México en la 73° Berlinale: ‘Tótem’ de Lila Avilés

¿Qué sabemos de Tótem, la nueva película de Lila Avilés? Que la protagoniza Sol, una niña de siete años, que la acompañan un grupo de tías y familias, que se organiza el cumpleaños del padre de Sol y entre los preparativos aparecerán revelaciones que transformarán su mirada.

Tras el microcosmos de un hotel de lujo en La camarista (2018), Lila Avilés imagina otro espacio cerrado en sí mismo, el del hogar familiar, en el que una niña reconoce, desde los secretos de los suyos, su propio espacio en el mundo.

Tótem forma parte de la Competencia Oficial del 73° Festival Internacional de Cine de Berlín. Platicamos con Lila Avilés sobre lo que podemos esperar de esta segunda entrega, que participa en un espacio protagónico de la Berlinale. 

 

La sinopsis dice que en Tótem hay una niña, será el cumpleaños del padre, ella ayuda a organizar la fiesta y por ahí descubre cosas. ¿Qué más me puedes contar? ¿Qué se puede esperar de Tótem?

Tótem habla sobre la casa, cómo habitamos el hogar y cómo nos habitamos a nosotros mismos, y obviamente habla del núcleo familiar. 

Me interesaba ahondar en esos siete años que es la edad de la protagonista: una niña que se llama Sol, con una gran capacidad de observación; de estas niñas con muchas preguntas y un mundo propio. 

Es una película con un personaje femenino chiquiturris, que tiene una gran percepción de la vida; ahora las nuevas generaciones van todos con el ipad y ni voltean para arriba, me interesaba cómo es la interacción cuando sí escuchas, cuando observas, cuando estás siendo curiosa. 

El personaje central es Sol pero también están las tías, que son personajes muy fuertes en la historia y que tienen sus paradojas y sus contradicciones; y hay personajes masculinos que tienen sus propias cualidades y fuerzas. Es una película circular, un filme que aboga por la diversidad y por escucharnos a nosotros mismos.

 

Hablas de tu interés por “el microcosmos, las pirámides y las cosas que contienen otras cosas”; y recuerda el universo de La camarista, que todo ocurre dentro de un hotel y las habitaciones. ¿En Tótem, el hogar también se volverá un personaje importante, el contenedor de tu historia? 

Es una historia que vengo cargando desde hace tiempo y no había otra forma de abordarla más que desde la intimidad. Todos tenemos recuerdos de las casas de nuestra infancia, hay un olor que nos regresa a ese lugar, no tenemos forma de huir. A mí me parecía lindo regresar a esa parte tan primaria: no importa de dónde vengamos o qué idiosincrasia tengamos, venimos de ese núcleo, queramos o no. 

A veces una va tomando decisiones que tienen que ver con esas etapas de la vida, que te forman y te forjan. Es como una semilla, jamás será un árbol si no se cuida debidamente y si no se pone atención en esos primeros procesos, para que después vengan esas raíces profundas y para que el día de mañana crezcan a sus anchas. 

 

Encontré un ensamble de actores interesante, identifiqué a Marisol Gasé, a Teresa Sánchez; pero el peso está en tu protagonista, Naíma Sentiés, ¿Me puedes contar quién es ella? 

Naíma ha sido uno de los regalos más lindos de Tótem. Estar con ella y con Saori (Gurza) en este proceso, te hace recordar que la vida es más simple, más bella, más rebelde y al mismo tiempo más profunda. Algo bellísimo de Naima es que tiene algo de alma vieja, podíamos estar horas y horas hablando, casi de sobremesa, hasta el punto en el que ya no había nadie y nosotras seguíamos y seguíamos. 

También volver a trabajar con Teresita (Sanchéz), que es mi adoración, mi alma gemela, mi todo, y no solo mía, yo creo que de todo mundo que la conoce se enamora de ella, no hay forma de huir de ahí; también participó Gabriela Cartol, mi hermana del alma. Con Gaby hicimos el casting, que fue una locura, y ella iba a entrar en un personaje pero se acababa de quedar en una serie y no pudo estar, pero me acompañó en todo el proceso de casting. Es gente que se vuelve entrañable, no te queda otra que seguir haciendo cine, no hay de otra. 

 

Algo muy característico tuyo es que eres muy expresiva y te emocionas cuando van ocurriendo las cosas con tus películas, también debes haber aullado de felicidad con la noticia de que tu película está en la selección oficial del Festival de Berlín. ¿Cómo viviste ese momento ? 

Es que yo soy animal, un chimpancé, esta cosa de los buenos modales jamás se me ha dado. Es una alegría máxima, es honrar el oficio, honrar no sólo el trabajo de una, sino el de todas las personas que hacen cine: las productoras, co-productores, el trabajo creativo de gente que uno quiere y que te van acompañando en el camino. Imagínate formar parte de la competencia oficial en Berlín, una ya se siente ganadora. Cuando una va a los festivales de cine ya se siente bien por estar ahí. Es un regalo increíble, por suerte estamos recibiendo bastantes invitaciones, me siento muy feliz, voy a estar viajando mucho. 

Me interesa mucho seguir haciendo cine, obviamente son procesos largos. Me interesa seguir haciendo películas y espero no tardarme tanto entre una y otra. Espero que siga la emoción, la energía, la felicidad y todo. 

 

Tótem, Dir. Lila Avilés

 

¿Cuándo vamos a ver Tótem en México? 

Esa es la otra buena noticia que tenemos, estamos otra vez con Cine Caníbal, que fue nuestra distribuidora con La camarista y nos sentimos súper acompañadas, súper acogidas por Geni y por Memo, que hacen esta tarea ardua y feroz de ser una distribuidora independiente. Nos gusta mucho su buen gusto porque creo que en el cine es bien importante la distribución, acompañar, gente con la que uno quiere hacer películas pero también tomar un café, es esa integridad, ese cuidado y ese respeto. 

Este año estrenaremos en México, obviamente estamos a principios de año, pero espero que no sea tan lejano y estemos pronto en salas de cine o en festivales mexicanos. Siempre es la alegría de la vida, el regreso al país a nuestra tierra.