‘Armas blancas’ de Mariana Musalem Ramos: crecer en la alberca

Todos pasamos por esa etapa en la vida en la que los adultos restan importancia a nuestros problemas, hacen menos nuestra inteligencia y sentimientos. Nos asaltan innumerables preguntas sin recibir respuestas: ¿Qué significan estos sentimientos que nos abruman? ¿Por qué las personas que se quieren no pueden permanecer juntas? ¿Por qué alguien a quien quiero no puede quedarse a mi lado para siempre?

En Armas blancas, Mariana Musalem Ramos cuenta la historia de Valeria, quien se encuentra en el umbral de la adolescencia y experimenta los cambios de esta etapa. La llegada de su tío, el distanciamiento con su mejor amiga y el surgimiento de una relación con su vecino, entrelazan sus interrogantes. Desde estas experiencias, Valeria intuirá cómo la vida nos reserva cambios y cómo enfrentarlos mientras se adentra en la transición hacia una nueva etapa, en la que asume su identidad y ocupa su lugar en el mundo.

Mariana Musalem Ramos explora los temas característicos del coming of age, como la búsqueda de respuestas, la exploración de la identidad, las relaciones interpersonales y los desafíos propios de esta etapa crucial en la vida. La historia de Valeria captura la esencia de esta transición: los cambios y las experiencias que nos moldean mientras transitamos hacia una nueva etapa.

Armas blancas tendrá su estreno en la 25ª edición del Festival Internacional de Cine Guanajuato.

Mariana Musalem Ramos nos contó sobre la realización de su película y su presencia en esta edición del GIFF:

¿Cómo comenzaste a crear la historia de Armas blancas?

Quería hablar de mi infancia y de mis recuerdos de ella. También quería hacer una película basada en este tipo de cintas que me gustan y que están relacionadas con la infancia, la adolescencia y el verano, cuando pasas tiempo con tus amigos en la alberca y el mar, disfrutando del tiempo, como si se detuviera. 

También me di cuenta de que el cine mexicano no abordaba esa parte de la niñez. Pensé: '¡Ah, bien! Haré una película que me encantaría ver en el cine mexicano'.

 

Uno de los personajes más sobresaliente es el tío, quien pasa por un proceso de divorcio. ¿Cómo entrelaza con los mundos ingenuos de los chavitos?

El tío es un poco autobiográfico. En mi caso, fue una tía que se estaba divorciando y vino a vivir a mi casa. Esa relación con mi tía fue especial y significativa, hasta ahora sigue siendo mi tía favorita. 

Valeria, por su parte, tenía preguntas, pero no se las hacía a sus padres, entonces, la relación con el tío se convierte en un intento de hacerle esas preguntas. Aunque también tiene una buena relación con su hermano, hay ciertas cosas que no quiere preguntarle. La presencia del tío era alguien que podía brindarle algunas respuestas, aunque no resolviera todas sus dudas. Además, el tío también estaba pasando por un momento complicado en su relación.

 

¿Consideraste de manera intencionada el elemento sutil de erotismo presente en la película? La decisión de Valeria con respecto al bikini, sus encuentros con Jorge, las interacciones con Sabina.

Sí, esos elementos estaban presentes desde el inicio. Quería que esa búsqueda fuera sutil y alejarme de todas esas historias que suelen abordar temas traumáticos. Quería explorar este otro lado que recuerdo como algo bonito y que forma parte del descubrimiento.

 

La gran mayoría de tus actores son adolescentes o preadolescentes. Por ejemplo, Sofia Quesada, quien interpreta a Valeria. ¿Cómo se seleccionaron y luego cómo fue trabajar con ellos?

Me acerqué a la escuela de Margarita Mandoki, había tenido una buena experiencia allí haciendo el cortometraje Química, en el que participó una niña llamada Gabriela Itzayana Rojas. Durante ese proyecto, también conocí a otra niña, María Díaz.

Fui a la escuela de Margarita y allí conocí a Sofía y a Toño. Me invitaron a un casting que estaban realizando, aunque no tenían relación directa con el proyecto en el que estaba trabajando. Ellos fueron seleccionados, pero luego se llevaron a cabo varias etapas en las que se incorporaron otros niños. A veces nos acercábamos a la escuela y también realizamos una audición abierta, pero seguí manteniendo contacto con Sofía y Toño para una segunda entrevista. En realidad, más que un casting convencional, les realicé una entrevista, ya que no me gusta que lean una escena o actúen en ese momento. Fueron más bien conversaciones en las que les hice preguntas como: "¿Alguna vez has experimentado la pérdida de tu mejor amigo o amiga?", "¿Alguna vez has sentido atracción por alguien?", "¿Cómo es tu relación con tus padres?" o "¿Alguna vez has hecho algo que pareciera imperdonable?".

Luego realizamos un taller con varios niños, dirigido por Diego Calva, el coach de la película. Este taller duró alrededor de dos semanas, observamos cómo interactuaban y qué tipo de química se generaba entre ellos. Desde el principio supimos que Sofía era la indicada, aunque en ese momento no se lo comunicamos. 

Frida también compartió algo personal en su entrevista, sobre la pérdida de un amigo, y sentimos una conexión inmediata. En realidad, todos los niños conectaron rápidamente entre sí. Luego, durante los ensayos con Andrew Leland, quien interpreta al tío Julio, notamos una gran química entre él y los niños. De hecho, su papel inicialmente era más pequeño, pero se fue desarrollando durante el rodaje. 

 

 

¿Cómo fue trabajar con los chavos en locaciones de Cuernavaca y Acapulco?

Fue difícil, pero con buenos resultados. Si no hubiera tenido al coach, habría sido complicadísimo, hubiera sido el doble de difícil y hubiéramos necesitado el doble de tiempo para filmar. Tuvimos cuatro semanas, pero en realidad fueron cuatro semanas y media. A veces todos los niños estaban juntos y entonces había que ser como una niñera y directora a la vez. 

Si se peleaban, también teníamos que intervenir y asegurarnos de que se contuvieran y se calmaran, para que pudiéramos seguir filmando. También fue importante contar con un coach de actuación. Aprendí mucho al trabajar en el corto anterior con los maestros de la escuela de Margarita. Fue complementario y realmente hubiera sido mortal si no hubiéramos formado ese equipo

 

Armas blancas, Dir. Mariana Musalem Ramos

 

¿Por qué el título de Armas blancas?

El título surgió a partir de una historia que me contó un amigo sobre su infancia. En un viaje de verano a Oaxaca fueron a un mercado donde todos los niños compraron navajas o cuchillos. Imagínate, las maestras se quedaron sorprendidas, sin saber qué estaba pasando. 

Igualmente es una especie de analogía, porque las 'armas blancas' representan ese momento en que dejamos de ser niños y nos convertimos en adolescentes. Es cuando empezamos a cuestionarnos muchas cosas sobre la vida, la muerte, el amor, la amistad, las relaciones con nuestros padres y las interacciones que nos rodean. De ahí viene el título.

 

Según entiendo, Guanajuato ha sido un estado importante para ti en tu formación y desarrollo. ¿Qué te parece ahora que será el lugar donde presentes Armas blancas?

Estoy contenta, es el estreno americano, la película tuvo su primer estreno en marzo, en un festival llamado BUFF Malmö, en Suecia, dedicado al cine infantil y juvenil. Fue una experiencia interesante y enriquecedora. 

Guanajuato nos apoyó para filmar una parte de la película. Algunos de mis cortometrajes también han sido presentados en el GIFF y en alguna ocasión participé en la incubadora. Estoy muy contenta. Originalmente quería hacer esta película en Oaxaca, pero no obtuve el apoyo necesario. Sin embargo, nos llevaron a Guanajuato y tienen una fórmula muy bien establecida para apoyar a las películas mexicanas y permitirnos filmar allí. Fue algo muy positivo para Armas blancas.

 

*Colaboración de Rubén Navarrete. 

Armas Blancas (México 2022).  Director: Mariana Musalem Ramos. Fotografía: Oswaldo Toledano. Producción: Gabriela Gavica Marrufo, Carlos Hernández Vázquez.Guión: Mariana Musalem Ramos. Edición: Lenz Claure Sonido: Daniel Touron de Alba, Axel Muñoz.Dirección de Arte: Ana ¨Moshi¨ Ibarra. Reparto: Sofía Quezada Amaro, André de Regil, Sonia Franco, Frida Alvarado