Esto le pasa a Sol, y de esto trata la escalofriante tercera película de Claudia Sainte-Luce, El camino de Sol.
Con una actuación agobiante de Anajosé Aldrete, con un guión introspectivo y de cierto, enigmático, humor negro, El camino de Sol hace suyo el tema de las desapariciones y la búsqueda de nuestros seres queridos, pero con el acento personal de Sainte-Luce: la mirada distante, de oscura manera compasiva, hacia el doloroso proceso interno de su protagonista.
Tenía ganas de meterme en la cabeza de una persona que acaba de perder a su hijo, porque el fenómeno social una lo ve diario en las noticias y sería irnos muy literal. Tenía ganas de ver a esta mujer, qué le va pasando en el día a día al saber que no tiene a su hijo, que no sabe si se aparecerá o no.
Creo que siempre hay tus ansiedades, tus miedos, tus obsesiones y tenía una obsesión por narrar cómo se vive cuando no puedes ni siquiera pegarte un tiro, porque si te pegas un tiro, ¿quién va a seguir buscando a tu familiar? Narrar la desaparición pero desde los ojos de un personaje, ahí empecé a escribir la historia.
Creo que cuestionar un poco el papel de aquellos a quienes no nos afecta esto. No comprendo cómo a veces en las redes sociales, o cuando vas en la calle, volteas a ver un letrero de un perro desaparecido y hay unas redes impresionantes de búsqueda, y cuando hay personas desaparecidas uno los pasa porque ya son algo normal, a lo que estamos habituados. No te detienes, forma parte de nuestra realidad, no retienes ni el nombre, es una cifra más.
Yo quisiera con la película hacer sentir un poco lo que siente esta mujer, pero eso nunca lo sabré.
Alguna vez había leído sobre los secuestros de perros, se juntó con varios comentarios que leía de la gente, que confía más en su mascota que en los humanos, y pensé: “¿A dónde llegamos? ¿A qué punto llegamos como seres humanos donde confiamos más en un animal que otros seres humanos? Y lo entiendo, también soy de ese rubro de personas, no de los perros sino de los gatos, pero había un afán de sumar un poco de humanidad a nosotros, tener una balanza. Por ahí me decante y dije: ‘tiene que ser un niño y ya de ahí me lancé.’”
Uno pasa por alto tantos desaparecidos porque es algo normal, para algunas personas los perros son más confiables, a qué nivel de deshumanización llegamos que nos importa más eso. Cuando una persona desaparece, en nuestra cabeza tendemos a decir: “habrán dado malos pasos” “algo ha de haber hecho”.
La clave sobre todo fue no hacernos prejuicios, porque a veces lo que más afecta en la cabeza del actor es hacerte una idea de: "es que yo hubiera hecho esto, hubiera hecho lo otro”. Ensayábamos las escenas y luego veíamos lo que iba pasando. Lo grande de muchos actores es permitirse abrir y que la experiencia entre. Anajosé nunca ha perdido a su hija, pero puede entender y llegar a sentir, y yo picaba ciertos botones donde se equipara ese sentimiento.
Lo principal fue ensayar y encontrar un punto de quiebre para cada escena, qué emoción era vital para seguir el relato. Porque en un punto la vemos destruida y luego tiene pequeñas variaciones.
No me gusta hacer actuaciones estridentes o subidas de tono, sino nivelar su recorrido. Entonces pues ensayar mucho cada escena y confiar que nuestra intuición nos iba a llevar a buen punto.
No estoy pensando tanto en que vivimos en una era de mujeres y hay que hacer personajes de mujeres, es algo que me viene porque es lo que conozco, las mujeres de las que estoy rodeada. Lo que hago antes de lanzarme a la trama es desarrollar al personaje, escribir sobre ella: sus gustos, sus miedos, sus opiniones, desde ahí me meto a la historia. Sobre todo no pienso en el resultado, ni pienso que estoy haciendo un cine de mujeres, es más dejarme llevar.
Me parece que al final, Sol encerradita en ese plano donde los créditos corren, es que ella se va a quedar ahí, va a seguir buscando, no sé si con éxito o sin éxito, pero es lo que le pasa a la mayoría de estas mujeres que les desapareció un familiar, que a veces no llegan a un buen punto.
Para mí era importante que durante los créditos ella siga ahí, encerradita. Me arriesgaba con ese final a que no le quedara claro al espectador, pero era justo como pasa en la realidad, qué no tenemos certeza de eso.
Se me hace ideal porque en Morelia también se va a poder ver en línea. Más gente la podrá ver y es lo que estoy buscando. Y que después la gente la pueda ver en salas es mejor, no hay ese bache que a veces pasa con muchas películas, que cuando llegan al cine ya no traen está inercia.
Y estoy bastante nerviosa de cómo funcione, no puedo quitarme mis dos películas anteriores, ya son parte y puede ser positivo o negativo, pero la gente espera algo similar, o espera ver una novedad. A ver qué pasa, espero no defraudar y si lo hago me tendré que aguantar, pero tendré que seguir buscando otros géneros, buscando otros personajes, porque si regreso a lo mismo sería no arriesgarme a otras cosas.
El camino de Sol (México, 2021). Dirección: Claudia Sainte-Luce Producción: Christian Kregel Compañía Productora: Fidecine, Jaqueca Films Guión: Claudia Sainte-Luce Fotografía: Carlos Correa Sonido: Nicola´s Aguilar, Sergio Díaz Dirección de arte: Alfredo Consuelo Edición: Julian Sarmiento Reparto: Anajosé Aldrete, Armando Hernández