Tumultuosa, chacotera, con una ligereza mordaz y momentos de belleza inesperada, así es El águila y el gusano, la sátira de Guita Schyfter que adapta la novela homónima de Hugo Hiriart. Un elenco tan enérgico como diverso, que encabezan Dolores Heredia, Marcelo Alonso, Germán Jaramillo y Angélica Aragón, El águila y el gusano propone una visión ácida del México contemporáneo, que lo mismo se pitorrea de la política, el arte, las pretensiones místicas y el amor de los jóvenes, los adultos y los maduros.
El águila y el gusano tendrá su estreno comercial el 28 de noviembre de 2024. Mientras ocurre, platicamos con la cineasta sobre esta nueva entrega, que apuesta por el humor y la ironía para proponer un presente que enoja, asombra o seduce.
Entiendo que El águila y el gusano es la adaptación de una novela de Hugo Hiriart, colaborador asiduo de su obra. ¿Qué le llamó la atención de esta historia para adaptarla a cine?
Yo tomé un cursillo sobre cómo escribir guiones para comedia y el maestro nos decía: la comedia es el arte de estar enojado. Yo acababa de leer la novela de Hugo y pensé: “De eso se trata el libro. Él está muy enojado con lo que está pasando y por eso escribió este libro”. No pensé adaptarlo en ese momento, pero la idea quedó rondando en mi cabeza. Hay libros muy fáciles de adaptar, cuando el plot está muy delineado. Y eso pasa con Hugo, pensé que podría hacer una adaptación de la novela para cine. Hice una primera versión y se la mostré, pensé que había echado a perder su novela. Pero Hugo es un hombre generoso y me dijo: “No, no, está mejor que mi novela”. Desde ahí seguimos trabajando.
Pensaba que los personajes se mueven por la sátira. Son satíricos el político engolado, la crítica de arte, el gángster que colecciona obras contemporáneas. Llama la atención ese acento cómico.
Es una sátira de los tiempos que nos ha tocado vivir. Pero no se refieren a nadie en específico, porque todos estos personajes son inventos de Hugo y reflejan su visión enojada. Me recuerda un poco lo que me dijo Rufino Tamayo en una entrevista. “Yo quería hacer algo diferente a lo que se estaba haciendo en ese momento. Un extranjero puede venir a México y pintar indios. Y eso lo hace también un pintor mexicano. Entonces yo quería era hacer una cosa más profunda”, y es lo que hace Hugo con estos personajes, como meterse más en el alma de quienes habitan la película.
Dirigir comedia debe ser un reto, hay que poner atención de los tempos, cuando cae el gag, me parece incluso más complicado que otros tonos dramáticos. ¿Cómo fue este desafío?
El timing de los actores lo trabajé mucho, porque es lo más importante en una comedia, pero el grupo de actores que tengo es extraordinario y no fue nada difícil, ellos encajaron muy bien unos con los otros. Porque no es la historia de un personaje, sino de muchos personajes y cómo se van mezclando unas historias con otras.
He hecho otras películas así, como Las caras de la luna, la historia de un festival de cine de mujeres, con un grupo de gente que vienen de diferentes lados y ves cómo sus historias se juntan.
Es un elenco interesante: Marcelo Alonso, Fabiana Perzábal, Jorge Antonio Guerrero; Ernesto Laguardia hace un buen cameo, pero hay dos que me llamaron más la atención: Dolores Heredia, como esta estilista con una pasión orientalista, y Germán Jaramillo, el político elocuente que se va deschavetando y llega a terrenos de lo místico. ¿Qué me puedes platicar de cómo trabajó con estos actores?
Germán trabajó conmigo en la serie de Melchor Ocampo, y después se trabajó con Hugo una obra de teatro, le adaptó para sus 60 años El rey Lear, que todos los actores la quieren hacer para culminar con su carrera. Fue una puesta extraordinaria, pero yo aprovechaba esto y leíamos el guión. Siempre que nos veíamos hacíamos una lectura con él y otros amigos que teníamos en Nueva York. Germán es un gran lector, conocía la novela y conocía al personaje perfectamente bien.
Con Dolores, a mí me encanta trabajar con ella porque es otra manera es trabajar. Ella me dice: “yo no quiero ponerme a leer las escenas, tú cuéntame de Calixta, cómo es, qué opina de las cosas. Y platicábamos sobre Calixta y ella así construía a su personaje.
También sobresale Angélica Aragón, tiene alguna de las escenas más emotivas, que yo no sé si podría ser un resumen del cine que ha hecho Guita Schyfter. Angélica también ha trabajado con en otras de sus películas. Parece el homenaje al cine de una generación a la que usted también pertenece.
El personaje de Angélica, Madame Parodi, es todo el tercer acto de esta película, el desenlace. Sucede en la selva chiapaneca. A Chiapas han llegado muchos extranjeros, los alemanes que desarrollaron lo del café, entonces es contar la historia de una mujer que se fue a la selva sola, me recuerda a personajes como Calixta Guiteras Holmes o Roberta Montagú, unas antropólogas que en los años treinta estudiaron a los tsotsiles, y se me ocurrió que ella podía estar allá.
Ahora, yo también quería hablar sobre el amor. Quería hacer tres historias de amor, en tres épocas diferentes de la vida. Están Clemencia y Pepino, los jóvenes que empiezan sus vidas y se enamoran; después Calixta y Campuzano, una relación cuando ya tienes cierta parte de la vida hecha; y la tercera etapa, entre Madame Parodi y Valdivieso, cuando crees que ya no va a pasar nada y de un momento a otro se da un chispazo sorprendente, que no importa si dura o no, lo importante es volver a sentir la atracción y el enamoramiento.
¿Cómo ha sido la recepción de El águila y el gusano en festivales como Morelia o el de Rotterdam?
Tuvo funciones llenas y a la gente le gustó, se reía y todo. Estuve muy contenta porque es una película muy dialogada, entonces dudaba si la querían ver con todos esos subtítulos. Pero la gente se divertía y entendían lo que estaba pasando.
Y ahora el reto es México. ¿Cómo se siente con respecto al estreno?
Estoy muy emocionada de que llegue a los cines. De alguna manera considero que es mi última película y quisiera que sea vista, porque se puso muchísimo énfasis y trabajo en su parte visual, me parece que está extraordinariamente fotografiada y ambientada. Yo amo esta película, siento que es de lo mejor que he hecho y estoy muy feliz en cuanto a mi trabajo como directora.
A mí no me gustaría que fuera su última película, quisiera creer que todavía viene algún título más. Pero mientras me parece interesante que esta entrega sea una comedia. Títulos suyos anteriores tenían tonos más graves. Me gusta que en este momento se aligere y busque pitorrearse del presente junto con el público.
Me gusta la palabra pitorreo, y sí, es pitorrearme. Es chistoso: Hugo y yo hemos trabajado juntos todos los guiones, sentí que había llegado el momento en que yo retribuyera su participación conmigo, adaptando una obra de él. Resultó una comedia satírica. Porque no es una comedia de esas que uno se muere de la risa. Es un reflejo con el que uno puede identificarse. Es una sátira de lo que está pasando a nuestro alrededor. La oportunidad de divertirnos, de hacer pitorreo y tal vez de reflexionar.
El águila y el gusano (México, 2023). Dirección: Guita Schyfter. Guion: Guita Schyfter y Hugo Hiriart, basado en la novela homónima de Hugo Hiriart. Casa productora: Producciones Arte Nuevo. Cinefotografía: Sebastián Hiriart AMC. Diseño de producción: Ana Bellido. Vestuario: Annaí Ramos. Sonido directo: Jonathan Ayala. Diseño sonoro: Nerio Barberis. Música: Jesús Echevarría. Producción ejecutiva: Yair Ponce, Ximena Hiriart. Elenco: Marcelo Alonso, Dolores Heredia, Germán Jaramillo, Angélica Aragón, Horacio Castelo, Laura Amelia, Fabiana Perzábal, María Espinoza Stransky, Raúl Caluris, José Antonio Guerrero, Gerardo Trejoluna, Claudette Maillé, Selma Beraud, Alan Alarcón, Alberto Trujillo, Tamara Ruiz, William Chan Kin Yuk.