«Un día estaba en una fiesta y tuve una especie de epifanía. Cerré los ojos y cuando los volví a abrir, volteé a mi alrededor y me pregunté qué estaba haciendo con mi vida, a dónde iba, qué está pasando. Fue una mezcla de sentimientos, qué estoy haciendo un miércoles en un after a las 6 de la mañana.»
Mariana González tomó estos elementos para crear Fractal, su ópera prima. Con un argumento de engañosa simpleza: una chica, Mónica, desaparece en un after, y su grupo de amigos la busca. De la intriga de encontrar a Mónica se desprende un tema más amplio: la búsqueda infructuosa de estos jóvenes consigo mismos.
«Los amigos que la buscan también están en una especie de limbo, no saben qué quieren, a dónde van y si sus relaciones de amistad son genuinas», explica Mariana. «En Fractal empieza el cambio de etapas; es una llamada de alerta para que estos jóvenes despierten al mundo y se encuentren con ellos mismos. Inevitablemente, Fractal también es muy político, con el tema de las desapariciones: en México alguien se desaparece y todo mundo está pensando lo peor. No deja de estar en el contexto que te da la urgencia de querer encontrarla.»
Fractal estrena el 29 de julio en salas del circuito cultural de México.
Veo una intención de hacer una radiografía de cierta clase social y cierto estilo de vida entre los jóvenes
Describo a Fractal como un cuento de juventud y como una radiografía de muchos jóvenes en México: sus actitudes, sus sistemas de creencias, su nihilismo, su valemadrismo. Marco es un personaje indiferente; Fede es la paranoia absoluta: tiene más miedo por lo que pueda pasarle a él que por lo que le pasó a su amiga Mónica. Támara es el personaje más centrado. Los personajes son arquetipos representativos de una parte de la sociedad mexicana. De una parte privilegiada que así se conduce.
¿Cómo vas armando tu guión?
En la maestría me metieron mucho el tema de la estructura y mi cabeza no dejaba de pensar en el ímpetu narrativo. Soy muy metódica en cuanto a escribir, es mucho causa y efecto, que te va llevando a lo que sigue. Los simbolismos y las metáforas surgen solos. Yo confié en que conocía el mundo de la historia y los personajes. Tampoco quise caer en dramatismos exagerados. Quería cuidar ese matiz y que no terminara trágicamente.
Aunque la historia va sobre la búsqueda de Mónica, da la impresión que eliges a Marco, el joven indiferente, como tu protagonista.
Marco es el personaje que más puede suscitar una provocación en la audiencia; Tamara es una chica que, a pesar de ser joven, tiene su plan. Marco al final se acerca más a tomar una decisión en su vida y por eso me quedo con él. A pesar de que es un final abierto, vemos que da la vuelta en la carretera. Hay una intención de que algo pasará con este personaje apático que no se quiso involucrar, que de pronto se involucró y sacó a la amiga del after.
¿Cómo elegiste a los actores de Fractal?
A Ruth la conocí en el Festival de Cine de Guadalajara en 2017. Ella acababa de terminar La región salvaje y estaba nominada al Ariel. Desde que la conocí pensé que tenía mucha personalidad y un montón de capas. Desde que escribí el guión ella era Tamara; es una super actriz, estoy fascinada con ella.
Juan Carlos es mi primo, tiene un rato en el tema de la actuación y partes del personaje las tomé de él. A Mario lo conocí en el casting y me parece un actor increíble.
Ximena llegó porque un chico y me dijo que tenía que conoverla, me pasó su contacto y le escribí. Ximena estaba empezando, fue antes de Esto no es Berlín y se portó muy linda conmigo. Le gustó el proyecto y el discurso que había detrás, los personajes femeninos fuertes. Va contra la narrativa que estamos generando en cuanto al feminismo. Estamos en un momento en el que hay que quitar la narrativa de que somos víctimas, sí podemos ser
víctimas pero también llegar a ser lo que queramos.
Eso destaca también, la presencia de personajes femeninos fuertes
Espero que las mujeres vean una historia no de víctimas, sino de mujeres que están haciendo lo que quieren y que así tiene que ser, no tenemos que pedirle permiso a nadie para hacer nada, ni con quien juntarte, ni como vestirte. Espero que algún día tengamos una sociedad en la que haya esa libertad, ese libre albedrío de hacer lo que quieras sin preocupaciones. Espero que las mujeres se identifiquen con ese discurso.
¿Por qué se llama tu película Fractal, que había de semejante entre este fenómeno entre matemático y de la naturaleza con las búsquedas de tus personajes?
Los fractales están basado en patrones matemáticos irregulares, la parte más pequeña contiene los mismos componentes que la parte más grande. La idea era proponer una radiografía de México, a microescala de lo que está pasando. La paranoia colectiva, la juventud en búsqueda. México es un país joven relativamente y los jóvenes se están buscando. Es una búsqueda frustrante porque a quién le pides ayuda en México; no le puedes pedir ayuda a nadie. Como sociedad todavía estamos encontrándonos y eso es lo que es fractal; es México para mí.
¿Cuáles fueron las dificultades de hacer una película independiente?
El presupuesto fue muy chiquito, en mayor parte fueron amigos y familiares que nos apoyaron, mucha gente no cobró como tenía que cobrar; cobraron simbólicamente.
El reto más grande fue que grabamos en 18 días, por eso sacrificamos muchas cosas, no alcanzaba el tiempo para tener un calendario más amplio. Desde el punto de vista creativo todos los días entraba en un dilema de tener un plan pero no alcanzaba para tener todo. Es un tema de qué voy a poder hacer o qué voy a sacrificar. En la parte de distribución no fue nada fácil y más con los tiempos de pandemia. Vamos a estar más o menos en 30 salas en la República Mexicana. Distribuir una película independiente es difícil porque todo lo que vende son películas grandes. En tiempos de pandemia la gente no está yendo al cine y si van quieren ver un espectáculo, no una película de tres amigos que buscan una chica.
Me gustaría que el espacio para el cine independiente estuviera más independiente.
Fractal (México, 2020). Dirección: Mariana González. Producción: Mariana González. Compañía productora: FLAT D. Guion: Mariana González. Fotografía: Luis Posada y Julio Llorente. Edición: Karen Antunes. Música: Adana Twins, Rodriguez Jr., Monolink, Funka, Luis Sarrelangue. Sonido directo: Filipo Restelli. Diseño de Sonido: ZVOOK. Operador de mezcla THX: Alejandro Mayorquin. Diseño de producción: Connie Martínez y Christian Galindo. Dirección de arte: Connie Martínez y Christian Galindo. Escenografía: Connie Martínez y Christian Galindo. Ambientación: Connie Martínez y Christian Galindo. Diseño de vestuario: Barbara Espinosa. Diseño de maquillaje: Saín Pereyra. Post-productor: Mariana González, Jerome Thelia, David Rodríguez. Reparto: Ximena Romo, Ruth Ramos, Mario Moreno del Moral, Juan Carlos Huguenin.