‘Vi a Juan Gabriel’, de William Elizondo y José Luis Isoard Arrubarrena: la mística del Divo

Divo de Juárez, Estrella del Amor Eterno, Príncipe de Bellas Artes, Eterno Querido, Guardián del Noa Noa,Varón de lo que Se Ve y No Se Pregunta: Juan Gabriel sigue entre nosotros y se le aparece a quienes necesitan el consuelo del desamor (la palabra que tiene dentro la palabra amor). 

Y Juan Gabriel se aparece en un pueblo de grandes cascadas y bosques tupidos. Su fulgor remueve a la comunidad, mientras Santiago, hombre en duelo por su hija desaparecida, tan medroso como malhumorado, enfrenta la misión de sacrificar a un perro muy feo, con el rifle que heredó de su padre. ¿Cómo conciliar esta historia lóbrega con el milagro del DIvo apareciendo en el valle?

William Elizondo y José Luis Isoard Arrubarrena imaginan una historia de superficie costumbrista, que en el fondo hace incómodos los valores de la masculinidad. Entre la devoción y los mandatos machistas, entre la fantasía y una realidad exigente, Vi a Juan Gabriel funciona como exvoto musical: contra la fatalidad en esta tierra agreste, debe haber algún lugar de ambiente, donde todo sea diferente. 

Con un elenco importante, que incluye a Paloma Petra, Carmen Ramos, Carlos Patrick Casanova o Alex Orozco, con una reinterpretación musical del Divo a cargo de Israel Ramírez (Belafonte Sensacional), Santiago Parra y Francisco Flores Valenzuela. Vi a Juan Gabriel actualiza una mitología ya presentida. Se presenta en la sección Cortometraje Mexicano - Ficción del 20° ficmonterrey.

Platicamos con William Elizondo y José Luis Isoard Arrubarrena sobre este ejercicio que transita desde la violencia machista a la redención queer.

 

Vi a Juan Gabriel, dirs. William Elizondo y José Luis Isoard Arrubarrena 

En este cortometraje hay dos historias que se conjuntan. Por un lado una historia costumbrista, de relaciones entre hombres y las exigencias de las masculinidades; por otro lado, la devoción a Juan Gabriel. Cómo fueron maquinando estas historias. 

William Elizondo (WE): Escribimos casi todo el guión separados. Fue un experimento de escribir escenas de Juan Gabriel con gente de un pueblo ficticio, donde tienen estos encuentros con él. Al mismo tiempo queríamos mostrar qué tipo de vida tenían antes de encontrarse con Juan Gabriel. 

José Luis Isoard Arrubarrena (JLIA): Escribíamos sobre gente con diferentes tristezas y veíamos cómo Juan Gabriel podría consolarlos. Pero con William también platicamos sobre esto de ser hombres y nos llamó la atención explorar estas responsabilidades raras de ser hombre y tener que ejecutar la violencia. Entonces escribimos la historia del perro, sin perder de vista que queríamos crear a un hombre con muchísima necesidad de ver a Juan Gabriel. Fue un proceso caótico de escritura, porque no nos veíamos: William escribía, yo escribía y después nos juntábamos a leer y ver qué había en común.

 

En México tenemos ídolos que tras su muerte se vuelven míticos. Paco Ignacio Taibo II escribió a Zapata en caballo por el Periférico; dicen que Pedro Infante vive en una isla, y que el mismo Juan Gabriel está en algún lugar de Cancún. Son personajes valiosos para nuestro imaginario social. Ustedes llevan a Juan Gabriel a ese terreno, que hasta ahora sólo estaba en memes. ¿Qué les daba Juan Gabriel para tejer alrededor de él esta historia?

JLIA: Todos tenemos una relación con Juan Gabriel en México. Yo era un adolescente rockerillo, pero en mi MP3 estaba Juan Gabriel. Esto habla de ese poder de Juan Gabriel para atravesar esa coraza que tenemos muchos hombres. Juan Gabriel nos regaló un amor melancólico a la vida, un triste amor a la vida, que es muy extraño y muy bonito. Así como Zapata es un  mito político y de resistencia, Juan Gabriel se vuelve un mito del corazón. 

 

¿Cuál es tu canción favorita de Juan Gabriel?

JLIA: “Siempre en mi mente”. Es una canción cíclica, que va creciendo y eso se me hace una genialidad.

 

¿Y a ti, William, qué te da Juan Gabriel? Y también, ¿cuál es tu canción favorita de él?

WE: Me gusta “La diferencia”, esa tradición de canciones melancólicas que hablan de no recibir el amor que quieres, pero que aun así vas a seguir amando. Mi relación con Juan Gabriel es diferente. Yo no lo escuché en mi juventud, me gustaba el punk, pero mi abuela lo ponía. Me decía: “¿por qué estás escuchando eso? Te voy a poner unas de Juan Gabriel”. Él me empezó a atraer más como persona, cómo se manejó como hombre posiblemente bisexual, que estaba tratando de navegar como persona pública en la cultura mexicana y latinoamericana, y cómo siguió siendo él y metiendo su propia personalidad dentro de la cultura. 

 

Vi a Juan Gabriel crea un arco interesante, desde las masculinidades hasta cierta cultura queer. Tengo a un hombre con mandatos muy estrictos de cómo ser un hombre, y del otro lado las apariciones de Juan Gabriel, con un acento femenino o gay. Entiendo que hicieron las historias atomizadas, pero llegaron a esto, ¿qué descubrieron cuando llegaron? 

WE: Durante los últimos cinco años fui descubriendo mi identidad bisexual. La verdad no era mi prioridad escribir algo queer, pero sí veo reflejos en Juan Gabriel y en los actores que colaboraron. La idea de que Carmen Ramos interpretara a Juan Gabriel no me pareció una decisión queer, eran decisiones naturales, se me hizo muy cómodo.

JLIA: Esa idea de que Juan Gabriel fuera interpretado por Carmen Ramos, una gran actriz, la tuvo William. Me pareció genial, porque a pesar de que la historia habla de la masculinidad, queríamos hacer un guiño a Juan Gabriel, que tuvo una lucha, tal vez involuntaria o invisible, en una época donde está raspando muy duro con estas sexualidades diferentes en nuestro país. Escoger a Carmen como Juan Gabriel, y que participara Alex Orozco, una mujer muxe de Tehuantepec, era crear una atmósfera donde se pudieran ver estas posibilidades. 

 

La primera escena, que hacen Carmen Ramos y Paloma Petra, es un guiño al encuentro de Juan Diego con la virgen de Guadalupe. ¿Qué me pueden contar de ella?

JLIA: Le sugerí a William que escribiéramos escenas de gente encontrándose a Juan Gabriel, en esta estética del encuentro con la virgen. Mientras que otro encuentro sucede en esta cascada del municipio de Ocuilan, en el Estado de México. William y yo nos metimos hasta el fondo del bosque para buscar la cascada más remota, porque siento que ahí la magia o lo religioso es más poderoso. Y William dice que fue mi idea, pero al final todas las decisiones las tomábamos juntos. 

WE: Tomamos las decisiones en colaboración. Pero yo recuerdo que la idea fue algo que discutimos.

Vi a Juan Gabriel, dirs. William Elizondo y José Luis Isoard Arrubarrena 

Quería preguntarles sobre la codirección. Ya me contaron cómo escribieron el guion, pero ¿cómo trabajaron juntos en el rodaje?

WE: José Luis y yo nos conocemos desde 2010. Desde entonces respeté mucho su creatividad. Durante los años hemos compartido ideas de diferentes cosas. Siempre hemos tenido una relación de colaboración no profesional, pero interesados en lo que cada uno estaba haciendo. Tenía fe de que algo interesante saldría, y la idea de colaborar con él fue algo súper natural. No me preocupó que nos pudiéramos estar pisando los pies tratando de dirigir. Tuve fe de los actores que contgratamos, por ejemplo, Carlos Patrick, que fue sensacional. Yo simplemente quería estar ahí para ayudar a explicar el guión, escuchar ideas y seguir abierto.

JLIA: Todos estos años que estuvimos dándonos seguimiento a la distancia, vi a William evolucionar muchísimo, porque además de hacer cine, también hace pintura, escultura, arte digital, que a mí me parece impresionante. Antes intentamos una especie de codirección, pero yo estaba muy impaciente y no funcionó. Esta vez dije, “no tengo que usar mi proceso de escritura o de desarrollo solo, tengo que escuchar y tomarnos el tiempo, arrojar ideas que funcionaran”, y de repente agarró inercia. Teníamos un premio de Morelia y le dije a William que lo usáramos para esto. El proceso de codirección fue muy bueno, porque todo el tiempo nos preguntábamos las cosas, no importaba quién tuviera la idea: se ponía en la mesa y el otro tenía tiempo para pensar y decidir si la aceptaba o no, pero casi siempre nos gustaban las ideas del otro.

 

Llama la atención es la pieza musical, “Cariño mío” de Israel Ramírez, Santiago Parra, con arreglos de Francisco Flores Valenzuela. Me pareció interesante la reinterpretación del estilo de Juan Gabriel. ¿Cómo llegaron a esta canción?

JLIA: En mi trabajo de hacer videoclips me hice amigo de Israel, el líder de Belafonte Sensacional, y además estaba Santiago Parra, ingeniero y productor del estudio Pedro y el lobo. Les conté del cortometraje y que necesitábamos una canción, se juntaron y pues les gira muy cañón, a ambos les encanta Juan Gabriel. Entonces hicieron esa línea melódica, luego Santiago escribió la letra e Israel la terminó. Ya no teníamos un centavo pero contratamos un mariachi para que grabaran en hora y media, la más estresante de mi último año. Pero salió muy bonita la canción, por eso la pusimos al final como karaoke. Se me hacía que el corto no podía no celebrar la influencia musical de Juan Gabriel. Espero que luego podamos subirla a YouTube o Spotify.

 

Desde que entrevisté a José Luis y algunos otros compañeros que participaron con sus cortometrajes en la película Una mano bajo la nieve y otras historias, me atrajo esta ansiedad que tenían de grabar. Tienen la urgencia de escribir una historia, conseguir una locación, dos actores y rodar. Me parece un cine emergente, inmediato, que no espera el mejor momento, sino el más cercano para lanzarse a la película. 

WE: Tenemos una idea y hay que grabar con dinero o sin dinero, pero se va a grabar algo. Es una compulsión, lo vamos a hacer pobres o ricos, y no hay otra razón que el amor a lo creativo. Muchos de mis cortos los hice con la peor cámara, con dos o tres amigos, y es para hacer algo. También por eso durante los últimos diez años me fui más al arte visual, porque quería sacar cosas y no necesitar de nadie más. Yo respeto ese aspecto de José Luis y el equipo que han creado en la Ciudad de México, gente que ama hacer las cosas, seguir activos, seguir nadando, seguir creando.

JLIA: No perseguimos la obra maestra, es más bien el ejercicio creativo, comunicar, aprender y pasarla bien. Pero tampoco creas que en las sombras no estamos intentando bajar Eficines sin nada de éxito, porque ya queremos pagarle bien a la gente con la que hemos trabajado.

 

Vi a Juan Gabriel (México 2024). Guion y dirección: William Elizondo y José Luis Isoard Arrubarrena. Productores: Camila Acosta, Jerónimo Gómez Escalante, Javier López y Gonzalo Romero Holguín. Productores ejecutivos: Maricruz Arrubarrena, Guadalupe Del Valle, Alex Elizondo, Emma Woodhouse Knightley y Roberto Isoard Arrubarrena. Productores asociados: Fernando Montes de Oca y Pía Gómez Escalante. Director de fotografía: Akaash Mora. Diseñador de producción: Andrés Domit del Valle. Maquillaje y peinados: Arianna Osuna, Joss Farfán y María José Valverde. Edición: José Luis Isoard Arrubarrena. Música: Israel Ramírez y Santiago Parra. Arreglos: Francisco Flores Valenzuela. Postproducción: William Elizondo y Blayne Ambrose. Diseño sonoro: Santiago Parra. Elenco: Paloma Petra, Carmen Ramos, Ulises Martínez, Aldo Escalante, José Puig, Rosa Isela Cerecedo, Lorena Venta, Ricargo Uscanga de la Luz, Antón Araiza, Carlos Patrick Casanova, Viridiana López, Rafael Martínez Sánchez, Oliver Martínez, Jesús Urbina, Alex Orozco, Camila Acosta, Tadeo Urbina. Locaciones:Ocuilan y Tlalnepantla, Estado de México.