‘Victoria’ de Eloisa Diez: experiencias de ser hombre y de la maternidad.

Las historias de las comunidades trans pocas veces se han enfocado en aquellas personas que han transicionado hacia lo masculino. Las implicaciones de esta hazaña podrían ser, además de admirables, tremendamente persuasivas.

Porque entonces ahí está Alex Reyes de Anda, quien en su pasado como mujer tuvo una hija, y que años después vive por segunda vez la experiencia del embarazo. De la primera hija tiene un complejo juicio legal para poder verla. Y justamente su segunda hija, Victoria, es la que da nombre al cortometraje de Eloísa Diez. 

Pero Victoria no solamente cuenta la historia de un hombre trans y cómo vive su identidad en un pueblo católico de los Altos de Jalisco. Este cortometraje también propone una reflexión importante sobre las masculinidades, la paternidad y la lucha cotidiana por ser fiel a uno mismo.

Después de una exitosa gira por festivales, desde enero de 2023 Victoria forma parte del catálogo Op Docs del periodico estadounidense The New York Times, lo que le da una generosa ventana para que audiencias de todo el mundo conozca esta historia sobre la lucha, la dignidad y el orgullo.

 

Platicamos con la directora Eloisa Díaz sobre la experiencia de haber filmado Victoria.

 

¿Cómo conoces a Alex y cómo decides que es idóneo para que hagas con su historia un cortometraje documental?

En 2016 me invitan al Festival de la Semana de la Diversidad Sexual y Cultural que organiza el INAH, que ese año fue en Lagos de Moreno. Presenté otro corto, la historia de una madre que pierde la custodia de sus hijos. Al terminar las actividades se me acercó Alex y me contó que estaba en una situación similar, un juicio por la custodia de su hija. Alex es un hombre trans y eso complejizaba el caso. Le pregunté si tenía ganas de contar su historia, dijo que sí y ahí empezó el contacto, en 2016. 

Me pareció una historia que me confrontaba, por el desconocimiento que tenía y que todavía tengo sobre el tema. Yo estaba en una crisis personal,  con esas preguntas de cómo se construye la identidad de lo que somos. Alex fue el detonante para preguntarme sobre la identidad que se forma de nuestras heridas y cicatrices. En esos años también tomé el Diplomado de Prácticas Narrativas y cambió mi enfoque: entendí que las cicatrices conforman nuestra identidad, pero también esas pequeñas victorias que tenemos día a día. Fue el acercamiento que quise tener con la historia de Alex. 

Claro que en el tema de las personas trans pueden denunciarse un montón de injusticias y violencias, pero yo tenía enfrente a un hombre luchando, haciendo esfuerzos y teniendo un montón de victorias todos los días. Eso me interesaba contar.

 

¿Cómo vivió Alex la experiencia de ser filmado, grabado, entrevistado, cuestionado, ser el personaje de esta historia? 

La primera vez que fui a Lagos de Moreno no lleve cámara de video ni grabadora. Llevé una libreta y estuve varios días con Alex y su familia, obviamente entonces todavía no estaba Victoria. Conversé muchísimo con él antes de poner la cámara sobre qué quería contar. Alex siempre ha tenido mucha conciencia de que en el tema de identidades trans hay mucha violencia. Fue importante cuidar qué se quería mostrar y hasta dónde. Los rodajes, además, eran muy chiquitos, antes de conseguir el apoyo de Imcine íbamos una fotógrafa y yo, que soy sonidista; éramos dos personas y con el apoyo pudimos armar un equipo un poco más grande. Los primeras rodajes fueron muy íntimos, dormíamos en casa de Alex y conversábamos qué se iba a grabar. Lo hacíamos en poquitos días, intentamos no ser invasivos. Se fue construyendo confianza con mucho diálogo.

 

Victoria, dir. Eloisa Diez

 

Me parece interesante el registro de imágenes que haces de Lagos de Moreno, su religiosidad, la forma de vivir la vida, un complemento de la historia de Alex.

El espacio donde se cuenta esa historia es súper importante, en Los Altos de Jalisco se crea al charro mexicano y la figura del macho mexicano . Para darnos una dimensión, Lagos de Moreno tiene tres mercados y casi treinta iglesias. Alex, su pareja Fernanda y el coro cantan en la iglesia. Pudimos grabar en la fiesta patronal, que no salió en la película porque hubo que hacer cortes, y con Laura Herrero, que hacía la fotografía, grabamos esa fiesta con lentes de género. Es el otro elemento, leer la realidad a partir de lo que los roles de género dictaminan. 

 

 

En la historia de Alex se adivina una sensibilidad distinta de lo que ha significado ser un hombre, me parece importante esta reflexión sobre las masculinidades que propones en Victoria.

En las historias que se cuentan de las personas trans, hay distintas tradiciones en cómo enfocar las historias. Un artículo de Kani Lapuerta hace un análisis de cuatro documentales mexicanos sobre identidades trans, y habla de las narrativas que se construyen en torno a lo trans. Una de ellas es la del corte: una persona murió y ahora soy otra. Lapuerta de alguna manera cuestiona esa narrativa. Y Alex me lo decía: “no es que fui mujer y eso murió y ahora soy un hombre. Yo viví en la calle la violencia contra la mujer, sé lo que es cruzarte de acera porque viene un hombre y la calle está oscura”. Entonces Alex habla en el documental de esa masculinidad que él está construyendo. Trae sus vivencias y experiencias como cuerpo de mujer y creo que intenta mostrar un continuum. Se sigue siendo la misma persona y ahora se enriquece con lo que soy hoy. Y obviamente esa masculinidad no puede ser la misma, no al menos en Alex. 

 

¿Cómo llegó Victoria a The New York Times? 

Mi papá viene del mundo audiovisual, de joven fue camarógrafo y le gustó el documental. Difundió muchísimo Victoria, se lo envió a un ex compañero de primaria que vive en Chicago. Este amigo me contactó con una directora latina en Estados Unidos, documentalista también, quien hace la conexión con The New York Times. El periodico tiene una plataforma de cortometraje documental, Op Docs, especializada en distintos tipos de relatos  de actualidad. Es de acceso libre, gratuito y se puede ver en todo el mundo. Para mí fue importante compartir el cortometraje más allá de México, vendría a crear su tercer camino de difusión. El primero fueron festivales, pues ha sido seleccionada en 27 festivales y tiene ocho o nueve premios. En una segunda línea, Victoria forma parte de un ciclo de cuatro cortometrajes que estamos llevando a centros culturales comunitarios indígenas. Y la tercera línea es esta ventana internacional. El día que se estrenó, todos los suscriptores del New York Times recibieron en el newsletter el acceso a Victoria, y el documental se va a quedar de manera permanente en la plataforma.

 

Tu anterior cortometraje, el que te lleva a conocer a Alex, habla de una mujer con problemas legales respecto a la custodia de su hijo, tema que también aparece en Victoria. Por ahí se van labrando estos temas: maternidad, paternidad, justicia, en tu obra. No sé si es casualidad o una continuidad que buscas a propósito.

Soy integrante de una colectiva audiovisual que se llama La Sandía Digital. Ponemos herramientas audiovisuales en función de la defensa y la denuncia sobre violaciones a derechos humanos. Victoria es mi primer cortometraje autoral pero antes he realizado un montón de vídeos que tienen que ver con la defensa de los derechos humanos y de las mujeres. Es de donde vengo y eso permea. Pero Victoria no es un corto más de denuncias, está pensado para otro tipo de espacios. Victoria busca construir puentes entre Alex y los hombres trans, de la comunidad y de otras personas que están alejadas del tema. Para mí las cosas más bonitas son las reacciones de personas que no no están en este mundo del activismo, que no habían pensado en estos temas. Victoria está pensada de otra manera, aunque sigue la línea de lo que ha sido mi escuela. 

Victoria (México, 2021). Dirección: Eloisa Diez. Guión: Eloisa Diez. Producción: Suleica Adriana Pineda Rodríguez. Edición: Sonia Sánchez Carrasco. Fotografía: Laura Herrero Garvín. Música original: Juan Pablo Villa. Sonido: Josué Vergara Lope. Reparto: Alex Reyes de Anda, Fernanda Ortiz de Alba, María del Socorro Reyes Torres, María Cristina Reyes Torres, María Elena Reyes Torres, Aracely Guadalupe Rodríguez, Elena Rodríguez, Juan Pablo Rodríguez