‘Un retrato de familia’ de Adrián Zurita: el incómodo regreso del padre ausente

Llegas a la edad madura y descubres que has perdido el contacto con tu familia, por estar entregado al trabajo. Intentas hacer cambios importantes: reducir las horas en la oficina, regresar a casa, convivir con tu esposa y tus hijas. Pero no siempre funciona. El padre ausente es incómodo cuando se vuelve presencia. 

Éste es el reto de Mariano Avendaño, protagonista de Un retrato de familia, ópera prima de Adrián Zurita. Tras haber escrito la exitosa comedia Nosotros los Nobles (Gary Alazraky, 2013) Zurita regresa a los conflictos de los hombres en edad madura, que deben hacer un balance entre el éxito profesional y la presencia en la familia.

Un retrato de familia estrena el 21 de julio en salas de México.

¿Cómo nació la idea de escribir Un retrato de familia?

Un amigo me contó la historia de una familia muy exitosa y con mucho dinero, en la que uno de los hermanos ya no quería trabajar y sólo quería vivir la vida; tenía la intención de viajar, conocer diferentes culturas y aprender diferentes cosas.

Después mezclé ésta premisa con la historia de un amigo que enfrentó la disyuntiva de trabajar más para ganar más dinero, pero a cambio iba a tener menos tiempo para estar con su familia. Básicamente así nació la Un retrato de familia

 

En Nosotros los nobles también hay un hombre exitoso que debe rescatar a su familia ¿Por qué tu mirada alrededor de este perfil de personajes? 

Muchas veces la gente madura es la que puede hacer una reflexión. El joven no tiene todavía la experiencia, y el maduro a veces tiene la oportunidad de tener una vuelta de timón que acomode la vida de manera más apropiada para sus intereses. Me parecía interesante, después de haber hecho Nosotros los nobles con Gonzalo Vega, seguir esa línea del hombre maduro, aunque el tono de Un retrato de familia era darle una visión diferente en el sentido feminista, que tuviera también los puntos de vista de las mujeres.

Cuando terminamos Nosotros los Nobles nos vimos muchas veces con Gonzalo Vega para preparar Un retrato de familia. De hecho, escribí la historia pensando en Gonzalo. Por eso la película se enfoca en este padre que tiene la última oportunidad para hacer lo que siempre quiso. 

 

Un retrato de familia, Dir. Adrián Zurita

Gonzalo Vega era tu primera opción para protagonizar la película, desafortunadamente dejó de estar con nosotros, eso te dio la oportunidad de trabajar con Humberto Zurita, ¿Por qué lo elegiste y cómo fue trabajar con él?

Gonzalo Vega me pidió que alargáramos el rodaje en lo que se recuperaba, pero ya estaba muy enfermo y sabía que no se iba a recuperar. Así que después de que nos despedimos, me reuní con Guillermo Arriaga, que lo considero mi mentor y mi gran amigo, y le comenté que había perdido a mi protagonista. 

Sacamos algunos nombres de quienes podrían interpretar al protagonista. En esta lluvia de ideas salió el nombre de Humberto Zurita y me pareció increíble, porque sé que es un gran actor y sabía que estaba un poco alejado del cine.

Conseguimos su contacto y nos reunimos para platicar y entregarle el guión. Me pidió que le diera una semana para que lo leyera, pero me marcó al día siguiente y me dijo que quería hacer el personaje.

Humberto nunca había interpretado un personaje sensible y bondadoso, menos en los últimos años, en los que sólo había hecho narcotraficantes o presidentes corruptos. Y aunque el personaje no es débil, sí diría que es muy humano y muy dulce, y tiene cierta sensibilidad familiar. 

 

 

Aunque el peso de la película recae en Humberto Zurita, en el reparto cuentas con cuatro actrices que crean con él un buen ensamble. ¿Cómo las elegiste?

Para la esposa queríamos una actriz divertida, inteligente y atractiva. Estas características las encontramos en Mar Saura, así que decidimos arriesgarnos con ella. A pesar de su acento español tiene una frescura difícil de encontrar; aparte desde el inicio tuvo una gran química con sus hijas, eso facilitó mucho el rodaje.

Por otro lado está Ximena Romo, ella representa a su madre pero en joven, por eso su vestir y su forma de hablar son parecidos a su mamá. Busca formar un matrimonio y ser una mujer de clase.

Con Macarena Miguel ya había trabajado en otros proyectos, tiene una comedia natural y hace un contraste muy bonito con el personaje de Humberto, porque tiene todo lo que la falta a él: es cínica, directa y relajada, y por eso tienen más comunión. Por último se encuentra Regina Contreras. Ella había hecho comerciales y papeles pequeños, tiene una belleza introvertida y es la más parecida a Humberto, me servía que fuera introvertida porque su personaje tiene un secreto que tiene que ver con su sexualidad, así que debía mantener cierta distancia con el resto de su familia.

Los valores y puntos de inflexión que tiene Mariano con su esposa, con quien tienen vidas totalmente distintas, y con sus hijas, que tienen sus propios intereses y objetivos que desconoce por completo, hace que él tome las decisiones para ir reconstruyendo su relación con cada una de ellas, principalmente con su mujer. 

Esto hace que tome las decisiones correctas, en un principio al parecer está invadiendo los espacios de estas mujeres, pero va reconquistando las partes que tiene ha construido con cada una de ellas, principalmente con su mujer, que ya no hay romance, que si le lleva flores, ella ya no se la cree.

El conflicto de Mariano no es externo, más bien se trata de un conflicto moral, son dolores que no se ven pero se sienten y son dañinos a largo plazo. Son los que a veces deshacen los matrimonios y las relaciones familiares.

 

Tienes una gran trayectoria como escritor y guionista. ¿Qué te implicó realizar este salto de llevar a la pantalla lo que escribes?

Para ser sincero, yo era director antes de ser guionista, el problema fue que un día me acerqué a Guillermo Arriaga, cuando acaba de hacer Amores perros, y le pregunté en dónde podía conseguir un guión para dirigir mi primera película. Él me dijo que no había guiones y que no había un mercado como tal, así que eso me motivó a escribir mis propias historias.

Me llevó bastante tiempo aprender a escribir, +en realidad no sabía si era bueno o malo haciéndolo, pero por fortuna me fue muy bien con mis primeras historias y me hice un poco famoso en el ámbito de la escritura, pero en realidad mi intención siempre fue dirigir y hasta ahorita, a mis 54 años, tuve mi primera oportunidad.

Es mi primera película y la verdad es un logro personal, también un trabajo de colaboración brutal, gente importantísima que si no hubiera estado ahí no lo hubiera hecho, como mi socia Joselyn Hernandez, Guillermo Arriaga, Humberto Zurita y una lista de de compañeros que hicieron posible este proyecto; ese camino que hice en mis tiempos y mis posibilidades. 

Un retrato de familia (México, 2021). Dirección: Adrián Zurita. Guión: Adrián Zurita. Compañías productoras: El Corazón Negro Films, Phototaxia Pictures. Fotografía: Jerónimo Denti. Música: Neil Damy. Reparto: Humberto Zurita, Mar Saura, Ximena Romo, Macarena Miguel, Regina Contreras, Hugo Stiglitz