Tienda El Brazo Fuerte: cine para las audiencias campechanas

¿Cómo inició Tienda El Brazo Fuerte?

Teníamos una sala de lectura, La Colmena Sabia, que pasó de 70 libros a alrededor de 600; hubo personas que además nos donaron películas VHS. Hay un acervo que nos regaló un sacerdote, de películas para niños que son de Diosito. 

Al inicio proyectaba películas para las infancias, que nos acompañaban en la sala de lectura. Pero en Campeche también había un grupo de mujeres que estaban proyectando películas. Buscaban un lugar seguro para proyectar. Buscamos varias opciones pero los lugares céntricos son muy caros. Entonces le conté a un amigo lo que estaba haciendo, me mostró un espacio que era de él y me dijo: “Ten, aquí están las llaves”.

Desde entonces estamos en este lugar, ya son casi seis años. Cuando el papá de mi amigo supo del proyecto agregó: “hija, es tu casa, considérala así”. 

Es un lugar al que le tenemos mucho cariño. Se ha convertido no solamente en un proyecto de exhibición de películas, también es un espacio comunitario. Ha sido hogar para muchas personas: para extranjeros o para curanderas de la región maya. 

Tengo una amiguita que es muralista y en su casa no podía trabajar, porque sus hijos no la dejaban en paz. Le propuse este espacio, donde tiene su estudio de pintura. Entonces empiezan a converger diferentes disciplinas en el lugar, todo a través del cine. El pretexto ha sido ver una película y luego se ha convertido en algo más.

¿Desde cuándo haces este ejercicio de exhibición cinematográfica?

Un amigo me contagió, porque me invitaba a las proyecciones de Vocho Cinema. Quería que lo ayudara con el proyector. Como en Campeche somos poquitas personas que se dedican a eso, todos lo conocemos, es de los pocos que tienen una pantalla disponible todo el tiempo.

En Campeche tenemos pocas pantallas, hay algunas de diputadas o diputados que hacen sus actividades demagógicas pero no te la prestan, entonces es difícil conseguirlas. 

Yo comencé en la pared, o cuando tenía algún evento le pedía a una persona que me la rentara y ya se hacen los eventos, sobre todo los que son al aire libre. 

¿Cuánto tiempo llevas haciendo estas exhibiciones en Tienda El Brazo Fuerte?

En El Brazo Fuerte comenzamos en 2018. Comencé en la pared y estaba bien feita, una vez pusimos una lona pero reflejaba mucho. Empezamos con un ciclo de Ambulante y con una película que me prestaron que se llama Tesoros, que se ha convertido en nuestro estandarte.

¿La ponen seguido?

Sí, me la piden en las escuelas. También hemos tenido un ciclo que es mi estrella, se llama Sin etiqueta y es LGBTIQ, un ciclo de diversidad sexual que llama mucho la atención, siempre tengo muy buena audiencia con ese tipo de películas.

¿Cómo es el público que acude a tu sala?

Como diría Gru el de los minions: “en términos de dinero no tenemos dinero”. En este caso es en términos de audiencia, casi no tenemos y en primer lugar por una barrera en el barrio donde estamos, en el Centro Histórico, un barrio de adultos mayores, personas de puerta cerrada y aunque haya niños no los dejan ir. Pero van personas de otras localidades e incluso turistas y eso me da mucho gusto.

Cuando mi audiencia llega, aunque sea poca, no solamente se queda a la película, siempre hay palomitas, bebidas, y al finalizar, y creo que ese es el punto de todos las salas de exhibición, porque no somos un cine, somos una sala de exhibición, es que siempre se hace un debate, entonces se quedan y de repente sale una cervecita, salen más palomitas, la cena, la pizza y a veces proyecto a las ocho de la noche pero la función se me va hasta las dos de la mañana. Es una actividad muy bonita porque empezamos a tener este chismecito sabrosón. Mi audiencia es muy poquita pero se queda mucho rato y es muy fiel. 

De hecho, a veces ya no confío en las redes sociales, lo que hago son invitaciones directas

Ahora tienes el apoyo de Focine para tu proyecto de exhibición, ¿cómo lo has aprovechado?

Para mí fue un milagro porque después de la pandemia pensé dejar la casa, tenía que irla a limpiar, me estaba costando trabajo que llegara la gente y eso me estaba deprimiendo mucho; El Brazo Fuerte es mi hijo, yo decidí que eso iba a ser mi cosa de vida.

La pandemia llegó a la empresa donde trabajaba y me corrieron, me dan mi liquidación y pensé en qué usar ese dinero. Metí varios proyectos de cosas que hago, como las salas de lectura, talleres para niños, empecé a trabajar en varias cosas y también se metió el proyecto a Focine. 

Hemos estado trabajando, nuestras películas son el 90% mexicanas. Yo no esperaba mucho y cuando llegó para mí fue un milagro porque había muchas carencias. Tenía un problema de que yo no tenía un buen baño, entonces yo dije: “si llega lo de Focine, el dinero que tengo de mi liquidación lo voy a poner para estas cosas”. Entonces fue unir lo que ya tenía con lo que llegó; ahora tengo dos baños y medio, uno con facilidades para personas discapacitadas. 

Se reparó el portón y la fachada. Siempre me daba pena el frente, que estaba de un amarillo pálido. Ahora tiene un buen color. Vamos a tener una pantalla mejor, mejor aire acondicionado, las butacas las pusimos más bonitas.

Entonces el apoyo va a hacer un lugar que ahora tenga todas las comodidades que hacían falta; hace muchísimo calor, entonces, el aire acondicionado que tenía no me servía porque las casonas coloniales miden el doble que una casa normal, y aunque tenía aire y ventiladores, siempre tenían calor las personas, ahora tendrán todas estas cosas; luz eléctrica de mejor calidad. 

De hecho tengo una anécdota curiosa, durante la pandemia estalló mi medidor de luz porque muchas veces yo proyectaba, y una vez estaba poniendo una película que se llama No se mata la verdad, me costó mucho trabajo que fueran periodistas, y cuando llegaron ¡pum!, se va la luz. Entonces le metíamos un palito al medidor para que hubiera luz. Pero ese día, de plano con la lluvia no se pudo. Nos llevamos el transformador que alimentaba esa calle y los vecinos se me fueron encima. Pero es un problema de casas viejas. Ahora, con mejor electricidad, no me va a faltar la luz y no voy a tener que cancelar una función por falta de electricidad. Eso es lo que Focine está haciendo para mi Brazo Fuerte.

¿Qué vínculo crea Tienda El Brazo Fuerte con la sociedad de Campeche?

Uno de mis grandes sueños y tengo algunas ideas y se los comento y se ríen, les digo “¿por qué la gente no va al cine, no van a Cinépolis y menos a mi sala? Si quieren ir a Cinépolis, que es el único cine que hay en Campeche, necesitan mucho dinero, pero además transporte”. 

Yo ahora no confío en las redes sociales porque no me han servido. La publicidad aquí es muy pobre, no hay medios de comunicación, solamente existen dos o tres y la mayoría está en el Facebook, pero Facebook no llega a todos.

Entonces, las redes sociales ya no son una cosa que nos sirva, más bien es el boca a boca. Ahora, mi meta es que lleguen las personas, pero yo las quiero llevar de un lugar a otro, para esto he estado trabajando en una estrategia y es que cuando vamos a proyectar al aire libre o en la casa, algo importante es recabar la información de los que llegan. Tomó sus teléfonos, los cargo en el celular de El Brazo Fuerte y les mando la invitación: este boca a boca me ha llevado a gente nueva. 

Uno de mis proyectos a futuro es conseguir un vehículo y avisarles: “te voy a ir a buscar, yo te llevo y yo te regreso”. 

¿Dónde haces las exhibiciones al aire libre?

En comunidades, pero sobre todo he estado trabajando en la escuela donde estoy, con los niños. He estado trabajando formación de público a través de proyecciones que hacemos en las escuelas. 

¿Hacia dónde te gustaría que creciera tu proyecto?

Si mi amigo no me quita la casa, quiero que la gente llegue y mejorar cada día más. De hecho, ahora tuve la oportunidad de asistir a un evento en Puebla y vi algo que no había tomado en cuenta, que podría hacer un lugar más ameno y ahora quiero tener una sala VIP.

Quiero que crezca poco a poco y me lleve a tener una sala VIP. Pero estoy consciente de que tengo que volver a trabajar de cero, porque la pandemia me está haciendo trabajar de cero y buscar nuevas formas.