'Un mundo mejor' de Janett Juárez: un niño que rompe el encierro

Poco se sabe del secuestro que vivió Andrés una oscura tarde, al salir del súper, en Monterrey. Breves flashazos describen una experiencia dolorosa. Por eso se puede entender la agorafobia que ahora vive en su departamento, apenas conectado con el mundo desde la pantalla de su computadora. Su vida podría seguir así durante mucho tiempo. Pero entonces, Santiago toca a la puerta. 

Un mundo mejor, segundo largometraje de Janett Juárez, narra la historia de un hombre atormentado por su pasado reciente, y un niño que viene a conmoverle una forma de vida medrosa y ordenada. Un espejo de la violencia que se vive en el país, pero también del encierro pandémico, que muchos todavía no acabamos de resolver. También, un gesto de esperanza y color, desde la mirada de un niño que mira más las oportunidades que los obstáculos. 

Un mundo mejor forma parte de la sección Largometrajes Mexicanos en Competencia de la edición 19 de ficmonterrey. Platicamos con Janett de este ejercicio luminoso contra el encierro y la violencia, desde un niño ansioso por desordenar juguetes. 

 

¿Cómo se te ocurrió esta historia y cómo empezaste a desarrollarla?

Un mundo mejor la escribí hace más de diez años, entonces en México estábamos atravesando una ola de violencia muy intensa. No quería hablar de la violencia en sí, la vemos todos los días en las noticias y la tenemos en nuestras mentes. Quería hablar más de esa sensación de estar atrapado, de la desesperación. Curiosamente, diez años después se desató la pandemia y nos hizo reconsiderar la falta de libertad y la incapacidad de movernos y salir, donde no tienes control de tu propio mundo. 

Una de las cosas más importantes de Un mundo mejor es que ese miedo se puede ir reduciendo con pequeños cambios que marcan la diferencia. Por eso la parte de este niño que nos muestra una perspectiva más pura de la vida y nos infunde esperanza para seguir adelante. 

No es algo que se resuelva de la noche a la mañana, sino un proceso gradual. Para mí era importante que Un mundo mejor reflejara estos sentimientos. 

 

Me intriga cómo Un mundo mejor se adapta a las realidades de la pandemia e incluso la postpandemia, porque muchos seguimos haciendo home office y experimentamos el encierro. Hace diez años, el énfasis estaba en la violencia; ahora, el enfoque está en la sociología del encierro. ¿Qué piensas de esta actualización?

La pandemia fue algo inesperado. El proyecto avanzaba y se detuvo en 2020. En ese momento recibí una llamada del productor David de la Garza Villarreal. Me preguntó sobre el guion, su comentario fue que se identificaba con el miedo del personaje principal. 

Víctor está atrapado en su casa, rodeado de comodidades, pero sin libertad para salir, lo que refleja el sentimiento general durante la pandemia. Muchos nos adaptamos a esa situación. Luego, volver a conectar con la gente ha sido un viaje para la mayoría de nosotros. Es impactante lo relevante que se ha vuelto la historia. Justo David tuvo la idea de hacer esta película con la intención de conectar con los sentimientos actuales. 

Grabamos en 2021, en plena pandemia, y fue un desafío total. Usábamos cubrebocas todo el tiempo y yo no podía estar muy cerca de los actores. Hicimos pruebas de covid constantemente, para cumplir con las normas de seguridad de la producción. La producción compartió la experiencia viviendo el mismo encierro. Eso nos conecto, y como en la película, cuando trabajamos con el niño, él entró al rodaje casi a la mitad y fue un alivio para nosotros.

 Cuando Mateo llegó, dio un nuevo giro a la dinámica. De hecho, vivimos la película a medida que la rodábamos. Y aun cuando ahora estamos viendo las consecuencias posteriores a la pandemia, seguirá siendo parte de la traducción de los sentimientos que experimentamos durante ese proceso.

 

Protagoniza Raúl Briones, quien también figura como coach de actuación de Mateo Díaz, su coprotagonista. Imagino dos niveles de relación entre ellos: uno es el coaching, para ayudar a Mateo a comprender lo que se esperaba de él como actor, y un segundo nivel entre dos actores que, en igualdad de circunstancias, comparten escena y construyen la historia.

Raúl es un actor increíble y también una persona muy amable. Su apertura para trabajar con nosotros en un cine independiente es única, ya que no contamos con el respaldo de ningún estudio. Realizamos este proyecto con el apoyo de Focine, pero principalmente con la buena voluntad del cast y el crew. Raúl se sumó porque creyó en el proyecto y le estoy muy agradecida. 

Raúl estuvo presente en casi todo el proceso de selección de los niños para la película. A Mateo me lo recomendó mi hermana Natalia Juárez, una de las productoras de la película. Él está dando sus primeros pasos en la actuación. Lo que nos gustó de Mateo fue su honestidad. Después, con Raúl, sentí que hubo mucha empatía entre ellos. Esa química natural me ayudó a proyectar las escenas. Había un proceso de aprendizaje mutuo, no sólo como actores, también como personas. 

Mateo y Raúl se hicieron amigos, los vi interactuar incluso cuando Raúl ganó el Ariel. Siguen en contacto en redes sociales y eso me parece muy bonito. Además, valoro la paciencia de Raúl. La entrega de Raúl al proyecto se refleja también en su rol de coach para Mateo. Esto es algo que agradezco a él y a sus padres. 

 

 

Me llamó la atención el departamento de tu película. Se convierte en el mundo de un adulto-niño, con sus videojuegos y su colección de juguetes. A pesar de que es una casa bastante cómoda, no deja de ser una jaula y un espacio limitado. ¿Cómo manejaste ese espacio?

Gran parte del departamento está inspirado en mi propio departamento. Muchas cosas que aparecen en la película pertenecen a mi hermana y muchos de mis amigos también tienen esta especie de niño interior. 

Pensaba que este departamento debía construirse en escala de grises, sin color, como están los juguetes coleccionables. Todo estaba muy controlado, muy contenido. El personaje siempre se viste, incluso cuando está en casa, forma parte de mantener el control. No puedo controlar el entorno, pero sí lo que como y los programas de televisión que veo. Víctor se ha construido una especie de jaula en estas paredes. Cualquier cosa que salga de eso lo saca de su paz mental y lo hace sentir incómodo.

Luego aparece Santiago, que es aire, vida y color. Trae color en su ropa y sus estilos. Santiago mira la casa y piensa: '¡Guau! ¡Qué padre estar aquí'!. Me recuerda a mis sobrinos: cada vez que vienen a mi cuarto se sienten emocionados porque está lleno de juguetes. Para ellos representa un cuarto de diversión. Esta ironía contrasta con la percepción del personaje. Él se siente atrapado en su jaula, a pesar de todas las comodidades que tiene. Para el niño es un mundo de posibilidades, con juguetes, videojuegos, lo cual le parece emocionante.

A medida que avanza la historia, Víctor cambia su forma de vestir y se relaja sin darse cuenta. Es la parte interesante: cómo poco a poco deja ir la tensión, hasta que finalmente ocurre un cambio. Son los pequeños detalles que alteran su mentalidad Y no, a full, no es así como si todo estuviera perfecto y pudiéramos decir que todo está bien, no. Son pequeños cambios, en realidad. 

 

Un mundo mejor, Dir. Janett Juárez

 

Estrenas Un mundo mejor en la edición 19 del ficmonterey. Sé que ya habías presentado otra película, El salmón en 2016. De alguna manera eres una conocida del festival. 

Yo le tengo muchísimo cariño al ficmonterrey, fue mi primer trabajo hace muchos años, cuando esto comenzaba. Después me invitaron en varias ocasiones, de colaboradora ocasional. Este festival me ha permitido conocer a muchas personas y establecer conexiones no sólo en Monterrey, sino a nivel internacional. Y luego, cuando hicimos El salmón, mi primer largo, fue una experiencia única, en ese entonces no había ni Imcine, ni Focine, lo hicimos por nuestra cuenta, con tres pesos y la bendición del Espíritu Santo. La inscribimos a ficmonterrey sin una idea de cómo seguir el camino de las películas. Fue sorprendente cuando ganó el Cabrito de Plata a mejor largometraje. Fue una sorpresa genuina. 

Ahora, tener la oportunidad de estrenar mi segundo largometraje en el ficmonterrey cierra un ciclo. No podría pensar en un lugar mejor para hacerlo, ya que la película tiene un tono regio, alguien que tuvo que abandonar Monterrey, y dado que no todos los miembros del elenco, como Sonia Franco y Raúl Briones, no son originarios de aquí, pero Mateo es regiomontano, estrenar en el Festival de Cine de Monterrey siento que le brinda un lugar especial a esta obra realizada al 100% por regiomontanos.

Un mundo mejor (México, 2023). Dirección y guión: Janett Juárez. Productores: David De la Garza Villarreal, Antonia Lema, Natalia Juárez, Sonia Saucedo. Productor ejecutivo: David De la Garza Villarreal. Dirección de fotografía: Marcelo Vera. Edición: A.J. Gomez. Casting: Mónica Jasso. Dirección de arte: Diana Coral. Diseño sonoro: Be Flores. Música: Alejandro De la Garza, David Goliat. Reparto: Raúl Briones, Mateo Díaz, Sonia Franco, Sergio Quiñones, Daniela Usi.