Valdéz. Música original: La Función de Repulsa, Hugo E. Cedillo & RE-JA. Elenco: Valentina Sumavsky, Jesús Meza, Sara Manni, Rafael Gallegos Parra, Carlos Rodríguez, Alejandro Santisbón.