Pero hubo una pugilista, de las entonces clandestinas, que dio una lucha importante bajo el ring, para lograr la legalización de este deporte. Laura Serrano tendría que ser una campeona del cuadrilátero, de la conquista de los derechos de las mujeres, y sin embargo es casi desconocida, apenas una leyenda de los gimnasios donde entrenó.
En su ópera prima La poeta del ring, Mariana Tames sigue la huella de la boxeadora Laura Serrano. Encuentra a una guerrera tenaz, triunfadora, contrariada, con una trayectoria de logros y azares inesperados.
La poeta del ring se presenta en la Sección Ópera prima de #16DocsMX
Yo entrenaba box con Rudy Pérez, no era igual de buena que Laura pero como ella era la única mujer en el gimnasio. El entrenador empezó a hacer la comparación: “te pareces mucho a Laura”, jamás en su nivel, pero que era la única mujer y me valía. Me dijo: “Existió una mujer que se llamaba Laura Serrano, que empezó el movimiento para legalizar el boxeo femenil en los noventa”. Y yo: “¿Qué? ¿Cómo era ilegal?” Y este profesor me dio un mini contexto de lo que se vivió. Despertó mi curiosidad, me propuso que le escribiera en Facebook, a ver si me contestaba.
Yo estaba haciendo mi tesis universitaria, necesitaba un tema y nada me motivaba. Laura me contestó dos meses después, me dijo: “Si quieres sí, pero tienes que venir a Las Vegas”. Yo era estudiante, no tenía un clavo, vendí un reloj que me habían regalad mis abuelos. A los cuatro días que me contesto volé a Las Vegas y me encontré con ella.
Nos tardamos como siete meses con el editor Sebastián (Sedas) y el equipo que me ayudó a crear la historia; era prueba y error, construir una historia teniendo las dos vertientes muy presentes, no sabíamos cuánto iba a durar cada una. Sabíamos que lo que más iba a dar era el box, pero también teníamos que meter la otra parte, y que no se sintiera tan pronto ni tan tarde... nivelar para que el sentimiento fuera llevando a la parte final.
Conseguí hasta Betacam, una versión más vieja del VHS. Tuve la fortuna de conocer a Víctor [Fonseca], uno de los personajes del documental, él me dijo: Lllévate todo el material de archivo”, y yo: “No, no te puedo creer”, y él dijo que sí.
Estuve viendo el material, lo tuve que digitalizar y en ese proceso tardé una semana completa en una covachita.Víctor fue una grata sorpresa, un personaje que encontré en el camino y me otorgó todo ese material de archivo.
Todo fue gracias a Laura, en el primer viaje que hice ella me dijo: “Va a ser la última vez que yo hable de box, hasta ahí la voy a dejar”. Entonces me abrió este árbol de contacto para que me fuera acercando a ellos. Lo más chistoso es que entre ellos se recomendaban, Víctor me dijo: “vete con el Huasteco, toma su teléfono”, y el Huasteco: “vete con Nieves [García], vive aquí al lado, en la colonia Del Mar”. Y fui a tocar puertas, a presentarme y convencerlos para que me dieran la entrevista.
En el camino fui encontrando todas estas periferias, los pesajes, el clandestinaje, este submundo que rodeó al boxeo femenil, fue una gozadera porque alguien me está contando una partecita y Laura otra y Nieves una parte más. Yo tenía la concepción de que el boxeo nada más es subirte al ring y ponerte unos guantes, pero empecé a ver que abajo del ring pasan tantas cosas como arriba. Fue una gozadera encontrarme estas brechas que tiene la historia del boxeo femenil, su parte horrible, la burocracia, el machismo, pero también sus partes muy folclóricas mexicanas, que lo hace muy auténtico.
Fue difícil acercarme con esta gente, antes de filmar tenía que relacionarme con ellos y eso hice el primer viaje. Empecé a generar relaciones de amistad, pedir permiso, asegurar que todo fuera muy transparente. Al principio había mucho escepticismo, después hasta se movían para que saliera Laura a cuadro, se acostumbraron rápido a las cámaras.
Algo que amas también puede causarte mucho dolor y esto lo aprendí con Laura. A ella le causó mucho dolor el box, no pudo nunca cosechar lo que sembró y la frustración de nunca ser reconocida, siento que la llevaron a, pues sí, a sentirse un vacío ¿no?
Siento que le generó un dolor profundo, que de alguna forma lo tenía que llenar y lo hizo con algo igual de demandante. Y ojo, creo que lo hace de manera absolutamente feliz, la vi muy feliz, pero a esa felicidad le vi tristeza en la misma proporción.
Tengo que poner a Nieves en la mesa, porque ella me costó muchísimo trabajo encontrarla y que accediera a hacer la entrevista. Ella me dio otra periferia que yo no sabía que iba a encontrar. Armar la historia fue un arduo trabajo pero tuve un excelente equipo, Sebastián mi editor y Ana Cardona que me ayudó a montar una historia.
Mantener la objetividad a lo largo del documental fue de las cosas más complicadas.
No, y no sé cómo lo vaya a tomar, me da miedo. Estoy esperando que pase DocsMX, no sé cómo vaya a reaccionar.
Hice un screen muy pequeño y tuve la fortuna de que se vinieran muchas boxeadores de la primera generación que no salieron en el documental, como Retana López, Osiris, Berta y El Huasteco. A El Huasteco no le encantó, creo que creyó que se trataría de él y me dijo que cómo era posible que le dedicaran poco tiempo al boxeo. Pero la gente se divirtió muchísimo, Nieves y Mercedes estaban en completo shock. Para mí fue súper grato verlos porque después de tanto tiempo, ellos me seguían preguntando cuándo iba a salir el documental y cuando lo vieron no se lo podían creer.
Esto iba a ser mi tesis universitaria pero empezó a demandar tanto que ya ni lo presente, ya ni me gradué por dedicarle cuerpo y alma a este proyecto. La poeta del ring me enseñó mucho, creo que todo lo que tiene uno que saber sobre cómo se hace una película es haciéndola, ¿no?
Ahorita ya formalmente me estoy graduando de la escuela de cine, hice esto sin saber muchas cosas que probablemente me enseñaron y que no puse atención, entonces para mí La poeta del ring es básicamente una escuela.
La poeta del ring (México, 2021). Dirección: Mariana Tames. Producción: Mariana Tames. Casa Productora: Violeta Films. Fotografía: Ana Cardona Quintana. Edición: Sebastian Sedas. Diseño sonoro: Héctor Arroyo. Reparto: Laura Serrano, Jorge Sepúlveda, Víctor Fonseca, El Huasteco, Antonio Solórzano, Mario Iván Pinto, Mercedes González, Nieves García, Christy Martin, Marlene Contreras, Jorge ‘El Maromero’ Páez.