En ese entonces el feminismo vivía la cúspide de su segunda ola, que desde el lema Lo personal es político hacia una revisión detallada y específica de la relación de la mujer con la política, la sociedad, pero también la crianza, el cuerpo, la relación con sus parejas.
“Un feminismo utópico”, lo describe Lucero González. Y es ella quien, cincuenta años después, dirige el documental La Revuelta, en el que cuenta la historia de la colectiva feminista creadora de la publicación, y que ahora hacen un ejercicio de memoria, reflexión, en el que además se abre el diálogo con los feminismos contemporáneos.
La Revuelta de Lucero González es un ejercicio de memoria y actualidad, que cuenta con un crew de lujo: Luna Marán como productora; ella y Sarasvati Herrera de fotógrafas; Aldonza Contreras en el diseño sonoro; música de Natalia Gómez; animación de Carolina Ibáñez y Chisa Tanaka, y los testimonios de sus compañeras revoltosas: Eli Bartra, María Brumm, Chela Cervantes, Dominique Guillemet y Indra Olavarrieta.
A la historia del feminismo en México y América Latina le faltan muchos testimonios, documentos de una lucha que lleva más de cincuenta años, por hablar de la segunda ola del feminismo, la que nos tocó vivir. En aquellos años setenta publicamos La Revuelta, el primer periódico feminista de la época, y es importante traspasar esta experiencia a las nuevas generaciones. Ese fue un primer detonador, muy animada por Luna Marán. Ella me alentó a contar la historia.
Para nosotras, hace 50 años, el feminismo era una utopía, queríamos cambiar el mundo y cambiarnos a nosotras. El reto en la película era ver si este feminismo utópico impactó en nuestras vidas, partiendo de que lo personal es político: aunque se cambia individualmente, se construye en colectivo.
Aunque tuvimos ese corto verano de la anarquía con el periódico La Revuelta seguimos siendo Revoltosas, seguimos siendo feministas y seguimos siendo amigas. De hecho, el documental también es un reconocimiento al valor de la amistad.
En un cumpleaños, creo que mío, les propuse recuperar nuestra historia y hablar de cómo estamos hoy. Primero se pensó hacer un libro, pero entonces empezó el rollo de que yo no sé escribir, para qué... Quedó colgada la idea y un buen día pensé que debería hacer un documental. Les dije: “voy a hacer una película con las voces de todas” y empezamos por hacer entrevistas, yo iba al lugar donde cada una estaba, registramos cómo viven, me contaron lo que quisieron y desempolvamos sus archivos fotográficos. Eso fue lo que más trabajo costó, recuperar los archivos. Por fortuna pude tener acceso a archivos de otras colegas, hombres y mujeres, para construir la historia del movimiento: la Filmoteca de la UNAM nos facilitó archivos, hubo de Francia, y los de Angela Davis y Susan Sontag, que eso parecía imposible, pero la foto de Susan Sontag y la entrevista de Angela Davis nos la donaron.
Agarramos nuestras cámaras, nuestros instrumentos de trabajo y nos fuimos Luna y yo en mi auto. Empezamos en Morelia con María Brumm, y así fuimos haciendo las visitas: Ciudad de México, Xalapa, Cuernavaca, que ahí vivía Chela antes de irse a Colima. Luego Luna tuvo la oportunidad de estar en Paris y allá entrevistó a Dominique. Así se ha construido la película.
Llegábamos a sus casas, nos quedábamos ahí, nos alimentaban por dos o tres días, grabábamos, nos reíamos como en los buenos tiempos. A María Brun la tomamos en un rancho en las afueras de Morelia; con Eli Bartra grabamos una plática sobre arte y feminismo en el Museo de Arte Moderno; y Chela Cervantes estuvo muy pocha, muy fresca y creativa; ése es el retrato de La Revuelta: nos pusimos de acuerdo en términos de acción política y reflexión teórica dentro del feminismo, pero cada una conserva su personalidad y eso le da riqueza al grupo.
Las dinámicas con Las Revoltosas no es solemne, es vivir la vida, experimentar, atreverte y romper tus límites, y sobre todo ir acompañada, porque las voces colectivas son valiosísimas, y el movimiento se construye así.
No solamente quería hablar de nosotras, sino de nosotras dentro de un movimiento más amplio y diverso. Estamos atravesando una crisis dentro del movimiento, una crisis de crecimiento, entonces tenemos que incorporar otras voces y empezar nuevas conversaciones.
En los setenta empezamos un pequeño grupo de mujeres universitarias clasemedieras urbanitas, que fue la identidad de La Revuelta, pero tenemos un horizonte abierto a los movimientos sociales y político. Yo trabajé en Morelos, desde finales de los setenta, con grupos de mujeres campesinas, no es nuevo en mi pensamiento ni en mi práctica sumarme a otros movimientos. Las Revoltosas también ha sido parte de estas prácticas, como Eli Bartra, que es maestra en la UAM y ha creado el doctorado de estudios de la mujer, todos los días interactúa con mujeres jóvenes, eso dio el timing para incorporar todo esto ahora.
Esa parte quería que quedara clara en la película: hay nuevas generaciones de feministas y todas tenemos que dialogar. Hay que ponernos de acuerdo porque hay diferencias tácticas, estratégicas y hasta de pensamiento, pero todas compartimos erradicar la violencia hacia las mujeres, despenalizar el aborto, el respeto a la diversidad sexual, tres ejes fundamentales del movimiento desde siempre.
En la entrevista donde estamos Indra y yo, iba de camarógrafa adicional Sarasvati Herrera, además de Luna; ahí hicimos el performance de Lou Reed y David Bowie y ellas estaban divertidísimas. Cuando hablábamos de sexualidad decían que en las nuevas colectivas no se hablaba tan abiertamente de estos temas como nosotras, entonces había ese tipo de interacción.
Con Aldonza Contreras, con quien trabajé el diseño sonoro, me decía: “hasta que veo esta película me cae el veinte de todo lo que mi mamá hizo para sacarnos adelante a mi hermana y a mí”. Cada una de ellas me retroalimentaba con sus reflexiones. No solamente son chavas creativas y talentosas, la película las iba tocando y eso me enriqueció muchísimo. Aprendí cómo nos veían otras generaciones y eso lo puedo considerar un regalo.
Esta película, en primer lugar, la hice para las feministas como memoria histórica, decir que no estamos empezando de cero, que hay una larga lucha. Retomemos de ahí lo que sirve y lo que no, pues no, pero no ignoremos que tenemos un pasado histórico y que es una manera de tender puentes, de abrir diálogos. Hay algunas ventanas y puertas cerradas, tratemos de abrirlas porque estamos en una revolución cultural que requiere de todas y todos y todes, y en esa medida vamos a hacer los cambios que se requieren.
Es ir mostrando cómo se construye el movimiento y cómo hay que mirar el presente, pero recordando también ese pasado histórico.
La Revuelta (México, 2022). Directora: Lucero González. Fotografía: Luna Marán. Producción: Museo de Mujeres Artistas Lucero González, YI #Hagamoslumbre Luna Marán. Guión: Lucero González, Luna Marán. Edición: Lucero González, Luna Marán. Sonido: Luna Marán. Música: ANAN. Animación: Chisa Tanaka, Carolina Ibáñez. Reparto: Eli Bartra, Maria Brumm, Chela Cervantes, Lucero González, Dominique Guillemet, Indra Olavarrieta.