‘Dibujos contra las balas’ de Alicia Calderón: los niños remontan la violencia

Este documental recoge las experiencias del colectivo Organización Popular Independiente (OPI) de Ciudad Juárez, que trabaja con los barrios y la niñez: “que los niños puedan recuperar la infancia perdida”, señala Alicia. “Si bien muestra la parte trágica de la moneda, Dibujos contra las balas también muestra una alternativa, en este caso en Ciudad Juárez pero replicable en cualquier parte de México”.

Vienes de un documental duro, Retratos de una búsqueda, de ahí pasas a Dibujos contra las balas, más esperanzador, ¿por qué la transición?

En Retratos conviví con muchos chavitos, me conmovió que sus familias no sabían cómo explicarles lo que pasaba y estaban ahí, como testigos silenciosos. Retratos de una búsqueda era catártico pero quedábamos con un sentimiento de dolor, la pregunta de qué vamos a hacer más allá de seguir exigiendo justicia. Por eso busqué una alternativa y ésta viene de la vecindad, del amor por la gente que vive a tu lado, de los hijos y los nietos de las personas con las que creciste, que encuentras en la tiendita de la esquina; me pareció que la organización civil es una vía.

 

Retratos eran avenidas amplias, la caravana, gente exigiendo justicia; Dibujos es el barrio, esto implicó que hayas tenido contacto con estas colonias de Ciudad Juárez, ¿cómo fue esta experiencia?

Tristemente por motivo de la violencia, algo ejemplar que tiene Ciudad Juárez es la organización civil. Conocí sus proyectos y me quedé con éste. Pero entre el scouting y grabar pasan muchas cosas: los niños se hacen adolescentes, algunos se habían ido, no podíamos quedarnos tanto tiempo con un solo niño o niña. Tampoco queríamos preguntar cuáles son los niños que más han sufrido, era grotesco; teníamos que esperar a que las historias salieran solas. Ellos se empezaron a soltar y nosotras hicimos aspectos particulares de una historia u otra.

En Dibujos contra las balas hay dos personajes principales, Tania y  Emilia, además de la muchacha que les enseña hip hop a los niños, estás creando una galería de mujeres, como en Retratos de una búsqueda…

Tania era una especie de hermana mayor y reunía todo con lo que puede soñar una documentalista: es carismática, su charla genera emoción, retrata bien y es cariñosa con los niños, pero renunció a La Casita y tuvimos que hacer algo más. La OPI, liderada por Catalina Castillo, feminista de mucha trayectoria en Ciudad Juárez, capta a mujeres con el perfil de trabajar con niños, como Emilia, quien ya había montado en su casa una especie de escuelita. Ellas padecen la misma situación de los niños y pueden conectar bien con ellos. Mana iba por distintos centros de la organización, ella tiene un perfil más artístico, pero con ese interés de trabajar en barrios. Me enganchó mucho que fuera así el proyecto.

 

Hiciste periodismo en medios, ¿cómo diste el salto? Y ampliando la pregunta, no solamente es decir me voy a dedicar al documental, sino también aprender

Yo había hecho audiovisual como periodista. Para Retratos estaba en shock por lo que pasaba, me sumé a las manifestaciones y pensé que tenía que hacer un documental, pero no quería cumplir con todo lo que exige, como ofrecer más datos, la voz de especialistas; a mí me impactaban los testimonios de las mamás. En mi círculo siempre ha habido gente que hace audiovisual, entre ellas la productora Karla Uribe y la fotógrafa Dalia Huerta, con la que trabajé en Grupo Reforma. Con Dalia nos unimos a la caravana y dejamos a Karla buscando la lana. En el camino platicábamos de la imagen y cómo transmitir cosas, pero muchas cosas no las hablamos porque no queríamos perder la espontaneidad de los testimonios. Dibujos fue más pausado, podíamos decidir horarios de filmación pero no siempre determinar la posición de la cámara. Sigue siendo un documental que la cámara se pone al servicio de la historia y bajo las condiciones que nos marcan las personas.

Hiciste periodismo en medios, ¿cómo diste el salto? Y ampliando la pregunta, no solamente es decir me voy a dedicar al documental, sino también aprender

Yo había hecho audiovisual como periodista. Para Retratos estaba en shock por lo que pasaba, me sumé a las manifestaciones y pensé que tenía que hacer un documental, pero no quería cumplir con todo lo que exige, como ofrecer más datos, la voz de especialistas; a mí me impactaban los testimonios de las mamás. En mi círculo siempre ha habido gente que hace audiovisual, entre ellas la productora Karla Uribe y la fotógrafa Dalia Huerta, con la que trabajé en Grupo Reforma. Con Dalia nos unimos a la caravana y dejamos a Karla buscando la lana. En el camino platicábamos de la imagen y cómo transmitir cosas, pero muchas cosas no las hablamos porque no queríamos perder la espontaneidad de los testimonios. Dibujos fue más pausado, podíamos decidir horarios de filmación pero no siempre determinar la posición de la cámara. Sigue siendo un documental que la cámara se pone al servicio de la historia y bajo las condiciones que nos marcan las personas.

 

Tú estás a la cabeza del proyecto pero hay un equipo más o menos consolidado

Para Dibujos trabajé con Octavio Arauz, fotógrafo de Guadalajara, hizo Somos Mari Pepa y Los lobos, tiene el plus de que ya es papá y eso es importante para trabajar con niños. Con Karla somos socias de una productora; Sofía Gómez Córdova (Los años azules) editó el documental, y en Ciudad Juárez siempre tuvimos gente que nos echara la mano, como la periodista Miriam Mijares, que nos llevó por todo Juárez como si estuvieras nadando en mar abierto, y la documentalista Mónica Blumen. Ahora estoy trabajando con casi puras mujeres, estoy en el rollo reivindicativo de mujeres en el cine y además también se ha dado en el trabajo.

 

Imagino que la gran mayoría de tus colaboradores también son gente de los estados

Es parte de mi militancia. Reconozco el trabajo avanzado que hay en la Ciudad de México pero es porque han tenido más recursos, entonces, parte de mi militancia es que si conseguimos recursos para hacer un proyecto, tratar de fortalecer a los profesionales de Guadalajara o de los estados, para tratar de distribuir un poco más la experiencia.

 

¿Preparas un nuevo documental?

Estoy trabajando en el proyecto de un activista yaqui mexicano, defensor del territorio, que tuvo un exilio temporal en Barcelona, es una revisión a la idea de territorio, de identidad, de ser de un pueblo originario y salir de ahí por vez primera. Tiene que ver con mi tema, las consecuencias de la violencia, en este caso en activistas, pero también pasa por pueblos originarios y la identidad cultural.

Antes de la pandemia, Dibujos contra las balas estuvo en el Festival Internacional de Cine de Morelia y el Festival de Cine de Gotemburgo. Ahora está en la Selección Largometraje Nacional de Doqumenta, la Selección Competencia del Festival Internacional de Cine de Monterrey, y se presentará en la Selección Best Documentary de One Country One Film de Paris, Francia, Colectivo Otro Cine de Puebla y la XVI Muestra Internacional de Mujeres en el cine y la TV.


Dibujos contra las balas. México, 2019. Dirección: Alicia Calderón. Guion: Alicia Calderón y José Miguel Tomasena. Producción: Alicia Calderón, Sofía Gómez y Karla Uribe. Compañía Productora: Brujazul, FOPROCINE / IMCINE, Pedal Producciones. Fotografía: Octavio Arauz. Edición: Sofía Gómez Cordova y Perlis López. Sonido: Mario Martinez Cobos. Música: Alex Otaola. Animación: Alejandro Magallanes.